A 202 años y 3 días de la Revolución de Mayo, propusieron retomar la idea de soberanía con un concepto diferente: la Matria Grande. Lo hicieron interviniendo los cuerpos de nueve de sus integrantes con el trabajo de artistas plásticas como Flox, Mailén, Paola Olari y Sandra Armengol. Durante la tarde se produjo otro evento, con corte de calles, realizado por todas las organizaciones que integran la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Ya no es tabú
Raquel Vivanco, una de las integrantes de Mumalá, dijo a lavaca: “Somos optimistas sobre que el Congreso finalmente deje de resistir hacer un debate que atraviesa a toda la sociedad. De hecho, 57 diputadas y diputados de todos los bloques firmaron el proyecto impulsado por la Campaña. Nosotras creemos que hay consenso, incluso en la mayoría del Frente para la Victoria, pero lamentablemente la Presidenta se opone y entonces sus legisladores dicen que el tema no está en agenda”.
¿Cómo fue la reacción del público ante la propuesta? “Todos aceptaron los volantes y apoyaron lo que estamos planteando. No hubo ni un debate o discusión. Al revés: la gente se sacaba fotos y aprobó explícitamente la propuesta. Y eso refuerza la idea de que este ya no es un tema tabú, al menos en los grandes conglomerados urbanos”.
¿Por qué “soberanía”?
¿Por qué el concepto de soberanía en este tema? Raquel: “Porque hablamos de la soberanía de las mujeres sobre nuestros cuerpos ara poder decidir sobre nuestra salud sexual y reproductiva y sobre nuestra vida. El derecho a decidir convierte a la maternidad en una elección libre, y no en un mandato cultural”. Otro argumento: “”Queremos ser libres y responsables, tomar decisiones autónomamente y sin imposiciones. Pero las desiguales relaciones de poder entre los géneros nos ubican en un lugar subordinado. Históricamente nuestros cuerpos han sido prisioneros de una cultura que no se ajusta a nuestros deseos y menos aún a nuestras necesidades, lo que nos lleva a poner en riesgo la salud y la vida, negándonos así nuestros derechos como humanas. Somos las mujeres y en particular las de los sectores más vulnerados quienes sufrimos las principales consecuencias de esta desigualdad en nuestra sociedad”.
Para las Mumalá el tema del aborto es una deuda de la democracia con la salud de las mujeres. “No quiere decir que si se legaliza vamos a ir a abortar alegremente. Nadie quiere eso, porque es una situación a la que se llega por desesperación, y más en el marco actual donde se lo considera un delito”. Raquel agrega: “Las consecuencias de la clandestinidad la pagan mujeres de sectores más humildes que no tienen dinero para ir a una clínica privada. Más de 500.000 mujeres por año abortan, es la principal causa de mortalidad materna, ha habido unas 3.000 mujeres muertas desde que empezó la democracia, por abortar en malas condiciones”.
1.200 millones de pesos
Se calcula que el negocio clandestino del aborto mueve unos 1.200 millones de pesos al año y que unas 70.000 mujeres por año acuden a los hospitales públicos para atenderse por complicaciones posteriores a esos abortos clandestinos.
Las Mumalá son una actualización de una organización feminista territorial nacida en el 2001: Las Juanas. Uno de sus volantes es también una obra de arte: Sudamérica formada con el cuerpo de mujeres que vuelven a esa equivalencia: “Nuestro cuerpo/ nuestro territorio” y a un derecho básico: “poder decidir”.
Parlamento no parlamenta
La idea de Matria Grande implica que la historia caminó bastante renga desde la Revolución de Mayo. Dicen: “A pesar de que en estos dos siglos las mujeres hemos avanzado en la conquista de nuestros derechos, seguimos padeciendo distintas formas de dominación que se expresan en: el no reconocimiento y desvalorización de nuestro trabajo en el hogar; en las dificultades existentes para nuestra autodeterminación económica; en el femicidio como expresión máxima de la violencia machista; en la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual y en la negación del derecho a la soberanía de nuestros cuerpos”.
Otra de las consignas de la campaña plantea: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo para no morir”, recuerda Raquel. Todo mientras se sigue esperando saber si el Parlamento considera la posibilidad de parlamentar sobre esos asuntos.