(Prensa de Frente).- El pasado jueves mientras velaban al ex presidente Kirchner en la Casa Rosada, en Santa Cruz una patota enviada por Claudio "El Gordo" Silva, titular del gremio de Empleados de Comercio, agredió dejando cinco heridos a un grupo de jóvenes y trabajadores que se manifestaban frente al local del sindicato. La protesta se realizaba por la desafectación de una de las Listas que juega en las próximas elecciones internas. Los empleados atacados y el Partido Obrero acusan al Secretario General del sindicato de haber "pedido ayuda" al gremio de la construcción y denuncian que hubo “zona liberada”.
La policía y la patota de la Uocra
Alrededor de las 17:30hs, 50 personas de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) arremetieron contra los no mas de quince trabajadores y militantes del Partido Obrero (FUT-PO) entre los que se encontraba su dirigente Miguel del Plá a quien patearon salvajemente en la cabeza. En la embestida, aunque duró más de 10 minutos, nunca intervino el movil policial que se encontraba a una cuadra del lugar.
Según la Organización Periodística Independiente (OPI) , Mirtha Espina, periodista de de Radio Córdoba, dijo que fue agredida al grito de “Hija de puta, para que no informes mentiras”. Fuentes consultadas en el lugar por la misma agencia informativa afirman que la presencia de la "patota de la UOCRA" como se la llama luego de que golpearan al diputado Omar Hallar en plena vía pública hace un mes atrás, fue solicitada por Silva a García (Titular de la UOCRA) que mande a esta basura a golpear a la gente. Son delincuentes y aquí la policía o el poder político los apoya”.
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lunes, 1 de noviembre de 2010
LA MUERTE DE KIRCHNER A UNA SEMANA DEL ASESINATO DE MARIANO FERREYRA
Ante el escenario más favorable o el más adverso, acumular fuerzas es la tarea
Buenos Aires (Prensa de Frente).- Las adhesiones y la mística militante de estos días pueden consolidarse o diluirse, según se cumpla una u otra de estas dos hipótesis: el gobierno profundiza un camino progresista y popular, redefine alianzas y banca próximas confrontaciones con sectores poderosos, o cede gradualmente en la búsqueda de equilibrios de poder que le faciliten su permanencia. Un camino u otro plantearán escenarios diferentes para las organizaciones populares que pugnan por un cambio social, aunque la prioridad no cambiará: acumular fuerzas propias, desde abajo y con autonomía política respecto a lo que se haga o no desde del Estado, para afrontar en las mejores condiciones las batallas que se avecinan.
Del Bicentenario a las exequias de Kirchner
Pasaron sólo 5 meses desde los festejos del Bicentenario, cuando el oficialismo vio en las masivas demostraciones de adhesión popular un espaldarazo a su gestión y a la iniciativa política recobrada tras la derrota del 2009. Poco tiempo después, el mismo oficialismo fue perdiendo el optimismo mientras se sucedían las malas noticias: se sorprendió con la imposibilidad de ganar las elecciones en la CTA, tuvo que ceder ante un Scioli fortalecido tras haber recibido un reto del propio Kirchner, y no encontró la forma de despegar del asesinato de Mariano Ferreyra a manos de sus socios sindicales. Las debilidades estructurales de un proyecto basado en el conservadurismo del PJ, la burocracia de la CGT y el doble discurso respecto a “los monopolios y las corporaciones” (malos unos y amigos otros), sumado al aprovechamiento por parte de la oposición política y mediática por derecha, esmerilaron el clima social favorable de apenas pocos meses atrás, erosionando no solo el capital político acumulado por la puesta en marcha de una serie de políticas populares a lo largo de los últimos años, sino incluso perdiendo el apoyo reciente que generaron la Asignación Universal, el matrimonio igualitario y diferentes planes masivos de empleo.
¿Puede esfumarse de manera similar la adhesión demostrada en los últimos días? Seguramente Cristina, ahora, cuente con índices de adhesión popular y muestras de valoración y respeto de una parte importante de nuestro pueblo. Pero sólo eso no alcanzará cuando, pasado el impacto social y retomada la vida cotidiana, amenacen con volver los problemas en cada uno de los flancos en que el gobierno queda expuesto, por parte de los reclamos populares desatendidos por un lado, y por la presión y las operaciones de desgaste de los sectores disconformes del poder económico por el otro.
De parte de los sectores populares, ahí podrán estar nuevamente reclamos como sucedió, por ejemplo, con los despedidos en Paraná Metal (Rosario) y las bicicleteadas que los trabajadores tuvieron que soportar de parte del gobierno, o las luchas de desocupados por la exclusión y las malas condiciones de los planes de trabajo en Buenos Aires. O refloten las luchas contra la megaminería y la contaminación en los pueblos de Catamarca, Salta, La Rioja o San Juan. Debilitará por abajo la imagen del gobierno, la insistencia en negar la personería gremial a la CTA y el reclamo de partidos políticos con agendas populares ante la proscriptiva ley de reforma electoral. Seguirán causando rechazo las explicaciones de políticos oficialistas enriquecidos en la función pública sobre lo “inconveniente” de que los jubilados cobren su 82%, y habrá protestas ante los avances de la criminalizaición de la pobreza y la niñez impulsada por el gobernador –todavía- oficialista Scioli.
Esta debilidad del kirchnerismo ante sectores populares que elijen posicionarse o luchar “corriendo a la izquierda” la agenda y el discurso oficial, deja al propio gobierno más débil ante los embates de una derecha que insistirá en conseguir un mejor gerente para que, desde la Casa Rosada, le garantice un clima social más “disciplinado” y más favorable a sus negocios. Pero sería cínico achacarle esa debilidad a los que luchan y reclaman sus justos derechos: si un gobierno que se pretende popular enfrenta broncas, reclamos y protestas de los de abajo, quien debe replantearse su proceder es el gobierno y no quienes luchan por sus derechos básicos.
¿Qué significará “profundizar el cambio”?
¿Acaso algún replanteo de ese tipo implicará esa consigna difundida por los voceros de la progresía kirchnerista que convocan a “profundizar el modelo”? El impulso a la organización popular de base, la opción por estas nuevas formas de organización que se insubordinan ante los viejos poderes de la política pejotista o el sindicalismo burocrático, no está en el ADN del kirchnerismo, más bien lo contrario. Desde el gobierno permiten y alientan la movilización en defensa propia, pregonando una frustrante convivencia entre lo putrefacto de la vieja política y la nueva militancia, que si se ha arrimado a las filas oficialistas es más por las medidas progresivas que se ha tomado, antes que por el gusto de formar parte del PJ o la CGT. Ese modelo kircherista de participación popular limitada excluye a todo el abanico de experiencias organizativas independientes o posicionadas a la izquierda del gobierno, protagonistas de las más destacadas luchas populares de los últimos años que, por caso, también con vitalidad y masividad coparon hace pocos días las calles del país y la Plaza de Mayo para repudiar a los asesinos del militante de izquierda Mariano Ferreyra y a los sindicalistas traidores que los amparan.
Por el otro costado, la derecha pura y dura va a insistir (Sí, aunque algunos militantes de izquierda estén muy enojados con el kirchnerismo, es justo y necesario analizar, más aún en momentos de turbulencia y potenciales crisis, la posibilidad cierta del retorno de políticas de ajuste y represión, que acechan desde toda la oposición conservadora a excepción de los partidos de centroizquierda).
