Buenos Aires (PDF).- Los estudiantes y docentes de los bachilleratos populares volvieron a exigir el reconocimiento definitivo por parte del Estado y el financiamiento económico que necesitan para seguir funcionando. Esta vez, lo hicieron mediante un escrache, el jueves 23 de abril en la inauguración de la 35ª Feria del Libro en la Rural.
Con panfletos y volantes que reclamaban “salarios para todos los docentes”, “financiamiento integral” para ese tipo de escuelas y “un sistema de becas” para sus estudiantes, unas 300 personas irrumpieron en las inmediaciones del salón José Hernández de la tradicional exposición con cánticos contra los avances del neoliberalismo y la mercantilización en la educación, pero, fundamentalmente, reivindicando la participación de los movimientos sociales populares que en su territorio desarrollan este tipo de proyectos político-pedagógicos, que “rescata la cultura popular, la identidad colectiva de los sectores populares, sus experiencias y prácticas de lucha y apuesta a la generación de sujetos/as transformadores y transformadxs”.
“Ni en privada, ni en estatal/ soy estudiante en la lucha popular”, fueron los cantos que se escuchaban mientras el jefe de Gobierno Mauicio Macri daba el discurso de inauguración. Los estudiantes y docentes, nucleados en la Coordinadora de Interbachilleratos Populares, se movilizaron para poner sobre el tapete que en general los funcionarios reconocen el valor educativo y social de estos emprendimientos pero no se han logrado soluciones de fondo. “Denunciamos la transferencia de recursos por parte del Estado a verdaderas empresas privadas educativas y los ajustes realizados a sectores del sistema educativo por sucesivos gobiernos”, expresó la docente Adriana Pascielli.
Los representantes de los bachilleratos negaron las versiones de los referente de Pro acerca de la presunta pertenencia de los manifestantes a las filas kirchneristas. Si bien iniciaron su protesta y los abucheos frente al discurso de Macri, sus reclamos exceden el ámbito de la Capital Federal. De acuerdo a lo que sostuvieron, “en la provincia de Buenos Aires, el ministro Oporto y los funcionarios de su cartera educativa no dan respuesta a la oficialización de nuevas experiencias que ya vienen desarrollàndose y que siguen creciendo, de la misma manera que lo hacen la cantidad de estudiantes que se acercan a los bachilleratos populares”.
Mientras, de fondo se coreaba “abriendo escuelas para luchar/ bachilleratos de educación popular”, un docente de la CEIP planteaba que “una vía de solución en provincia de Buenos Aires es que los nuevos bachilleratos sean oficializados como se hizo en el año 2007, sin más trámite que la dirección de funcionamiento y la experiencia que se desarrolla allí. De otra manera el Estado provincial está retrotrayendo la situación a antes de diciembre de ese año”.
Desde hace 6 años existen en la Argentina bachilleratos populares de jóvenes y adultos en organizaciones sociales y empresas recuperadas. Entre estudiantes y docentes, son más de 3300 personas las que llevan adelante esta experiencia educativa en todo el país y ya se cuentan más de 30 bachilleratos populares, la mayoría en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, pero como tendencia creciente, también en el llamado interior.
Mientras aumenta la deserción escolar en el circuito formal y las matrículas de los bachilleratos populares trepan hasta cifras exponenciales, desde el Gobierno no se reconocen los salarios para los trabajadores que en ellos se desempeñan ni se solventan los gastos corrientes que van desde las tizas y borradores hasta la luz y el gas. “Precisamente, como creemos que es el Estado el único garante de una educación pública y popular -promoviendo experiencias de articulación con movimientos sociales en áreas tan complejas como la educación de jóvenes y adultos- es que exigimos reconocimiento de todos los Bachilleratos Populares, salarios para todos los docentes, financiamiento integral y un sistema de becas a estudiantes”, concluía uno de los volantes que repartieron el jueves los estudiantes y sus docentes.
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