El Bolsón (ANPP).- La historia que no nos contaron, la que nos ocultaron, la que no quisieron que sepamos, la que quisieron que olvidemos. Hechos, personas y momentos que no queremos que pasen desapercibidos y queden en el olvido… Arriba los que luchan…
LA MASACRE DE TRELEW
Entre los acontecimientos históricos, que decimos fueron aniquilados, está la masacre de TRELEW ocurrida el 22 de agosto de 1972.
En este espacio vamos a hacer una síntesis de los hechos donde fueron masacrados los que con el tiempo se van conociendo como “Los héroes de Trelew”.
Como fueron los hechos.
A principio de junio de 1972, Santucho ya tenía contactos suficientes en el exterior para poner en marcha la fuga. Las novedades que llegaban lo convencían de que no podía haber elecciones limpias: Lanusse había congelado los fondos sindicales y quitado la personería a la CGT, por el apoyo que daba ésta a Perón.
La tensión estaba dada porque al fijar como fecha tope para que los candidatos fijaran domicilio en el país era el 25 de agosto, quedaría fuera de contienda Juan D. Perón. También descartaba la posibilidad de un golpe de estado para frenar el proceso electoral.
Santucho seguía creyendo que una organización revolucionaria no debía someterse a “una dirección burguesa”. No dejó de presionar a Montoneros para que se radicalizaran hacia la izquierda. Ese momento se dio por la combinación de tres circunstancias: la presencia del ERP como brazo armado de la izquierda, las propias concepciones montoneras y la ruptura con Perón.
El hecho de que Lanusse había intervenido la CGT Córdoba, apresado u obligado a la clandestinidad a sus dirigentes, presionaba a Santucho a creer cada vez más en “la fuga” y no creer como Montoneros que el “nuevo gobierno” dejaría en libertad a los presos políticos. Las FAR coincidían con Mostoneros, pero pensaban que había que garantizar la libertad de los presos y no creer en la bondad de un próximo gobierno peronista. Es por eso que el ERP contó con el apoyo de las FAR en el momento de decidir la fuga.
La fuga.Martes 18 de agosto de 1972 18 hs.
Comienza la fuga. Osatinski disparó sobre el guardiacárcel Juan Valenzuela que intentó impedir el escape. Los guerrilleros lograron copar el penal. Los sindicalistas deciden no participar de la fuga. Los primeros en llegar a la puerta fueron Santucho, Menna, Osantinski, Vaca Narvaja, Gorriarán Merlo y Quieto. Ya estando fuera de la cárcel no encontraron el camión que los llevaría al aeropuerto de Trelew. El contingente de los seis máximos dirigentes guerrilleros subieron al único coche que permaneció, conducido por el estudiante de agronomía Carlos Goldemberg(FAR), luego de los tiros que había dispersado a los demás vehículos. Los 19 guerrilleros restantes, que llamaran desde el penal a taxis y remises, llegarían al aeropuerto de Trelew demasiado tarde.
Cuando Santucho y el primer grupo llegaron al aeropuerto el avión de Austral ya estaba carreteando. Santucho y Vaca Narvaja, que estaba disfrazado de mayor del ejército hicieron señas al avión para que parara. De la torre de control no sabían qué pasaba. El avión se detiene en ese momento porque los guerrilleros que habían subido antes- el estudiante de medicina Alejandro Ferreira Beltran (ERP), la maestra Ana Wiese (FAR) y Víctor Fernández Palmeiro (ERP)- ocuparon la cabina y amenazaron al comandante de abordo. Los seis guerrilleros subieron y ordenaron esperar unos minutos, el piloto intentó resistirse y advirtió que el combustible no alcanzaría para llegar a Puerto Montt. Santucho encañonándolo respondió: “Pues habrá que llegar igual”.
Los 19 militantes rezagados intentaron tomar el avión de Aerolíneas, que alertados desde la torre de control no aterrizo y siguió vuelo. Una negociación muy tensa se realizó entre los guerrilleros armados y las fuerzas que rodearon el aeropuerto ante la prensa, cámaras de televisión, un médico, el abogado Mario Abel Amaya y un juez. El acuerdo fue claro: deponían las armas, un médico constataba el perfecto estado y se los devolvía al penal de Rawson –quedó como registro una película de imagen difusa de la conferencia de prensa que dieron Mariano Pujadas (Montoneros), Rubén Bonet (ERP) y María Antonia Berger (FAR)- El capitán de fragata Luis Sosa, segundo jefe de la base naval Almirante Zar, se comprometió a cumplir lo convenido. Cuando los presos subieron al colectivo, fueron trasladados a la base naval. Siete días después se cumple la orden de fusilamiento instrumentada personalmente por Luis Sosa y el teniente Roberto Bravo.
Transcurridas tres décadas de los hechos, los asesinatos de Trelew continúan a los realizados por el ejército a los peones patagónicos, o como en este caso por la misma Marina que bombardeó a civiles en Plaza de Mayo en 1955 y regenteó el Auschwitz argentino que fue la ESMA.
Fuente “La Fogata Digital”
http://www.lafogata.org/trelew/trelew08.pdf