Para bien o para mal, la principal disyuntiva respecto al bienestar de las clases populares en esta coyuntura, está en manos de ese proyecto confuso de beneficios empresariales y mística popular, ideológicamente ambiguo, decoroso heredero del peronismo, que se viene dando en llamar “kirchnerismo”. Avanzar en la resolución de problemas estructurales a favor de los trabajadores y el pueblo, incluido el impulso de nuevas formas de organización que desplacen a las estructuras corruptas y burocráticas, es algo improbable en rigor de lo que se ha desplegado en estos 7 años de gobierno. Pero la encrucijada que deberá evaluar la militancia kirchnerista es que no hacerlo será amoldarse y ceder gradualmente a la presión de los poderes establecidos, y eso implicará retroceder en el mediano plazo, incluso en las elementales conquistas democráticas como las políticas garantistas, de democratización y contención social. Ese retroceso o viraje más a la derecha lo expresará la oposición reaccionaria o podrá surgir del propio oficialismo, bajo el barniz de una opción de continuidad “moderada” como expresa el gobernador Scioli y su vocación de llegar a la presidencia para “reunificar al peronismo”.
En todo caso, otro será el desafío para quienes asumen un posicionamiento “a la izquierda del kirchnerismo”. Aunque todavía subterráneo, buscando definir sus proyecciones políticas, hay todo un abanico de movimientos y agrupaciones populares, de trabajadores, de militancia joven proveniente del 2001, de organizaciones territoriales herederas del combativo movimiento piquetero, de campesinos pobres, de luchas medioambientales o por la igualdad de género, de estudiantes y también de organizaciones político sociales novedosas y hasta de experiencias partidarias institucionales, que no dependen de que desde el gobierno se marque un curso de avance u otro. Desde abajo, en muchos rincones de nuestro pueblo se va construyendo Poder Popular, desarrollando las fuerzas necesarias para resistir si el escenario futuro fuera el más adverso, pero no sólo eso: prefigurando además la proyección política necesaria para “contribuir al armado de una fuerza popular que supere la disyuntiva entre lo que hay y lo peor, para poder construir de conjunto una Argentina justa, soberana e igualitaria”.
Buenos Aires (Prensa de Frente).- Las adhesiones y la mística militante de estos días pueden consolidarse o diluirse, según se cumpla una u otra de estas dos hipótesis: el gobierno profundiza un camino progresista y popular, redefine alianzas y banca próximas confrontaciones con sectores poderosos, o cede gradualmente en la búsqueda de equilibrios de poder que le faciliten su permanencia. Un camino u otro plantearán escenarios diferentes para las organizaciones populares que pugnan por un cambio social, aunque la prioridad no cambiará: acumular fuerzas propias, desde abajo y con autonomía política respecto a lo que se haga o no desde del Estado, para afrontar en las mejores condiciones las batallas que se avecinan.
Del Bicentenario a las exequias de Kirchner
Pasaron sólo 5 meses desde los festejos del Bicentenario, cuando el oficialismo vio en las masivas demostraciones de adhesión popular un espaldarazo a su gestión y a la iniciativa política recobrada tras la derrota del 2009. Poco tiempo después, el mismo oficialismo fue perdiendo el optimismo mientras se sucedían las malas noticias: se sorprendió con la imposibilidad de ganar las elecciones en la CTA, tuvo que ceder ante un Scioli fortalecido tras haber recibido un reto del propio Kirchner, y no encontró la forma de despegar del asesinato de Mariano Ferreyra a manos de sus socios sindicales. Las debilidades estructurales de un proyecto basado en el conservadurismo del PJ, la burocracia de la CGT y el doble discurso respecto a “los monopolios y las corporaciones” (malos unos y amigos otros), sumado al aprovechamiento por parte de la oposición política y mediática por derecha, esmerilaron el clima social favorable de apenas pocos meses atrás, erosionando no solo el capital político acumulado por la puesta en marcha de una serie de políticas populares a lo largo de los últimos años, sino incluso perdiendo el apoyo reciente que generaron la Asignación Universal, el matrimonio igualitario y diferentes planes masivos de empleo.
¿Puede esfumarse de manera similar la adhesión demostrada en los últimos días? Seguramente Cristina, ahora, cuente con índices de adhesión popular y muestras de valoración y respeto de una parte importante de nuestro pueblo. Pero sólo eso no alcanzará cuando, pasado el impacto social y retomada la vida cotidiana, amenacen con volver los problemas en cada uno de los flancos en que el gobierno queda expuesto, por parte de los reclamos populares desatendidos por un lado, y por la presión y las operaciones de desgaste de los sectores disconformes del poder económico por el otro.
De parte de los sectores populares, ahí podrán estar nuevamente reclamos como sucedió, por ejemplo, con los despedidos en Paraná Metal (Rosario) y las bicicleteadas que los trabajadores tuvieron que soportar de parte del gobierno, o las luchas de desocupados por la exclusión y las malas condiciones de los planes de trabajo en Buenos Aires. O refloten las luchas contra la megaminería y la contaminación en los pueblos de Catamarca, Salta, La Rioja o San Juan. Debilitará por abajo la imagen del gobierno, la insistencia en negar la personería gremial a la CTA y el reclamo de partidos políticos con agendas populares ante la proscriptiva ley de reforma electoral. Seguirán causando rechazo las explicaciones de políticos oficialistas enriquecidos en la función pública sobre lo “inconveniente” de que los jubilados cobren su 82%, y habrá protestas ante los avances de la criminalizaición de la pobreza y la niñez impulsada por el gobernador –todavía- oficialista Scioli.
Esta debilidad del kirchnerismo ante sectores populares que elijen posicionarse o luchar “corriendo a la izquierda” la agenda y el discurso oficial, deja al propio gobierno más débil ante los embates de una derecha que insistirá en conseguir un mejor gerente para que, desde la Casa Rosada, le garantice un clima social más “disciplinado” y más favorable a sus negocios. Pero sería cínico achacarle esa debilidad a los que luchan y reclaman sus justos derechos: si un gobierno que se pretende popular enfrenta broncas, reclamos y protestas de los de abajo, quien debe replantearse su proceder es el gobierno y no quienes luchan por sus derechos básicos.
¿Qué significará “profundizar el cambio”?
¿Acaso algún replanteo de ese tipo implicará esa consigna difundida por los voceros de la progresía kirchnerista que convocan a “profundizar el modelo”? El impulso a la organización popular de base, la opción por estas nuevas formas de organización que se insubordinan ante los viejos poderes de la política pejotista o el sindicalismo burocrático, no está en el ADN del kirchnerismo, más bien lo contrario. Desde el gobierno permiten y alientan la movilización en defensa propia, pregonando una frustrante convivencia entre lo putrefacto de la vieja política y la nueva militancia, que si se ha arrimado a las filas oficialistas es más por las medidas progresivas que se ha tomado, antes que por el gusto de formar parte del PJ o la CGT. Ese modelo kircherista de participación popular limitada excluye a todo el abanico de experiencias organizativas independientes o posicionadas a la izquierda del gobierno, protagonistas de las más destacadas luchas populares de los últimos años que, por caso, también con vitalidad y masividad coparon hace pocos días las calles del país y la Plaza de Mayo para repudiar a los asesinos del militante de izquierda Mariano Ferreyra y a los sindicalistas traidores que los amparan.
