Buenos Aires, 17 de septiembre (Red Eco Alternativo).- Los jóvenes Jonathan y Ezequiel, de quienes nada se sabía desde el miércoles 8 de julio, fueron encontrados muertos en Buenos Aires.
El lunes pasado finalmente se conoció que Jonathan “Kiki” Lezcano (17) y Ezequiel Blanco (25) fueron asesinados el mismo 8 de julio con un tiro en la cabeza cada uno, ejecutados por la policía.
A pesar de que estaban identificados desde hacía más de dos meses, ninguna de las familias fue notificada de la muerte de los chicos, y sólo se enteraron en el momento en que acudieron a la Fiscalía para realizar las averiguaciones.
Es más, Jonathan había sido enterrado la semana pasada como NN en el Cementerio de la Chacarita.
Al día siguiente de la desaparición, la familia de Jonathan hizo la denuncia y comenzó con su búsqueda.
Se unieron amigos y vecinos y junto a los familiares de Ezequiel fueron a Missing Children, hicieron una pegatina de sus caras en el barrio, cortaron la avenida Cruz y difundieron los hechos a través de correos electrónicos y en los medios.
Pero también se presentaron ante la Defensoría del Pueblo para denunciar la responsabilidad de la comisaría N° 52, ya que el día anterior de las desapariciones, un policía de la brigada perteneciente a ese destacamento amenazó a Kiki frente a su primo diciéndole que iba a ser su sombra. Mientras tanto, un efectivo uniformado le sacaba una foto.
Jonathan y Ezequiel engrosan la larga y nutrida lista de gatillo fácil de los jóvenes de barrios humildes que son blanco seguro de la miseria y las balas policiales.
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