¿NORMAL INCIO
DE CLASES?
Arreglos parciales, varios de ellos sin
terminar, hierros de construcción y maderas con clavos diseminados por el
pasillo de entrada al patio interior de
la escuela, pastizales altos por todos lados con todo el peligro que ello conlleva,
lugares donde no se puede circular ni mucho menos estar por la invasión de chaquetas,
un desinfección a medias que aún no se sabe cuándo la van a concluir y la última
novedad: los chicos del pueblo ya no
tienen micros que los transporten hacia la escuela. ¿A esto se refieren
cuando hablan de un normal inicio de clases?
Esta es parte de la situación que está atravesando
la escuela 103 de Mallín Ahogado. Hechos reales y concretos que desmienten los
dichos del consejero escolar de El Bolsón y de la ministra de educación, porque,
al contrario de lo que ellos afirman, en nuestra escuela no están las
condiciones mínimas y necesarias para comenzar las clases de manera digna y segura.
Soy un padre sumamente preocupado y un
trabajador de la institución indignado ya que hoy seis de mis estudiantes de
cuarto grado no pudieron comenzar las clases porque no tuvieron forma de llegar
a la escuela (un remis desde el pueblo hacia la escuela, ida y vuelta, cuesta más
de $200, ¿todos estamos en condiciones de afrontar estos gastos diariamente? Cuándo
desde el Ministerio de educación de la provincia hablan de inclusión ¿a qué
tipo de inclusión se refieren cuando por propia decisión les niegan el derecho
a la educación a muchos niños por el simple hecho de vivir en el pueblo y no
contar con los medios para llegar a la escuela? ¿Hasta cuándo vamos a continuar
aguantando estos atropellos? Después hablan de las generaciones futuras y del
derecho social a la educación. ¡Por favor! A otros con esos cuentos...
Y esto no termina aquí, a las problemáticas
expuestas en un principio se suman otras: Por medio de la Resolución 259/17 el
Ministerio de Educación de la Provincia de Río Negro cerró, de modo arbitrario e infundado, el cargo de maestro
de huerta. Entiendo que esta decisión
política, tomada autoritariamente por el gobierno, desconoce el trabajo
realizado durante años en nuestra escuela y la identidad de la misma. Identidad
que sienta sus bases en la ruralidad. Ruralidad que no solo se relaciona con el
medio en la cual la escuela se inserta, sino, fundamentalmente, por la
población que habita nuestras aulas y por los proyectos pedagógicos que giran
en torno a la ruralidad: “Siembra de centeno”, “feria de semillas libres”, “Bosque
temático y sendero interpretativo”, “Taller de chacinados”, “Taller de
carpintería rural”, “Soberanía alimentaria”, etc. Y así podría continuar
enumerando otras problemáticas: el tema del agua potable que hasta el momento
nunca fue resuelto de fondo, el pedido de un cargo para el turno tarde que
nunca fue creado, la falta de porteros, etc.
¿Qué
están buscando? ¿Qué el ajuste socio económico lo paguen también nuestros hijos
y nuestros estudiantes? Aquí también digo: NO ES NO.
Escribo con bronca, porque veo como están
vaciando a la educación y porque hoy fue muy triste comenzar las clases
sabiendo que faltaban muchos chicos. Chicos que no comenzaron porque se
quedaron sin transporte, o mejor dicho, porque les sacaron el transporte que es
igual a decir: “LES ROBARON EL DERECHO
SOCIAL A LA EDUCACIÓN”.
Adrián Alejandro Estévez
(Padre y maestro de la escuela)
DNI: 24.870.509