Por el otro costado, la derecha pura y dura va a insistir (Sí, aunque algunos militantes de izquierda estén muy enojados con el kirchnerismo, es justo y necesario analizar, más aún en momentos de turbulencia y potenciales crisis, la posibilidad cierta del retorno de políticas de ajuste y represión, que acechan desde toda la oposición conservadora a excepción de los partidos de centroizquierda).
Para bien o para mal, la principal disyuntiva respecto al bienestar de las clases populares en esta coyuntura, está en manos de ese proyecto confuso de beneficios empresariales y mística popular, ideológicamente ambiguo, decoroso heredero del peronismo, que se viene dando en llamar “kirchnerismo”. Avanzar en la resolución de problemas estructurales a favor de los trabajadores y el pueblo, incluido el impulso de nuevas formas de organización que desplacen a las estructuras corruptas y burocráticas, es algo improbable en rigor de lo que se ha desplegado en estos 7 años de gobierno. Pero la encrucijada que deberá evaluar la militancia kirchnerista es que no hacerlo será amoldarse y ceder gradualmente a la presión de los poderes establecidos, y eso implicará retroceder en el mediano plazo, incluso en las elementales conquistas democráticas como las políticas garantistas, de democratización y contención social. Ese retroceso o viraje más a la derecha lo expresará la oposición reaccionaria o podrá surgir del propio oficialismo, bajo el barniz de una opción de continuidad “moderada” como expresa el gobernador Scioli y su vocación de llegar a la presidencia para “reunificar al peronismo”.
En todo caso, otro será el desafío para quienes asumen un posicionamiento “a la izquierda del kirchnerismo”. Aunque todavía subterráneo, buscando definir sus proyecciones políticas, hay todo un abanico de movimientos y agrupaciones populares, de trabajadores, de militancia joven proveniente del 2001, de organizaciones territoriales herederas del combativo movimiento piquetero, de campesinos pobres, de luchas medioambientales o por la igualdad de género, de estudiantes y también de organizaciones político sociales novedosas y hasta de experiencias partidarias institucionales, que no dependen de que desde el gobierno se marque un curso de avance u otro. Desde abajo, en muchos rincones de nuestro pueblo se va construyendo Poder Popular, desarrollando las fuerzas necesarias para resistir si el escenario futuro fuera el más adverso, pero no sólo eso: prefigurando además la proyección política necesaria para “contribuir al armado de una fuerza popular que supere la disyuntiva entre lo que hay y lo peor, para poder construir de conjunto una Argentina justa, soberana e igualitaria”.
PASTORAL ABORIGEN REPUDIA ATENTADO A COMUNIDAD SEPÚLVEDA
Enviado por Ángel Callupil
Desde los Equipos de Pastoral Aborigen de la Prelatura de Esquel y la Diócesis de Comodoro Rivadavia, manifestamos nuestro más enérgico repudio a los graves hechos de violencia perpetrados por la familia Guajardo contra la Comunidad Mapuche Enrique Sepúlveda, quiénes el pasado 22 de Octubre incendiaron el Rewe de la comunidad y balearon al lonko Abelardo Sepúlveda dentro del territorio comunitario.
La comunidad mapuche Enrique Sepúlveda, de Buenos Aires Chico, localidad de El Maitén, mantiene un conflicto jurídico de larga data con el terrateniente Guajardo, por una porción de territorio que le pertenece a la comunidad. Desde hace varios años Don Abelardo Sepúlveda es victima de ataques efectuados por este terrateniente, quién tendría una fuerte vinculación con el poder político, siendo estos denunciados en distintas oportunidades ante el juzgado civil y en la fiscalía.
Asimismo también, hacemos responsables a los poderes del estado provincial de los atropellos, el hostigamiento y los ataques que permanentemente sufren las comunidades mapuche-tehuelche de nuestra provincia, debido a la falta de respuesta a sus reclamos, la inexistencia de una política de regularización de tierras y la inoperancia a la hora de resolver los conflictos judiciales sobre sus territorios.
Los Equipo de Pastoral Aborigen del Chubut levantan su voz para que sea escuchado el reclamo de justicia de los hermanos indígenas. Buscamos cumplir esta misión pastoral, ya que la fe en Jesucristo y los valores del Reino nos urgen a un compromiso serio, fraterno y solidario con los pueblos originarios, por su dignidad y el respeto a su cultura.
No callaremos. Porque somos testigos de estos atropellos y hace años vemos que las comunidades indígenas no son escuchadas por el Gobierno, las vemos “amenazadas en su existencia física, cultural y espiritual, en sus modos de vida, sus culturas, sus identidades, en su diversidad, en sus territorios..” (Doc. de Aparecida Nº 90). Por eso damos “un apoyo solidario a aquellas organizaciones indígenas que luchan por causas legítimas y justas, por conservar o adquirir sus tierras” (Doc. de Aparecida Nº 177 b).
A los 29 días de Octubre de 2010.
Equipo de Pastoral Aborigen - Prelatura de Esquel
Equipo de Pastoral Aborigen - Diócesis de Comodoro Rivadavia
Fuente: Puerta E.
COMUNICADO: PREPARATIVOS DE LA UAC EN CATAMARCA
Andalgalá (Prensa Unión de Asambleas Ciudadanas).- Hola cumpas, aquí va adjuntadas la información de hospedajes, y transportes. Nos demoramos un poco, porque queríamos darnos unas charlas sobre el esquema a proponerles para las mesas de trabajo y los plenarios.
Proponemos :
-Viernes 12 de noviembre: recepción en El Algarrobo durante todo el día con mesa informativa en plaza principal.
-Sábado 13 de noviembre: Plenario de inicio y mesas de trabajo durante todo el día en plaza de Chaquiago.
-Domingo 14 de noviembre: Plenario de cierre en Plaza Principal.
En la semana le enviaremos un documento que estamos elaborando y mas información que nos vayan solicitando; asimismo les pedimos que aquellos que puedan confirmarnos presencia nos comuniquemos para poder prever cualquier problema de alojamiento que pudiera surgir.
Estamos muy contentos de recibir a la U.A.C. con toda su amplitud de expresión. Nos invitemos a trabajar profundamente en el consenso, unir las fuerzas, crecer, desarrollarse como movimiento social.
Queremos hacer una convocatoria amplia a artistas para avanzar sobre legados culturales, juventud, nuevos lenguajes, cambio cultural y nuevos espacios de acción.
Nuestros Apus les darán la bienvenida y nosotros les brindaremos el resto con todo el corazón Calchaqui abierto.
Los esperamos, El Arbol Andalgala.
Contacto para comunicarse:
u.a.c.andalgala@gmail.com
Asamblea El Algarrobo
Agracede la Participación y la Difusión
para colaborar económicamente con El Algarrobo:
Nº de Cuenta de Banco Nación:
Suc. 1060 - Andalgalá
Cuenta: 1150261402
CBU: 01101153/30011502614029
www.prensaelalgarrobo.blogspot.com
www.lavozdelalgarrobo.blogspot.com
www.lavisiondelalgarrobo.blogspot.com
Contactos:
03835 15400391
03835 15529394
03835 15520016
03835 15524054
03835 422324
03835 422006
Proponemos :
-Viernes 12 de noviembre: recepción en El Algarrobo durante todo el día con mesa informativa en plaza principal.
-Sábado 13 de noviembre: Plenario de inicio y mesas de trabajo durante todo el día en plaza de Chaquiago.
