Argentina(Grupo de Trabajo Solidario MIL POR CUBA ).- En ocasión de la visita de Cristina Fernández a Cuba, entre el 19 el 21 de enero de este año, muchos medios de comunicación privados de la Argentina volvieron a agitar el caso de la médica contrarrevolucionaria Hilda Molina para tratar de frustrar esa visita o afectarla severamente.
Es bien conocido que por ese caso estuvieron ralentizadas las relaciones bilaterales entre Cuba y Argentina, por la injerencia que el gobierno de Néstor Kirchner primero y el de su esposa luego, tuvieron en un asunto interno de Cuba.
Cuando la presidente viajaba por fin a La Habana, la derecha política y mediática quiso sacar a relucir otra vez ese caso, con la intención antedicha. Desde “La Nación ” a Radio 10, pasando por Clarín y toda la jauría de medios capitalistas, estuvo complotado en esa maniobra. Incluso un grupo trotskista también picó el anzuelo, en una lamentable posición.
¿Qué dijeron esos medios? Que Molina es una venerable anciana, que simplemente quería visitar a sus nietos en Buenos Aires, que su caso demuestra que Cuba es una dictadura, que se esperaba que la presidenta argentina la recibiera en La Habana o hiciera gestiones por ella ante el gobierno de la isla, que la médica jubilada había sido marginada del Centro Internacional de Restauración Neurológica donde había sido directora, etc, etcUna de las posturas más falsas fue del grupo “Izquierda Socialista”, que en una nota publicada el 28 de enero de 2009 en “El socialista” Nro. 124, beatificó a la susodicha. “La doctora Hilda Molina es una disidente cubana que se enfrentó al gobierno del Partido Comunista porque éste quería privatizar sectores de la salud”, aseguró la publicación trosca, para inmediatamente reclamar su salida del país. Y ya que estaba, también se expidió en forma crítica a la revolución cubana: “Y más se fortalecería el pueblo cubano en su conjunto si dispusiera de libertad para su movilización, expresión y organización, de hacer sindicatos y partidos políticos, como también salir libremente del país”.
El Departamento de Estado, agradecido a estos trotskistas, que hacen como que no saben que en el país socialista hay plena libertad de movilización, expresión y organización dentro de la revolución. Contrarrevolucionarios, abstenerse.
Si Cuba tiene tales o cuales leyes migratorias, y las aplica como le parece mejor, es un asunto interno de su exclusiva incumbencia. Sobre eso no corresponde opinar, sólo respetar. Donde sí opina la militancia de MIL POR CUBA es en que la tal Molina es una contrarrevolucionaria que funcionó en los grupos de mercenarios alimentados por la sección norteamericana en La Habana (Sina). Dos citas del libro “Los disidentes”, Rosa Miriam Elizalde y Luis Báez, hacen referencia en un caso a dinero recibido por Molina, enviado por el agente contrarrevolucionario y de la CIA, Frank Calzón (pag. 28) y de su actuación en el “Colegio Médico Independiente”, que trabajó con la Fundación Nacional Cubano Americana del terrorista Mas Canosa, para “sacar niños de Cuba y denigrar la medicina cubana” (Pág 114).
Frente a la versión de “Izquierda Socialista” de que la médica contrarrevolucionaria se oponía a la privatización de la salud, la versión de Fidel Castro es exactamente la opuesta. Y por supuesto nos quedamos con esta opinión. En la introducción al libro “Fidel, Bolivia y algo más”, reeditado en 2008, el comandante en jefe escribió: “cuando cae la URSS , la directora de un centro de rehabilitación, pensando que no podíamos resistir, aspira a convertirse en propietaria de la institución, como hicieron algunos colegas de aquel país; se le descubre y se le destituye. Inventa la teoría de que ello se debe a su oposición al empleo de células madre de origen humano en las investigaciones. Nunca habló una palabra de eso. Un médico hijo suyo, nada brillante en su expediente profesional, trabajaba con ella en el centro. Viola las normas éticas que prohiben el desarrollo de relaciones sexuales con pacientes o acompañantes. Inconsistente moralmente, se marcha al país de origen de la dama, donde se convierte en imprescindible fisioterapeuta de importantes funcionarios”.
El prólogo de Fidel culmina: “Excelente material para el chantaje imperialista contra Cuba. Se le niega a ella la solicitud de viajar al exterior. No debe cederse ante el chantaje. Esa fue la decisión”. Los entrecomillados del texto fueron publicados en Ámbito Financiero el 9 de enero último.
En definitiva, en el viaje de la presidenta no hubo reunión con Molina ni otros contrarrevolucionarios disfrazados de “disidentes”. La médica deberá seguir atendiendo a su blog anticubano instalado en la página del grupo argentino contrarrevolucionario llamado Cadal. Con cada comentario suyo contra Cuba, el gobierno revolucionario y la medicina cubana, Molina se va enterrando solita.
Argentina, 2009
Boletín nº 7 Grupo de Trabajo Solidario MIL POR CUBA
Integrante del Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba (MASCUBA)
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