El Bolsón (ANPP).- En un clima de alegría y firmeza, cerca de
3 mil personas marcharon durante más de dos horas por las calles de El Bolsón unidos en la consigna común "Comarca de Pie" para expresar el rechazo popular a cualquier proyecto económico o político que pase por encima de los derechos de la comunidad o ponga en peligro el medio ambiente.
De hecho la convocatoria para esta moviliza
ción, que entrará en la historia de la Comarca Andina, incluía el rechazo rotundo a varias cuestiones: la pretensión de construir una villa turística VIP sobre el acuífero de Pampa de Ludden, que dejaría sin agua a la población rural de Mallín Ahogado; la instalación de una antena de celulares, que emite radiaciones nocivas, en el paraje Las Golondrinas; la intención de erigir dos represas sobre los ríos Manso y Puelo, en Chile, para alimentar la devastadora industria minera; y la decisión del intendente de Lago Puelo de vender a un empresario turístico 46 hectáreas de bosque nativo.
Por otra parte, se repudió al accionar de la policía de El Bolsón en dos casos que remiten a tiempos de dictadura: la intimidación a estudiantes secundarios durante los justos reclamos por escuelas en condiciones y el asesinato de Guillermo Garrido, joven de 24 años, de Epuyén, que según la versión policial "se ahorcó" en la celda de la comisaría 12ma de El Bolsón el verano último.
Las niñas y los niños primero
Desde temprano, alrededor de las 14, vecinos y pobladores de la Comarca Andina se empezaron a congregar en la plaza Pagano de El Bolsón. El aire estaba fresco por momentos pero el sol rutilaba, contrariamente a lo que pronosticaba alguna periodista de mal agüero en la víspera. Se encontraron con las actividades que se habían organizado, al igual que en otros puntos del país, por los Derechos de las Niñas, los Niños y los Adolescentes.
Alrededor del mural en homenaje a Otoño Uriarte (joven asesinada por una red de trata en el valle rionegrino) campesinos, estudiantes secundarios, ambientalistas, comunidades mapuche, sindicatos y organizaciones sociales y políticas iban preludiando, con sus banderas, la diversidad de colores que, en la unidad, tendría la marcha.
La voz del pueblo se empieza a oír
Pasadas las 17, con una bandera enorme al frente que decía "Comarca de Pie", se empezó a gestar una de las marchas más grandes que haya vivido El Bolsón. De fondo sonaban los ritmos de la Murga Guacha del Río Quemquemtreu, conjugados con el pulso de una decena de percusionistas.
Los jóvenes de la Federación de Estudiantes Secundarios, que este año dieron un ejemplo de lucha, respeto y participación, tomaron la delantera junto a militantes de la biblioteca del barrio Usina y pobladores de Mallín Ahogado integrantes de la Asamblea en Defensa del Agua y la Tierra.
Entre los centros de estudiantes, se destacaban las banderas de los chicos de la escuela 774 de Epuyén, portando estandartes que recordaban a Guillermo "Coco" Garrido, quien había asistido a ese secundario.
Desde Esquel, integrantes de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el No a la Mina llegaron para no perderse este hito de la conciencia popular, y no se equivocaron.
Abundaban banderas de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Chubut y de las comunidades mapuche. Entre otras dieron el presente, al sonido del ñorquin y de las trutrukas, la comunidad Las Huatekas (paraje Los Repollos) , Motoco-Cárdenas y Cayún (Lago Puelo), Pulgar (Puerto Patriada), lof Lofolil (Mallín Ahogado), Tequel Mapu (El Bolsón) y Quintupuray (Cuesta del Ternero).
También vinieron a respaldar al pueblo comarcano integrantes de la Comunidad del Limay y del Parlamento Mapuche de Río Negro.
La marcha avanzaba por la avenida San Martín hacia el Sur ante la mirada atónita de algunos turistas y ciertos vecinos que no daban crédito a lo que se venía gestando. En la intersección con la avenida Belgrano (ruta 40) podía percibirse, con sólo girar la cabeza, la dimensión que iba tomando la marcha. Ya eran casi las 18 y se habían congregado más de mil almas.
Banderas y flores
La columna ahora caminaba rodeando la plaza Pagano. En la comisaría 12ma, con los policías escondidos dentro, familiares y amigos de Guillermo Garrido dejaron ramos de flores.
“Justicia por Sergio y Nino” clamaba una bandera. Eran los familiares de las víctimas de la Masacre de Bariloche, perpetrada por la corrupta policía rionegrina en junio del año pasado. Una bandera con los colores del arco iris marcaba la presencia del grupo Puertas Abiertas al Sur por la Diversidad Sexual.
“El poder está en nosotros”, “No a la represa en río Puelo”, “Justicia por Coco” y “No al des-arroyo” eran algunas de las otras consignas que desfilaban. Ahora la multitud, siempre en crecimiento se dirigía para el Norte hasta la calle Hernández. Allí, en un plazoleta, un grupo de jóvenes de la Asociación Sur personificando a un árbol, un motosierrista, el diablo, la Justicia y el pueblo, hicieron un sketch sobre la pretensión de los personeros del magante inglés Joseph Lewis de levantar una villa turística en Mallín Ahogado.
Más banderas hablaban de la diversidad de sectores que confluyeron esta tarde: la Agrupación Rojinegra, Asamblea Comarcal contra el Saqueo, Asamblea Tierra Libre, Colectivo Militante por los Derechos Humanos, Consejo de la Niñez, Asociación Civil Alas, Vecinos de Golondrinas, Asamblea Patagonia Sin Represas, JP Descamisados, Corriente Peronista, el Centro de Integración Comunitaria, entre otras.
Somos miles
Hacia las 19 la marcha llegó a su clímax. Por la avenida Sarmiento cerca de 3 mil personas colmaban tres cuadras. La alegría se dibujaba en todos los rostros, había clima de triunfo: un mensaje contundente a la clase política y a los inescrupulosos se había hecho realidad. Y era seguro que irán a acusar recibo.
Frente al Club Andino Piltriquitrón, la gente se detuvo a cantar y bailar, a decirle a los que apoyan negociados que perjudican al pueblo que esto es sólo el comienzo y que la comunidad luchará hasta el final en defensa del agua y de la tierra.
De vuelta en la plaza, dos horas después de iniciado todo, un cierre emocionante: la laguna artificial fue rodeada por completo por las personas tomadas de las manos, que no paraban de cantar y de festejar. Parecía que nadie quería irse. No era para menos: este sábado histórico la gente tuvo la certeza de que el pueblo puede tomar las riendas de su destino. Para el bien de todos.