-Domingo 14 de noviembre: Plenario de cierre en Plaza Principal.
En la semana le enviaremos un documento que estamos elaborando y mas información que nos vayan solicitando; asimismo les pedimos que aquellos que puedan confirmarnos presencia nos comuniquemos para poder prever cualquier problema de alojamiento que pudiera surgir.
Estamos muy contentos de recibir a la U.A.C. con toda su amplitud de expresión. Nos invitemos a trabajar profundamente en el consenso, unir las fuerzas, crecer, desarrollarse como movimiento social.
Queremos hacer una convocatoria amplia a artistas para avanzar sobre legados culturales, juventud, nuevos lenguajes, cambio cultural y nuevos espacios de acción.
Nuestros Apus les darán la bienvenida y nosotros les brindaremos el resto con todo el corazón Calchaqui abierto.
Los esperamos, El Arbol Andalgala.
Contacto para comunicarse:
u.a.c.andalgala@gmail.com
Asamblea El Algarrobo
Agracede la Participación y la Difusión
para colaborar económicamente con El Algarrobo:
Nº de Cuenta de Banco Nación:
Suc. 1060 - Andalgalá
Cuenta: 1150261402
CBU: 01101153/30011502614029
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03835 422324
03835 422006
OPINIÓN: EH, TÚ, MUERTE, YO SOY EL ÚLTIMO QUE HABLA
Por Norberto Galasso
(Organización Barrial Tupac Amaru).- El 25 de mayo de 2003, al asumir la presidencia de la Nación, Néstor Kirchner apareció en el escenario político nacional como un “presidente inesperado” a quien tocaba presidir “una Argentina destruida” por sucesivas desgracias: genocidio, frustración, traición, entrega e ineptitud. Venía de haber sido intendente de Río Gallegos y de nueve años como gobernador en la provincia de Santa Cruz. Pero venía también de una militancia juvenil que había enarbolado la bandera de un mundo mejor.
Muchos no reparamos entonces que en él ardía el fuego del compromiso, un espíritu de lucha indeclinable, la decisión de remontar las olas procelosas para llegar a puerto, importándole poco las formalidades de los exquisitos de las instituciones, que le reclamaron inmediatamente no hacer reuniones de Gabinete, andar por la Casa Rosada con el saco desabrochado o juguetear con el bastón de mando en el momento mismo de asumir como presidente. Ahora que ha muerto, se hace luz para todos el altísimo grado de compromiso que marcaba su conducta, verdadero ejemplo ante tanto político acomodaticio que sólo aspira a los halagos del poder.
Néstor se la jugó, olvidándose de él mismo. Se la jugó desde los tiempos en que confrontaba con Menem y se la jugó desde que asumió el gobierno imponiendo el “castigo a los culpables” de la represión, no sólo con la anulación de la Obediencia Debida y el Punto final, sino bajando los cuadros de los dictadores, convirtiendo a la ESMA en Museo de la Memoria, depurando la Corte Suprema de Justicia, pagando la deuda al FMI para poner fin al monitoreo imperialista sobre nuestra economía, y también participando con otros líderes latinoamericanos en el hundimiento del ALCA, durante la reunión de Mar del Plata, en diciembre del 2005. Además, repolitizó al país, poniendo el conflicto en el centro de la polémica, actitud que muchos –desde su incapacidad para entender la historia– lo criticaron por “crear el conflicto”, como si el conflicto no fuese insoslayable en una sociedad donde existen clases sociales con fuertes desigualdades. También reconvirtió un sistema de valorización financiera por otro de acumulación productiva, provocando una fuerte baja en la desocupación, en la pobreza y en la indigencia. E impulsó la consolidación de dos pilares fundamentales para el cambio y el progreso social: la intervención del Estado y el protagonismo de los trabajadores a través de la CGT.
Por esas causas, peleó infatigablemente, como así también por la unidad latinoamericana, constituyéndose en secretario general de la Unasur, una forma de devolver a los Grandes Capitanes al escenario de la Patria Grande para su liberación y unificación.
Por su lucha recibió críticas e injurias, maldiciones incluso, pero no cejó. Y su vocación por lo popular y por lo nacional fue reconocida por las mayorías de la Argentina, que si le habían otorgado sólo el 22% de los votos al Frente para la Victoria en 2003, llevaron ese apoyo al 45% en 2007, a través de la candidatura de Cristina.
Pero no siempre lo biológico-personal acompaña a la fuerza espiritual que dinamiza la militancia. Su organismo le hizo saber varias veces –y los médicos fueron severos en la advertencia– que corría peligro. Podía entonces haberse replegado en el Sur, inclinarse al “consenso” que predicaba la oposición y que era, en buen romance, abandonar los cambios y paralizar la marcha iniciada en 2003. Rechazó ese camino, quiso ser genio y figura hasta la sepultura, confrontativo, militante, indetenible, siempre en la pelea, infatigable en la polémica con los conciliadores y traidores.
A pocas horas de una grave intervención, ya estaba en el Luna Park, en su puesto, como desafiando a la muerte, con aquella vieja imprecación del poeta León Felipe : “Eh, tú, Muerte, yo soy el último que habla...” Y prosiguió las giras y los discursos, peleándole a la reacción, palmo a palmo, para abrir camino al 2011. Murió, pues, en su ley, y dejó un ejemplo de conducta.
Ahora, más allá de la congoja personal, debemos sacar fuerzas de la flaqueza para preservar a Cristina de todas las presiones, de todos los arribistas, de todos los intereses de afuera y de adentro que pretenderán cruzarse en su camino. Hay que movilizar todas las energías populares, en el barrio, en las plazas, en las esquinas. Construir todos juntos, por abajo, con ideas y con empuje, para darle un fuerte sustento, porque ella es la única, ahora, que garantiza la continuidad de este proceso de avance, de progreso social, que estamos realizando, más allá de las dificultades y las asignaturas pendientes, enfrentando a los sectores reaccionarios de siempre, desde los grandes estancieros y las industriales trasnacionalizados, hasta el poder mediático y los intereses imperiales.
Esta militancia será el mejor homenaje a tantos compañeros caídos en la larga lucha de los argentinos, uno de los cuales quedará grabado con caracteres indelebles, con el cálido recuerdo de su nombre: Néstor.
(Organización Barrial Tupac Amaru).- El 25 de mayo de 2003, al asumir la presidencia de la Nación, Néstor Kirchner apareció en el escenario político nacional como un “presidente inesperado” a quien tocaba presidir “una Argentina destruida” por sucesivas desgracias: genocidio, frustración, traición, entrega e ineptitud. Venía de haber sido intendente de Río Gallegos y de nueve años como gobernador en la provincia de Santa Cruz. Pero venía también de una militancia juvenil que había enarbolado la bandera de un mundo mejor.
Muchos no reparamos entonces que en él ardía el fuego del compromiso, un espíritu de lucha indeclinable, la decisión de remontar las olas procelosas para llegar a puerto, importándole poco las formalidades de los exquisitos de las instituciones, que le reclamaron inmediatamente no hacer reuniones de Gabinete, andar por la Casa Rosada con el saco desabrochado o juguetear con el bastón de mando en el momento mismo de asumir como presidente. Ahora que ha muerto, se hace luz para todos el altísimo grado de compromiso que marcaba su conducta, verdadero ejemplo ante tanto político acomodaticio que sólo aspira a los halagos del poder.
