Por Rafael Santos
Artgentina, 31de mayo de 2012 (Partido Obrero).- “Nuestro país tiene una larga, rica y heroica historia petrolera. Tal vez una de las gestas nacionales más grandes que tuvimos. Desde esa convicción -dice la organización trotskista MST-, rescatamos a Mosconi, no por capricho sino por coherencia…”.
YPF nunca tuvo, en realidad, el monopolio de la industria petrolera: convivió con las empresas imperialistas (Standard Oil, Shell, Esso, etc.) durante toda su existencia. Argentina no se autoabastecía en materia de hidrocarburos, que importaba a través de las compañías anglo-yanquis. El nacionalismo petrolero se manifestaba, en forma incesante, en los impedimentos para que ingresara a Argentina (el Chaco salteño) la Standard Oil. Precisamente por esto, Argentina apoyó a Paraguay (Shell) contra Bolivia (Standard), en la guerra del Chaco y explica el golpe del ’43, el que se hizo para impedir la llegada al gobierno del salteño Patrón Costas, del ala yanqui de la oligarquía. Los yanquis tuvieron su revancha con Frondizi. La burguesía argentina nunca expropió petroleras extranjeras -como sí lo hicieron México, Bolivia o Perú. YPF fue la caja esquilmada por todos los gobiernos burgueses. Frondizi, primero, y la última dictadura, después, la llevaron a la quiebra.
Mosconi, quien asumió la jefatura de YPF en 1922 bajo el gobierno escasamente antimperialista de Alvear, procuró el crecimiento de YPF, a la que veía como una valla contra la Standard yanqui. Según un estudioso, sin embargo, “conviene advertir que el monopolio que propugnó Mosconi no excluía la participación de capitales privados asociados a YPF en lo que él denominó monopolio mixto con participación del capital privado nacional” (Antonio Iglesias, Política Petrolera Argentina, pág. 57). El monopolio estatal de toda la industria petrolera fue incorporado al programa de la UCR por Yrigoyen, pero al decir de un diputado socialista de la época “se trataba de una postura demagógica de los yrigoyenistas” en su lucha contra Alvear.