(Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, Correpi).- A las 11 de la mañana del 24 de septiembre, una fuerte explosión interrumpió la calma en los alrededores de la jefatura de la policía en Neuquén.
Ante la inquietud de los vecinos, la institución solo respondió que había sido detonada una bomba de estruendo para verificar el alcance de su onda expansiva.
Sin embargo, otras fuentes informaron que lo que realmente estaban probando era una bomba de enceguecimiento y estruendo, la cual libera una luz muy potente y aturde. Esta arma también es utilizada en Estados Unidos, y sería usada en nuestro país para desalojar movilizaciones.
Este nuevo chiche tiene un único destinatario: la clase trabajadora. En estos tiempos de crisis, con conflictos laborales surgiendo en múltiples lugares, la burguesía se prepara y avanza tecnológicamente, para profundizar la represión.
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