Néstor se la jugó, olvidándose de él mismo. Se la jugó desde los tiempos en que confrontaba con Menem y se la jugó desde que asumió el gobierno imponiendo el “castigo a los culpables” de la represión, no sólo con la anulación de la Obediencia Debida y el Punto final, sino bajando los cuadros de los dictadores, convirtiendo a la ESMA en Museo de la Memoria, depurando la Corte Suprema de Justicia, pagando la deuda al FMI para poner fin al monitoreo imperialista sobre nuestra economía, y también participando con otros líderes latinoamericanos en el hundimiento del ALCA, durante la reunión de Mar del Plata, en diciembre del 2005. Además, repolitizó al país, poniendo el conflicto en el centro de la polémica, actitud que muchos –desde su incapacidad para entender la historia– lo criticaron por “crear el conflicto”, como si el conflicto no fuese insoslayable en una sociedad donde existen clases sociales con fuertes desigualdades. También reconvirtió un sistema de valorización financiera por otro de acumulación productiva, provocando una fuerte baja en la desocupación, en la pobreza y en la indigencia. E impulsó la consolidación de dos pilares fundamentales para el cambio y el progreso social: la intervención del Estado y el protagonismo de los trabajadores a través de la CGT.
Por esas causas, peleó infatigablemente, como así también por la unidad latinoamericana, constituyéndose en secretario general de la Unasur, una forma de devolver a los Grandes Capitanes al escenario de la Patria Grande para su liberación y unificación.
Por su lucha recibió críticas e injurias, maldiciones incluso, pero no cejó. Y su vocación por lo popular y por lo nacional fue reconocida por las mayorías de la Argentina, que si le habían otorgado sólo el 22% de los votos al Frente para la Victoria en 2003, llevaron ese apoyo al 45% en 2007, a través de la candidatura de Cristina.
Pero no siempre lo biológico-personal acompaña a la fuerza espiritual que dinamiza la militancia. Su organismo le hizo saber varias veces –y los médicos fueron severos en la advertencia– que corría peligro. Podía entonces haberse replegado en el Sur, inclinarse al “consenso” que predicaba la oposición y que era, en buen romance, abandonar los cambios y paralizar la marcha iniciada en 2003. Rechazó ese camino, quiso ser genio y figura hasta la sepultura, confrontativo, militante, indetenible, siempre en la pelea, infatigable en la polémica con los conciliadores y traidores.
A pocas horas de una grave intervención, ya estaba en el Luna Park, en su puesto, como desafiando a la muerte, con aquella vieja imprecación del poeta León Felipe : “Eh, tú, Muerte, yo soy el último que habla...” Y prosiguió las giras y los discursos, peleándole a la reacción, palmo a palmo, para abrir camino al 2011. Murió, pues, en su ley, y dejó un ejemplo de conducta.
Ahora, más allá de la congoja personal, debemos sacar fuerzas de la flaqueza para preservar a Cristina de todas las presiones, de todos los arribistas, de todos los intereses de afuera y de adentro que pretenderán cruzarse en su camino. Hay que movilizar todas las energías populares, en el barrio, en las plazas, en las esquinas. Construir todos juntos, por abajo, con ideas y con empuje, para darle un fuerte sustento, porque ella es la única, ahora, que garantiza la continuidad de este proceso de avance, de progreso social, que estamos realizando, más allá de las dificultades y las asignaturas pendientes, enfrentando a los sectores reaccionarios de siempre, desde los grandes estancieros y las industriales trasnacionalizados, hasta el poder mediático y los intereses imperiales.
Esta militancia será el mejor homenaje a tantos compañeros caídos en la larga lucha de los argentinos, uno de los cuales quedará grabado con caracteres indelebles, con el cálido recuerdo de su nombre: Néstor.
PROMULGAN LA LEY DE GLACIARES
(PÚLSAR).- El Poder Ejecutivo de Argentina promulgó este viernes 29 de octubre la Ley de Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y el Ambiente Periglacial. La norma fue sancionada a fines de septiembre por el Congreso Nacional.
La Ley de Glaciares protege las masas de hielo al considerarlas "reservas estratégicas de recursos hídricos y proveedores de agua de recarga de cuencas hidrográficas".
También establece la creación de un Inventario Nacional de Glaciares.
Esta tarea estará a cargo del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLIA).
La protección de los glaciares a través de una normativa especial fue uno de los pilares de la lucha de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC).
Las comunidades y organizaciones sociales de las provincias cordilleranas junto con organizaciones no gubernamentales lograron un marco legal que regula las actividades extractivas sobre la Cordillera de Los Andes.
Una ley similar sancionada en 2008 fue vetada por la presidenta, Cristina Fernández.
La Ley 26.369 fue publicada este viernes en el Boletín Oficial.
La Ley de Glaciares protege las masas de hielo al considerarlas "reservas estratégicas de recursos hídricos y proveedores de agua de recarga de cuencas hidrográficas".
También establece la creación de un Inventario Nacional de Glaciares.
Esta tarea estará a cargo del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLIA).
La protección de los glaciares a través de una normativa especial fue uno de los pilares de la lucha de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC).
Las comunidades y organizaciones sociales de las provincias cordilleranas junto con organizaciones no gubernamentales lograron un marco legal que regula las actividades extractivas sobre la Cordillera de Los Andes.
Una ley similar sancionada en 2008 fue vetada por la presidenta, Cristina Fernández.
La Ley 26.369 fue publicada este viernes en el Boletín Oficial.
CADENA POR JULIETA
sábado, 30 de octubre de 2010
ELLA Y ÉL
Por Sandra Russo. Publicado en Pagina 12
Apenas unos minutos después de haber inaugurado la capilla ardiente, Cristina acariciaba el féretro como se acaricia una camisa. Ya la separaban de su esposo las infinitas distancias que imponen los féretros cerrados. Al mismo tiempo, esa distancia indicaba que ellos, la esposa y los hijos, ya habían elegido una despedida anterior, íntima y secreta, preservada de lo público, a lo que ellos dedicaron sus vidas.
Los dedos de uñas largas y pintadas con laca blanca de ella recorrían la madera como si fuera el cuello de una camisa, como una forma quizá de resistencia a esa brutal distancia que era y será tan abismal durante el duelo. En el duelo acaso descubra, sobre todo tratándose de una pareja como ésa, que la distancia es negociable. Que la distancia entre el que se fue y el que se queda se sigue discutiendo entre los dos durante mucho tiempo. Que hay una energía psíquica que vence a la materia. Que hay compañía mutua. Que no está sola y tampoco de él.
El lustre no parecía suficiente. Había una arruga en la bandera. Ella tenía los ojos tapados por los anteojos negros, pero su media cara dejaba ver la oscilación entre la fortaleza y el escalofrío. Las flores estaban desordenadas. Un rosario estaba a punto de caerse. Una carta muy especial fue guardada debajo de la bandera. Ella se ocupó de todo eso, anfitriona de la despedida.
Acariciaba la mano de su hijo Máximo, pasaba las manos por el pelo de su hija Florencia. Cada tanto. Pero estaba inaugurando esa escena primera y final de su vida. Estaba presidiendo la capilla ardiente por la que durante horas y horas y horas vería pasar en llanto a los que la sostendrán y ella y él sostuvieron. Replicó miles de veces en el día y la noche interminables el gesto de tocarse el corazón y enviárselo a la gente.
