Declaración conjunta:
Comprendiendo el poder de enredarnos, este 24 de marzo
organizamos una transmisión conjunta doce radios de la norpatagonia.
Lo hacemos en un contexto político en el que los medios de
comunicación comunitaria y popular somos mucho más que un colectivo de
comunicación, para transformarnos en el medio de expresión de las
organizaciones sociales y políticas que fueron objeto de persecución de la
última dictadura y de los gobiernos democráticos antipopulares que siguieron.
Vivimos esos tiempos y enredarnos es empoderarnos frente a
un poder que pretende eliminar el derecho a la libre expresión, sobre todo, a
las expresiones que lo desnuda y a cambio propone nuevos caminos.
Esta transmisión de la que fueron parte radio Fogón, FM
Alas, Petú Mogeleiñ, Encuentro, Piuké, Pocahullo, Los Coihues, La Negra, Gente
de Radio, Sudacas, Kalewche y radio Península, se empoderó desde un planteo
sobre el rol de nuestros medios y la memoria a través de una editorial que
abrió la transmisión:
"MEMORIA Y COMUNICACIÓN POPULAR"
La
memoria es indispensable para la construcción del poder popular. La
comunicación también; hecha de palabras verdaderas, de historias
vividas, donde las memorias ancestrales se hacen presentes en cada
relato del pueblo. Así se va formando el poder popular, es el poder de
la gente; no el de los gobernantes, no el de los partidos políticos, el
de la gente.
Y está claro que no hay “gente”, como
sociedad, como conjunto social, si no hay identidad. Identidad Social.
La Identidad Social es eso que nos da un punto de partida en cada
cuestionamiento que nos hacemos. Necesitamos de una identidad.
Necesitamos sentir que somos. Individualmente, pero sobre todo,
socialmente. Porque las personas somos seres sociales, y necesitamos
identificarnos con nuestro entorno. Y a su vez, la identidad está
construida de lo que somos. Somos lo que vamos haciendo, lo que nos va
pasando. Poder contar con la memoria de todo esto, entonces, es lo que
nos permitirá saber quiénes somos, hacia dónde queremos ir y por qué.
Para qué.
Como medios de comunicación popular y
comunitaria, trabajamos en esa memoria, somos esa memoria. Estamos
hechos de esa memoria colectiva que nos construye en pasado, para saber
quiénes somos en presente y qué queremos para el futuro. Nuestra
agenda, pasa por aquí. Por poder poner sobre nuestras mesas eso de lo
que estamos hechos… Pero, ¿de qué estamos hechos? ¿Estamos hechos del
asesinato de Coco Garrido en la comisaría 12 de El Bolsón? ¿Estamos
hechos del triple asesinato en Bariloche? ¿De la desaparición y
asesinato de Otoño? ¿De la insistencia de terratenientes como Lewis y
Bennetton usurpando territorios, coimeando policías, jueces,
gobernantes? ¿Estamos hechos de Franchioti sonriendo con su escopeta
humeante por acabar de asesinar a Darío y Maxi? ¿Del asesinato de Pocho,
o del de los y las 30 mil? No. Estamos hechos de la lucha que ellos y
ellas llevaban, de las luchas que por ellos y ellas emprendimos y
continuamos, estamos hechos de las pequeñas batallas ganadas, como la
del “Lewis, te tendrás que buscar otro lugar para tu aeropuerto”, o la
del Pueblo Mapuche recuperando su fuerza, su territorio, su cultura.
Estamos hechos de los movimientos que llevan los nombres de quienes el
poder hegemónico ha intentado arrebatarnos y sólo ha logrado
multiplicarnos. Estamos hechos de esa compañera o compañero que de
repente se pudo reconocer como parte de un pueblo originario y empezar a
luchar junto a su comunidad. Estamos hechos de la lucha de miles de
mujeres, que construyen feminismos cotidianamente. Estamos hechos de ese
laburo silencioso, pero inagotable de organizaciones culturales que
sostienen espacios de expresión social y colectiva. Estamos hechos de
colectivos que aprenden a vencer sus pequeñas diferencias para poder
encontrarse en las grandes coincidencias. Estamos hechos de mucho
encuentros multitudinarios en las calles y plazas diciendo "Ya basta" y
"No es No", manifestándonos en contra de loteos, proyectos mineros,
desalojos y represiones. Estamos hechos de calle. De acampes y tomas, de
ocupaciones, permanencias y recuperaciones. Somos miles, miles de
millones. Nuestra memoria no es la del dolor, la de recordarnos como
vencidos frente a un enemigo que aparece como invencible, porque no es
real. Nuestra memoria es fundamental para construir un futuro que
utilice nuestros aciertos, nuestras luchas.
Y aquí,
nuestros medios de comunicación tienen la enorme tarea de poder sacar
de nuestras bocas el discurso derrotista que nos ha impuesto el poder
hegemónico y sus medios de convencimiento social. Tenemos las
herramientas. Nos vamos juntando y esa es nuestra fortaleza, porque esos
saberes populares, esas experiencias sociales de vencer; son las que
tenemos que difundir entre compañeras, compañeros, comunidades y
organizaciones. Somos capaces, hemos logrado romper el cerco mediático
que nos quieren imponer. Somos Poder Popular caminando, hagámonos
conscientes de esto.
Hoy una Red Patagónica de
medios comunitarios y populares muestra su poder. Sale al aire uniendo
muchas localidades, muchas organizaciones, dando muestra de lo que somos
capaces. Hoy, el poder está en Nosotros, y la memoria también.