Lago Puelo (Vecinos Autoconvocados de Lago Puelo).- A pesar de la intermitente lluvia que cayó sobre Lago Puelo, un grupo de vecinos se acercó en la mañana del lunes 25 a las instalaciones del Gimnasio Municipal. El propósito: acercarle a las autoridades municipales, reunidas en la conmemoración de la fecha patria, su enorme preocupación ante las crecidas del río Azul ocurridas entre los días jueves y viernes pasados. La irrupción del agua en patios y casas sorprendió muy especialmente porque esta vez el agua entró -al decir de los pobladores de la zona conocedores del río- por lugares que históricamente no se encontraban en riesgo de esta irrupción; lugares altos, que le dicen. La atención se centro, naturalmente, en el emplazamiento en el sector de la Pasarela, desde enero del pasado año, de una empresa de extracción de áridos y cementera, la cantera de Steiner, como la llaman los vecinos.
Estos expresaron al intendente de la localidad, Iván Fernández, su inquietud por la enorme cantidad de material extraído, puesto en evidencia por el gran número de camiones que circulan por el barrio, cuarenta por día, según testimonian los vecinos, y los destrozos manifiestos realizados en el sector ribereño constatable por todos los que disfrutaban del balneario, hoy totalmente depredado. La modificación del cauce del río, y la aparición de bajos en sectores antes resguardados por la piedra removida por la empresa, motivaron la exigencia vecinal de suspender la continuidad de estos trabajos, como así también solicitar al señor Intendente información sobre los responsables de la autorización de tal irracional actividad sobre un sistema tan frágil como lo es la cuenca del rio. En una encendida charla, el Intendente desligó toda responsabilidad, trasladando la misma a la Dirección de Recursos Hídricos local. La sensación de desprotección ante tan evasiva respuesta creció enormemente cuando, ante la pregunta de cuál era el plazo estipulado para la explotación por parte de la empresa, Fernández afirmó que “hasta que se agote el material”. Se escucharon entonces voces de indignación, rabia e impotencia entre los presentes.
La exasperación llegó a su punto mayor con la intervención del presidente del Concejo Deliberante, Pablo Lapitzondo, quien estaba presente guardando silencio a lo largo del diálogo reseñado. Dirigiéndose a una de las vecinas presentes, expresó: “a vos te dimos un terreno” agregando después con un tono que resultó claramente amenazante: “y todavía no pasó por el Concejo para su aprobación”, a lo que de inmediato se le respondió que justamente ese terreno otorgado recientemente fue uno de los que quedó cubierto por el agua. Éste es un ejemplo más de la política clientelista con la que se maneja el gobierno municipal, que en forma autoritaria pretende acallar el reclamo de los vecinos. Si te doy, quedate callado.
Finalmente el intendente, ante la insistencia de los vecinos, se comprometió a gestionar un encuentro con las autoridades provinciales de Recursos Hídricos para plantearle la problemática. Es de esperar que esta reunión se concrete y que esta vez se escuche la opinión de la población para encontrar una solución definitiva a la misma. Además se comprometió a brindar toda la información disponible en el municipio en relación a este tema.
Por último, los vecinos hicieron entrega de una nota al intendente, cuyo texto se transcribe a continuación:
Los vecinos de la Isla Norte, preocupados por los daños que ocasionó el temporal sufrido es estos días, hemos convocado a la comunidad en general para tratar de encontrar una solución al problema de las inundaciones, que desde hace años venimos afrontando, viendo cómo año tras año inician obras, las abandonan o no las terminan, pero los perjudicados somos siempre los mismos: los vecinos linderos al Río Azul. En esta reunión se discutieron sobre el Río y "La Cantera" instalada en la Isla Norte. Este año todos los presentes observaron que por primera vez que el agua había llegado donde antes no lo había hecho. En muchos casos entrando a la casa, en otros rompiendo terrenos y arrasando con lo que encontraba a su paso. Todos opinaron que el problema estaba en los trabajos que desde la Cantera del Sr. Steinner, dirigidos por Recursos Hídricos, se habían realizado en el río, excavando el lecho, corriendo ripio, sacando arena, cortando árboles, rompiendo, en fin todo su cauce natural. Algunos vecinos dijeron que antiguamente, en el lugar que hoy ocupa la Cantera se hacía un hoyo donde el agua se estancaba y luego corría por las calles o volvía a su cauce, sin entrar a los terrenos que actualmente se inundaron.
Nosotros queremos que la Cantera DEJE DE FUNCIONAR YA, que se evalúe y repare el daño producido por la magnitud de la obra en el río a la altura de la Isla Norte y que se nos de participación a los vecinos para que entre todos podamos encontrar una situación definitiva a este problema, que si bien es de origen natural, el hombre modificando el paisaje puede perjudicar y transformar en catástrofe.
Fuente: Puerta E.
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