Ese gesto contenía otro mucho más profundo. El había entregado su corazón casi literalmente. O por qué estaba ella ahí, despidiéndolo tan joven. En la despedida a Néstor hubo eso, sobró eso, corazón. La infinita fila de ciudadanos que pasaron por allí iban expresando, cada cual a su modo, su temple, su pericia para explotar de pena, qué le agradecen. En casi todos los casos, algo que les fue devuelto, lo hubieran o no tenido antes.
Esto no se inventa ni se falsifica. El amor de un pueblo por su líder no se fabrica ni se prostituye. Su degradación lo vuelve instantáneamente otra cosa. Mientras es amor, mientras se mantiene en su fase de amor, con conciencia y memoria, es en realidad el máximo lugar al que puede llegar alguien con vocación política, y adonde llegan tan pocos: al corazón de su pueblo. A Néstor esa victoria ya le pertenece.
La gente pasaba y lloraba y gritaba. Ella parecía reconocer a los que iban pasando, esas caras destratadas de viejos y viejas de barrios populares, esos chicos y chicas, militantes de ojos hinchados, los trabajadores que ofrecían sus cascos o sus camisetas. Ella los reconocía como él lo hubiera hecho porque ése es su paisaje, el de la política de Estado que nunca abandonó su trabajo territorial. En muchos casos, de esa fila salían testimonios que ayudaban a entender que mucha de esa gente es la nueva ciudadanía. En estos años hubo condiciones propicias para darla a luz. Ese es uno de los mayores logros del proyecto de los dos: más y cada vez más ciudadanos.
Ella a veces los calmaba a ellos. De pronto, una chica muy joven rompía en llanto y ella, la Presidenta y la viuda, la que iba siendo nombrada candidata y conductora, se paraba, se acercaba, la consolaba. La consoló a Hebe. Pudieron leerse sus labios: “No hay que llorar”, le dijo. Hizo lo mismo con Lula: lo desacongojó sacándole una pelusa del saco. Ella ya era la madre. Era la Presidenta y la viuda, pero se volvía madre a medida que pasaban las horas.
Cristina hacía esa noche, casi sin moverse y hablando muy poco, un viraje profundo de su propio rol. Necesitará tiempo para acomodar las partes, pero parece preparada para aceptar el reto, la responsabilidad. Hasta ahora su femineidad fue otra, la de la esposa con agallas propias pero también la depositaria de la admiración y la seguridad que él le irradiaba. Han sido una pareja de extraña y curiosa completud.
Un video los mostraba estos días muy jóvenes, en La Plata, él haciéndole cuernitos y ella simulando no darse cuenta para retarlo. El flaco, con anteojos setentistas, y ella con el pelo largo hasta la cintura. Han compartido en más de tres décadas sus vidas mucho más de lo que habitualmente las comparten los esposos. La mirada nublada y protectora de su hijo Máximo dio larga cuenta de los lazos fuertes que, como hasta ahora, siguen siendo de amor y políticos.
Ella mantuvo todo el tiempo la oscilación entre la entereza y el escalofrío, pero quién duda que estará bien dispuesta a continuar con el trabajo, que es mucho. No lo hará sola de Néstor, porque inevitablemente seguirán haciendo juntos muchas cosas a la vez.
Apenas unos minutos después de haber inaugurado la capilla ardiente, Cristina acariciaba el féretro como se acaricia una camisa. Ya la separaban de su esposo las infinitas distancias que imponen los féretros cerrados. Al mismo tiempo, esa distancia indicaba que ellos, la esposa y los hijos, ya habían elegido una despedida anterior, íntima y secreta, preservada de lo público, a lo que ellos dedicaron sus vidas.
Los dedos de uñas largas y pintadas con laca blanca de ella recorrían la madera como si fuera el cuello de una camisa, como una forma quizá de resistencia a esa brutal distancia que era y será tan abismal durante el duelo. En el duelo acaso descubra, sobre todo tratándose de una pareja como ésa, que la distancia es negociable. Que la distancia entre el que se fue y el que se queda se sigue discutiendo entre los dos durante mucho tiempo. Que hay una energía psíquica que vence a la materia. Que hay compañía mutua. Que no está sola y tampoco de él.
El lustre no parecía suficiente. Había una arruga en la bandera. Ella tenía los ojos tapados por los anteojos negros, pero su media cara dejaba ver la oscilación entre la fortaleza y el escalofrío. Las flores estaban desordenadas. Un rosario estaba a punto de caerse. Una carta muy especial fue guardada debajo de la bandera. Ella se ocupó de todo eso, anfitriona de la despedida.
Acariciaba la mano de su hijo Máximo, pasaba las manos por el pelo de su hija Florencia. Cada tanto. Pero estaba inaugurando esa escena primera y final de su vida. Estaba presidiendo la capilla ardiente por la que durante horas y horas y horas vería pasar en llanto a los que la sostendrán y ella y él sostuvieron. Replicó miles de veces en el día y la noche interminables el gesto de tocarse el corazón y enviárselo a la gente.
Ese gesto contenía otro mucho más profundo. El había entregado su corazón casi literalmente. O por qué estaba ella ahí, despidiéndolo tan joven. En la despedida a Néstor hubo eso, sobró eso, corazón. La infinita fila de ciudadanos que pasaron por allí iban expresando, cada cual a su modo, su temple, su pericia para explotar de pena, qué le agradecen. En casi todos los casos, algo que les fue devuelto, lo hubieran o no tenido antes.
Esto no se inventa ni se falsifica. El amor de un pueblo por su líder no se fabrica ni se prostituye. Su degradación lo vuelve instantáneamente otra cosa. Mientras es amor, mientras se mantiene en su fase de amor, con conciencia y memoria, es en realidad el máximo lugar al que puede llegar alguien con vocación política, y adonde llegan tan pocos: al corazón de su pueblo. A Néstor esa victoria ya le pertenece.
La gente pasaba y lloraba y gritaba. Ella parecía reconocer a los que iban pasando, esas caras destratadas de viejos y viejas de barrios populares, esos chicos y chicas, militantes de ojos hinchados, los trabajadores que ofrecían sus cascos o sus camisetas. Ella los reconocía como él lo hubiera hecho porque ése es su paisaje, el de la política de Estado que nunca abandonó su trabajo territorial. En muchos casos, de esa fila salían testimonios que ayudaban a entender que mucha de esa gente es la nueva ciudadanía. En estos años hubo condiciones propicias para darla a luz. Ese es uno de los mayores logros del proyecto de los dos: más y cada vez más ciudadanos.
Ella a veces los calmaba a ellos. De pronto, una chica muy joven rompía en llanto y ella, la Presidenta y la viuda, la que iba siendo nombrada candidata y conductora, se paraba, se acercaba, la consolaba. La consoló a Hebe. Pudieron leerse sus labios: “No hay que llorar”, le dijo. Hizo lo mismo con Lula: lo desacongojó sacándole una pelusa del saco. Ella ya era la madre. Era la Presidenta y la viuda, pero se volvía madre a medida que pasaban las horas.
Cristina hacía esa noche, casi sin moverse y hablando muy poco, un viraje profundo de su propio rol. Necesitará tiempo para acomodar las partes, pero parece preparada para aceptar el reto, la responsabilidad. Hasta ahora su femineidad fue otra, la de la esposa con agallas propias pero también la depositaria de la admiración y la seguridad que él le irradiaba. Han sido una pareja de extraña y curiosa completud.
