EDITORIAL DE LA AGRUPACIÓN ROJINEGRA: "CAMBIAR EL PASO DE LAS ORGANIZACIONES, DE LA DENUNCIA A LA CONSTRUCCIÓN"

El Bolsón (ANPP).-Editorial de la Agrupación Rojinegra:
CAMBIAR EL PASO DE LAS ORGANIZACIONES, DE LA DENUNCIA A LA CONSTRUCCIÓN

En los años noventa empezamos a ver cómo el pueblo nación mapuche cambiaba sus posturas de resistencia a la de recuperación. Recuperación de su lengua, de su cultura, de su territorio. Vimos cómo, nuestra sociedad los dejó avanzar sin problemas en la recuperación hasta que llegaron al punto del territorio, porque allí se cruzaban los intereses de este sistema capitalista y la propiedad privada con los intereses culturales de este pueblo digno.
En los dos mil, vimos cómo, luego de salir a la calle masivamente y echar a un presidente que se había presentado como opción moderada pero que no dudó en flexibilizar el trabajo, y empobrecer al pueblo, vecinos y vecinas se organizaron de manera diferente. Ya no en forma verticalista, como la de los partidos políticos, sino en asambleas. Muchas de ellas cayeron en interminables peleas de egos personales, pero muchas lograron traspasar ese momento e instrumentar dispositivos que aseguraran la participación.
Vienen madurando en nuestra experiencia colectiva muchos aprendizajes que se vuelven necesarios tener presente en forma continua, para no volver a caer en prácticas que habrán sido útiles en sus momentos, pero que hoy ya pertenecen a la estrategia de quienes pretenden mantener el status quo.
En estos tiempos, el desafío parece presentarse, entre otras cosas con la diversidad. ¿Es la diversidad una contra o algo que nos potencia?, ¿cómo hacer para no caer en el cuento de la necesidad de ser homogéneos para poder hacer algo juntos?. Este desafío se empieza a resolver en las calles, de a poco, y es bueno ir tomando nota, sistematizando los aprendizajes.

Al igual que el proceso iniciado por el pueblo mapuche de recuperación de su territorio, el cual se enfrenta claramente con uno de los ejes vertebradores del sistema capitalista que es “la propiedad privada de la tierra”, deberíamos analizar, ¿cuáles son las propiedades privadas que entran en juego cuando hablamos de diversidad en organizaciones? La propiedad intelectual de las ideas, de las imágenes, de los escritos… y es que tal vez, la propiedad privada sea lo que nos mantiene atados a un modelo de desarrollo que no nos permite crecer.
Y la identidad se pone en juego de manera cru
En los últimos años, el Encuentro Nacional de Mujeres y  a nivel local el Festival Por la Diversidad nos vienen marcando un rumbo con qué y cómo hacer.
cial a la hora de entender que hasta nuestros cuerpos son víctimas de estas políticas de propiedad privada, de modelos prearmados que sólo sirven a intereses mezquinos, normalizadores, homogeneizantes.

Foto: Gustavo Zaninelli (marcha popular El Bolsón 11 de febrero de 2017)

La marcha de ayer, al igual que la del 7 de enero, muestran que somos capaces de construir de maneras diferentes, de ya no quedarnos en los reclamos, para empezar a configurar nuestra identidad social de manera consciente. Reconocernos diversos, y capaces de construir juntos y juntas, venciendo dogmatismos, potenciando nuestra capacidad social de abarcar todos los frentes, con múltiples estrategias, porque somos más. Esto pone muy nerviosos a los capitalistas, que ven unirse las luchas de mapuches con la de feministas, a asambleas con diversidad, al acampe con los mapuches y a todos con todos, no siendo uno, sino siendo muchos. Muchos y muchas. Dejar de preocuparnos por ser muchos en el propio grupo por ocuparnos de ser muchos grupos en la calle, compartiendo aprendizajes, construyendo.