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miércoles, 31 de diciembre de 2008

VIGILIA PALESTINA EN BUENOS AIRES


Buenos Aires (Agencia Walsh).- En un acto en la puerta de la sede de la embajada de Israel en Buenos Aires, representantes de la comunidad palestina en la Argentina, junto a organizaciones sociales y público solidario, cerraron ayer una jornada de vigilia por el cese de los hostigamientos al pueblo palestino de Gaza.
Con más policías que manifestantes, en esta jornada pacífica se reclamó el fin del ataque militar israelí sobre Gaza.
A poco de comenzar el acto que diera por cerrada la vigilia que se sucedía desde el lunes 29, y en una actitud provocativa, miembros de la Policía Federal se acercaron a los manifestantes a exigirles documentación.
Ante la negativa de éstos y un breve cruzamiento de palabras, la policía volvió a su lugar de trabajo: la embajada de Israel.
En esa misma esquina, y desde ese mismo edificio, el 20 de diciembre de 2001, un efectivo de esa misma fuerza represiva, asesinaba al joven Gustavo Benedetto.
Ayer, miembros de la comunidad palestina en la Argentina, soportaron el absurdo pedido de documentación mientras tomaban café, esperando la hora para cerrar la vigilia que empezó y terminó de manera pacífica.
“La policía, aparentemente, recibió órdenes de desalojar”, manifestó una miembro de la comunidad palestina. “Cada vez somos menos los militantes y más los policías”.
Luego denunció el ataque sufrido por un barco cargado de medicinas que se dirigía hacia Gaza.
Siendo que los hospitales están vaciados de insumos, debido al bloqueo económico impuesto por Israel a la zona, el barco que acudía en ayuda humanitaria, fue embestido por un ataque del ejército israelí y tuvo que refugiarse en el Líbano.
“No se pudieron comunicar con compañeros de Gaza porque está todo intervenido”, manifestó Tilda Rabi al ser consultada por la WALSH sobre la situación actual en Gaza.
Con la presencia de organizaciones sociales, Tilda Rabi habló de un modo concreto para repudiar el genocidio que está llevando a cabo el estado sionista de Israel contra el pueblo palestino.
“Hay que boicotear a Israel”, dijo, “no comprar productos del enemigo”.
Y advirtió que “la bestia se está desangrando, pero no por eso ha muerto”.
Denunció que todos los productos cuyos códigos de barra terminan con los números 729, provienen de Israel.
A su lado, y siendo parte del acto de protesta, una militante de la organización judía antisionista escuchó palabras que la unían en la lucha por una vida de paz. “Luchemos por un país común”, pidió Rabi. “Vamos a compartir las tierras del gran canal”.
Luego habló la representante de la organización judía y aclaró que en Israel, país próximo a elegir representantes nacionales, las campañas electorales se versan en mostrar cuál es el candidato más feroz.
“No es un enemigo cuerdo”, aclaró, “es una sociedad enferma”. En tono desesperado, la mujer dijo que el ataque a Gaza por parte del ejército israelí “es el peor favor que pueden hacernos a los judíos en el mundo”.
El acto de cierre de la vigilia terminó como había empezado, en paz y con una tranquila desconcentración mientras en Gaza el número de muertos y heridos seguía creciendo a ritmo acelerado.

Foto: Prensa de Frente.