Un video los mostraba estos días muy jóvenes, en La Plata, él haciéndole cuernitos y ella simulando no darse cuenta para retarlo. El flaco, con anteojos setentistas, y ella con el pelo largo hasta la cintura. Han compartido en más de tres décadas sus vidas mucho más de lo que habitualmente las comparten los esposos. La mirada nublada y protectora de su hijo Máximo dio larga cuenta de los lazos fuertes que, como hasta ahora, siguen siendo de amor y políticos.
Ella mantuvo todo el tiempo la oscilación entre la entereza y el escalofrío, pero quién duda que estará bien dispuesta a continuar con el trabajo, que es mucho. No lo hará sola de Néstor, porque inevitablemente seguirán haciendo juntos muchas cosas a la vez.
OPINION: Y LO QUE VIENE
Por Mempo Giardinielli.
Escribo esto en caliente, en la misma mañana de la muerte anunciada de Néstor Kirchner, y ojalá me equivoque. Pero siento dolor y miedo, y necesito expresarlo.
Pienso que estos días van a ser feísimos, con un carnaval de hipocresía en el Congreso, ya van a ver. Los muertos políticos van a estar ahí con sus jetas impertérritas. Los resucitados de gobiernos anteriores. Los lameculos profesionales que ahora se dicen "disidentes". Los frívolos y los garcas que a diario dibujan Rudi y Dany. Todos ellos y ellas. Caras de plástico, de hierro fundido, de caca endurecida. Aplaudidos secretamente por los que ya están emitiendo mailes de alegría feroz.
Los veremos en la tele, los veo ya en este mediodía soleado que aquí en el Chaco, al menos, resplandece como para una mejor causa.
Nunca fui kirchnerista. Nunca vi a Néstor en persona, jamás estuve en un mismo lugar con él. Ni siquiera lo voté en 2003. Y se lo dije la única vez que me llamó por teléfono para pedirme que aceptara ser embajador argentino en Cuba.
Siempre dije y escribí que no me gustaba su estilo medio cachafaz, esa informalidad provocadora que lo caracterizaba. Su manera tan peronista de hacer política juntando agua clara y aceite usado y viscoso.
Pero lo fui respetando a medida que, con un poder que no tenía, tomaba velozmente medidas que la Argentina necesitaba y casi todos veníamos pidiendo a gritos. Y que enumero ahora, porque en el futuro inmediato me parece que tendremos que subrayar estos recuentos para marcar diferencias.
Fue él, o su gobierno, y ahora el de Cristina:
—El que cambió la política pública de Derechos Humanos en la Argentina. Nada menos. Ahora algunos dicen que estar "hartos" del asunto, como otros criticaron siempre que era una política más declarativa que otra cosa. Pero Néstor lo hizo: lo empezó y fue consecuente. Y así se ganó el respeto de millones.
—El que cambió la Corte Suprema de Justicia, y no importa si después la Corte no ha sabido cambiar a la justicia argentina.
—El que abrió los archivos de los servicios secretos y con ello reorientó el juicio por los atentados sufridos por la comunidad judía en los '90.
—El que recuperó el control público del Correo, de Aguas, de Aerolíneas.
—El que impulsó y logró la nulidad de las leyes que impedían conocer la verdad y castigar a los culpables del genocidio.
—El que cambió nuestra política exterior terminando con las claudicantes relaciones carnales y otras payasadas.
—El que dispuso una consecuente y progresista política educativa como no tuvimos por décadas, y el que cambió la infame Ley Federal de Educación menemista por la actual, que es democrática e inclusiva.
—El que empezó a cambiar la política hacia los maestros y los jubilados, que por muchos años fueron los dos sectores salarialmente más atrasados del país.
—El que cambió radicalmente la política de Defensa, de manera que ahora este país empieza a tener unas Fuerzas Armadas diferentes, democráticas y sometidas al poder político por primera vez en su historia.
—El que inició una gestión plural en la Cultura, que ahora abarca todo el país y no sólo la Ciudad de Buenos Aires.
—El que comenzó la primera reforma fiscal en décadas, a la que todavía le falta mucho pero hoy permite recaudaciones récord.
—El que renegoció la deuda externa y terminó con la estúpida dictadura del FMI. Y por primera vez maneja el Banco Central con una política nacional y con record de divisas.
—El que liquidó el infame negocio de las AFJP y recuperó para el Estado la previsión social.
—El que con la nueva Ley de Medios empezó a limitar el poder absoluto de la dictadura periodística privada que todavía distorsiona la cabeza de millones de compatriotas.
—El que impulsó la Ley de matrimonio igualitario y mantiene una política antidiscriminatoria como jamás tuvimos.
—El que viene gestionando un crecimiento económico de los más altos del mundo, con recuperación industrial evidente, estabilidad de casi una década y disminución del desempleo. Y va por más, porque se acerca la nueva legislación de entidades bancarias, que terminará un día de estos con las herencias de Martínez de Hoz y de Cavallo.
Néstor lo hizo. Junto a Cristina, que lo sigue haciendo. Con innumerables errores, desde ya. Con metidas de pata, corruptelas y turbiedades varias y algunas muy irritantes, funcionarios impresentables, cierta belicosidad inútil y lo que se quiera reprocharles, todo eso que a muchos como yo nos dificulta declararnos kirchneristas, o nos lo impide.
Pero sólo los miserables olvidan que la corrupción en la Argentina es connatural desde que la reinventaron los mil veces malditos dictadores y el riojano ídem.
De manera que sin justificarle ni un centavo mal habido a nadie, en esta hora hay que recordarle a la nación toda que nadie, pero nadie, y ningún presidente desde por lo menos Juan Perón entre el 46 y el 55, produjo tantos y tan profundos cambios positivos en y para la vida nacional.
A ver si alguien puede decir lo contrario.
De manera que menudos méritos los de este flaco bizco, desfachatado, contradictorio y de caminar ladeado, como el de los pingüinos.
Sí, escribo esto adolorido y con miedo, en esta jodida mañana de sol, y desolado también, como millones de argentinos, un poco por este hombre que Estela de Carlotto acaba de definir como "indispensable" y otro poco por nosotros, por nuestro amado y pobrecito país.
Y redoblo mi ruego de que Cristina se cuide, y la cuidemos. Se nos viene encima un año tremendo, con las jaurías sedientas y capaces de cualquier cosa por recuperar el miserable poder que tuvieron y perdieron gracias a quienes ellos llamaron despreciativamente "Los K" y nosotros, los argentinos de a pie, los ciudadanos y ciudadanas que no comemos masitas envenenadas por la prensa y la tele del sistema mediático privado, probablemente y en adelante los recordaremos como "Néstor y Cristina, los que cambiaron la Argentina".
Descanse en paz, Néstor Kirchner, con todos sus errores, defectos y miserias si las tuvo, pero sobre todo con sus enormes aciertos. Y aguante Cristina. Que no está sola.
Y los demás, nosotros, a apechugar. ¿O acaso hemos hecho otra cosa en nuestras vidas y en este país? •
Escribo esto en caliente, en la misma mañana de la muerte anunciada de Néstor Kirchner, y ojalá me equivoque. Pero siento dolor y miedo, y necesito expresarlo.
