AW)El pasado 24 de julio compañeros de la Agencia Walsh, de distintos movimientos y organismos de DDHH, viajaron a Neuquén para visitar a Freddy y Marcelo, compañeros chilenos detenidos allí hace más de un año.
Una vez más se pudo comprobar como el servicio penitenciario atropella los derechos de los detenidos y de sus visitas.
El 5 de setiembre se realizará una Jornada Internacional Anticarcelaria.
La visita
Neuquén, 2 de agosto de 2009 (Agencia Walsh - Corresponsal) El ingreso a la visita a la unidad número 11 de Neuquén requiere de mucha paciencia. Primero hay que notificarse, presentar la documentación, se puede demorar cinco minutos o media hora, depende de la voluntad de los carceleros. Después se ingresa al sector de requisa. En ese lugar revisan toda la mercadería que uno lleva, la comida la revuelven, la cortan, etc. Por ejemplo llevamos un pionono a pedido de los compañeros, también el dulce de leche, y frutas para que prepararlo. Además de no dejarnos pasar las frutas "porque los muchachos del pabellón están castigados" nos pidieron que cortáramos el pionono en rodajas. Malas intenciones si las hay. Claramente el pionono dejó de serlo.
También lo "requisan" a uno. Debés desnudarte, hacer flexiones sin ropa interior, agacharte, hacer fuerza. Por ejemplo mientras estás agachada y hacés fuerza, la carcelera se agacha debajo tuyo para ver mejor, y si tenés flujo te interroga "¿Por qué tiene tanto flujo?" "haga más fuerza. ¡Más fuerza le dije!", "A ver tosa ¡Tosa más fuerte!". En algunas ocasiones usan linternas para alumbrar dentro de la vagina. Y al terminar dice "estoy harta mirar conchas". También tenés qe sacarte hasta el calzado y mostrar entre los dedos de los pies.
Esta humillante requisa que también queda librada a su capricho cuanto tiempo llevará.Recién ahí se puede ingresar al pabellón donde en una sala nos espera el compañero.
Ellos se encuentran en diferentes pabellones, y por esto no se los puede ver juntos, para poder ver a los dos hay que ingresar dos días diferentes. Las visitas a Freddy y Marcelo, son especiales, y se les llama así porque al ser extranjeros pueden recibir visitas de tres horas todos los días. A diferencia del resto de los detenidos que sólo tienen visitas comunes los días miércoles y sábados.
Durante la primera visita, el día viernes 24 de julio a Marcelo Villarroel, mientras conversábamos, compartíamos mates, y comíamos, los carceleros impunemente se pusieron del otro lado de las rejas a "requisar el pabellón". Golpearon con hierros los barrotes interrumpiendo la visita. Esto fue claramente realizado de modo provocativo.
Lo mismo se repitió el domingo 26 durante la visita a Freddy Fuentevilla.
Por lo visto, las visitas son algo que les molesta.
Sin visitas de DDHH en los penales de Neuquén
Los organismos de DDHH, no tienen acceso a visitas de especiales como sucede en las cárceles federales. La unidad 11 de Neuquén depende del gobierno de la provincia y este no las aprueba.
Compañeros de diferentes lugares del mundo llegaron y siguen llegando hasta Neuquén para visitarlos. Por eso tienen que soportar el atropello de la requisa y correr el riesgo de que sucedan nefastos sucesos como los del 14 de julio, cuando al salir del penal se llevaron detenidos a los integrantes de la visita, los torturaron e interrogaron.
Sobre esta unidad pesa un juicio de los organismos de la provincia, por torturas a los detenidos. Estos mismos penitenciarios enjuiciados son los que cotidianamente tratan a los presos y sus visitas.
El mismo lunes 27 de julio, se presentó una delegación de abogados de CORREPI, solicitando entrevistarse con Freddy y Marcelo. A quienes se les impidió el ingreso.
Maria del Carmen Verdu, y los otros dos letrados denunciaron: "La situación vivida ha sido realmente inusitada para tres letrados que hace dos décadas recorren penales y comisarías de todo el país asistiendo presos políticos y que son ampliamente conocidos, así como la organización a la que pertenecen, por su activismo", detalla la denuncia realizada que se presentará ante varios Colegios de Abogados del país, la Federación Argentina de Colegios de Abogados y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Amnesty International y Human Rights Watch."
Y agregaron. "cuánto más grave es la situación al tratarse de dos detenidos que son caracterizados como presos políticos por las organizaciones populares locales y nacionales, extranjeros, por añadidura, lo que imposibilita el contacto frecuente con sus personas de confianza, y que vienen denunciando el agravamiento de sus condiciones de detención".
La causa. Freddy y Marcelo.
Ellos se encuentran detenidos hace más de un año, y en este transcurso han sido sometidos a diferentes "modos de castigo": traslados compulsivos, calabozos, aislamientos.
El último traslado fue realizado durante la madrugada, sin orden judicial, es decir, que los mismos penitenciarios lo decidieron sin darles explicación.
De esto ya hace dos meses y desde ese momento los compañeros se encuentran en diferentes pabellones, sin poder verse ni comunicarse entre ellos. Ni siquiera pueden salir juntos a las visitas.
Jornada Anticarcelaria
Freddy y Marcelo esperan lograr el refugio en Argentina.
Están aguardando entre rejas no ser extraditados a Chile.
Pero su espera no es pasiva, como militantes políticos, siguen creando y construyendo desde su encierro. Por eso están convocando a una actividad internacional, que tendrá lugar en diferentes puntos de este continente el día 5 de septiembre. "Una jornada anticarcelaria, donde no sólo se escuche nuestro reclamo, sino también, los diferentes grupos, redes de apoyo, y movimientos puedan expresar su decisión de, a través de la lucha, liberar a los presos y repudiar las cárceles" como contaban los compañeros, entre mate y charla.
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