Pienso que estos días van a ser feísimos, con un carnaval de hipocresía en el Congreso, ya van a ver. Los muertos políticos van a estar ahí con sus jetas impertérritas. Los resucitados de gobiernos anteriores. Los lameculos profesionales que ahora se dicen "disidentes". Los frívolos y los garcas que a diario dibujan Rudi y Dany. Todos ellos y ellas. Caras de plástico, de hierro fundido, de caca endurecida. Aplaudidos secretamente por los que ya están emitiendo mailes de alegría feroz.
Los veremos en la tele, los veo ya en este mediodía soleado que aquí en el Chaco, al menos, resplandece como para una mejor causa.
Nunca fui kirchnerista. Nunca vi a Néstor en persona, jamás estuve en un mismo lugar con él. Ni siquiera lo voté en 2003. Y se lo dije la única vez que me llamó por teléfono para pedirme que aceptara ser embajador argentino en Cuba.
Siempre dije y escribí que no me gustaba su estilo medio cachafaz, esa informalidad provocadora que lo caracterizaba. Su manera tan peronista de hacer política juntando agua clara y aceite usado y viscoso.
Pero lo fui respetando a medida que, con un poder que no tenía, tomaba velozmente medidas que la Argentina necesitaba y casi todos veníamos pidiendo a gritos. Y que enumero ahora, porque en el futuro inmediato me parece que tendremos que subrayar estos recuentos para marcar diferencias.
Fue él, o su gobierno, y ahora el de Cristina:
—El que cambió la política pública de Derechos Humanos en la Argentina. Nada menos. Ahora algunos dicen que estar "hartos" del asunto, como otros criticaron siempre que era una política más declarativa que otra cosa. Pero Néstor lo hizo: lo empezó y fue consecuente. Y así se ganó el respeto de millones.
—El que cambió la Corte Suprema de Justicia, y no importa si después la Corte no ha sabido cambiar a la justicia argentina.
—El que abrió los archivos de los servicios secretos y con ello reorientó el juicio por los atentados sufridos por la comunidad judía en los '90.
—El que recuperó el control público del Correo, de Aguas, de Aerolíneas.
—El que impulsó y logró la nulidad de las leyes que impedían conocer la verdad y castigar a los culpables del genocidio.
—El que cambió nuestra política exterior terminando con las claudicantes relaciones carnales y otras payasadas.
—El que dispuso una consecuente y progresista política educativa como no tuvimos por décadas, y el que cambió la infame Ley Federal de Educación menemista por la actual, que es democrática e inclusiva.
—El que empezó a cambiar la política hacia los maestros y los jubilados, que por muchos años fueron los dos sectores salarialmente más atrasados del país.
—El que cambió radicalmente la política de Defensa, de manera que ahora este país empieza a tener unas Fuerzas Armadas diferentes, democráticas y sometidas al poder político por primera vez en su historia.
—El que inició una gestión plural en la Cultura, que ahora abarca todo el país y no sólo la Ciudad de Buenos Aires.
—El que comenzó la primera reforma fiscal en décadas, a la que todavía le falta mucho pero hoy permite recaudaciones récord.
—El que renegoció la deuda externa y terminó con la estúpida dictadura del FMI. Y por primera vez maneja el Banco Central con una política nacional y con record de divisas.
—El que liquidó el infame negocio de las AFJP y recuperó para el Estado la previsión social.
—El que con la nueva Ley de Medios empezó a limitar el poder absoluto de la dictadura periodística privada que todavía distorsiona la cabeza de millones de compatriotas.
—El que impulsó la Ley de matrimonio igualitario y mantiene una política antidiscriminatoria como jamás tuvimos.
—El que viene gestionando un crecimiento económico de los más altos del mundo, con recuperación industrial evidente, estabilidad de casi una década y disminución del desempleo. Y va por más, porque se acerca la nueva legislación de entidades bancarias, que terminará un día de estos con las herencias de Martínez de Hoz y de Cavallo.
Néstor lo hizo. Junto a Cristina, que lo sigue haciendo. Con innumerables errores, desde ya. Con metidas de pata, corruptelas y turbiedades varias y algunas muy irritantes, funcionarios impresentables, cierta belicosidad inútil y lo que se quiera reprocharles, todo eso que a muchos como yo nos dificulta declararnos kirchneristas, o nos lo impide.
Pero sólo los miserables olvidan que la corrupción en la Argentina es connatural desde que la reinventaron los mil veces malditos dictadores y el riojano ídem.
De manera que sin justificarle ni un centavo mal habido a nadie, en esta hora hay que recordarle a la nación toda que nadie, pero nadie, y ningún presidente desde por lo menos Juan Perón entre el 46 y el 55, produjo tantos y tan profundos cambios positivos en y para la vida nacional.
A ver si alguien puede decir lo contrario.
De manera que menudos méritos los de este flaco bizco, desfachatado, contradictorio y de caminar ladeado, como el de los pingüinos.
Sí, escribo esto adolorido y con miedo, en esta jodida mañana de sol, y desolado también, como millones de argentinos, un poco por este hombre que Estela de Carlotto acaba de definir como "indispensable" y otro poco por nosotros, por nuestro amado y pobrecito país.
Y redoblo mi ruego de que Cristina se cuide, y la cuidemos. Se nos viene encima un año tremendo, con las jaurías sedientas y capaces de cualquier cosa por recuperar el miserable poder que tuvieron y perdieron gracias a quienes ellos llamaron despreciativamente "Los K" y nosotros, los argentinos de a pie, los ciudadanos y ciudadanas que no comemos masitas envenenadas por la prensa y la tele del sistema mediático privado, probablemente y en adelante los recordaremos como "Néstor y Cristina, los que cambiaron la Argentina".
Descanse en paz, Néstor Kirchner, con todos sus errores, defectos y miserias si las tuvo, pero sobre todo con sus enormes aciertos. Y aguante Cristina. Que no está sola.
Y los demás, nosotros, a apechugar. ¿O acaso hemos hecho otra cosa en nuestras vidas y en este país? •
COMUNICADO DE LA MESA EJECUTIVA NACIONAL DE LA CONADU HISTORICA
La Mesa Ejecutiva Nacional (ampliada) de la CONADU HISTÓRICA, reunida en la ciudad de Buenos Aires viernes 29 de octubre y ante los hechos de público conocimiento, resuelve:
Ratificar el pliego reivindicativo y el plan de lucha nacional de los docentes universitarios y preuniversitarios del país.
Postergar las medidas de acción directas resueltas para los días 4 y 5 de noviembre.
Encomendar al Congreso Extraordinario de la Federación, que se reunirá el día 5 de noviembre, la resolución sobre la fecha y modalidad de las medidas postergadas, en base a los mandatos de las Asociaciones de Base.
Atento a ello la Comisión Directiva de ADU PSJB convoca a que en cada Sede se arbitren medidas de consulta a los agremiados con el fin de establecer mandato para el Congreso Extraordinario del 5 de noviembre..
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ADU-PSJB
Ratificar el pliego reivindicativo y el plan de lucha nacional de los docentes universitarios y preuniversitarios del país.
Postergar las medidas de acción directas resueltas para los días 4 y 5 de noviembre.
Encomendar al Congreso Extraordinario de la Federación, que se reunirá el día 5 de noviembre, la resolución sobre la fecha y modalidad de las medidas postergadas, en base a los mandatos de las Asociaciones de Base.
Atento a ello la Comisión Directiva de ADU PSJB convoca a que en cada Sede se arbitren medidas de consulta a los agremiados con el fin de establecer mandato para el Congreso Extraordinario del 5 de noviembre..
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ADU-PSJB
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