TRADICIÓN, FAMILIA Y PROPIEDAD: INVENTANDO UN PAÍS CAPITALISTA
¿Qué es la tradición? ¿Cuáles son nuestras tradiciones?
El Bolsón (ANPP).- A simple vista y sin investigar mucho uno se da cuenta que no existe una tradición nacional sino muchas tradiciones que en su conjunto marcan una característica nacional, que en mayor o en menor medida representan a determinados grupos sociales. Sin embargo, cuando abrimos el manual o buscamos tradición en el “Google” nos aparece el gaucho y las tradiciones del campo pampeano identificando a todo el país.
¿Quién tuvo y tiene la intención de que creamos que las tradiciones de un sector son las tradiciones de todos?
No puede dejar de señalarse que la oligarquía pampeana, instalada en el poder desde los mismos orígenes de “La Patria o”, es la que ha escrito la historia y nos ha impuesto quienes son héroes y quienes villanos desde su óptica. Manteniendo al gaucho simplemente como símbolo del campo, sin mostrar el estado de esclavitud que sufrió siempre trabajando para los que se creen “dueños de la tierra”. Maltratado y mal pago, el ”Gaucho”, nunca formara parte de sociedad a la que aspiraba y aspira la oligarquía agraria desde los comienzos de nuestra historia.
Pero lo más llamativo es ¿Cómo se impone la contradicción que, al mismo tiempo, impone como tradición nacional las costumbres del campo pampeano y genera políticas expulsivas de las personas de las zonas rurales, concentrándolas en las urbes y arrasando sus costumbres y tradiciones? ¿No son estas políticas que generando expulsión, genera desigualdad, desempleo, injusticia y en consecuencia inseguridad?
Las políticas económicas con eje en la concentración y extranjerización de la tierra que expulsan a la gente del campo, subsumiéndolos en la pobreza marginal y generando cordones de indigencia en la periferia de las ciudades, se sostienen, entre otras cosas, en el discurso que enarbola al gaucho, las vacas y la boleadora y pone como enemigo del ser nacional a todo lo demás.
Borraron de la historia oficial las tradiciones de los pueblos originarios, de los campesinos del norte, de las ciudades, y solo se insinúan las tradiciones de los inmigrantes europeos, jamás las de los bolivianos, uruguayos, paraguayos, etc.
Encontramos en el siguiente párrafo del análisis del film Martin Fierro de Emiliano Fernández, una síntesis de lo expuesto hasta ahora y mostrando como este clásico de la literatura argentina, no hace otra cosa que seguír construyendo un país según las necesidades históricas de los sectores mas poderosos.
“Quizás todo esto no sea más que la esencia de la Historia Argentina, un constante reacomodamiento hegemónico Incapaz de dar una forma un proyecto de Nación A LARGO PLAZO. (El propio Hernández No fue ajeno este accionar político / económico / social: cuando lucho contra el despotismo Persecuciones Sufrió y, rebelde de las Naciones Unidas Fue la "Ida"), pero luego para incorporarse al Sistema Gubernamental se transformó en un ultra conservador (la " Vuelta "). Nadie sabe realmente si los gauchos se comunicaban apelando A LOS arcaísmos, la jerga y las metáforas del Martín Fierro, Porque no Existen registros escritos De Estos sectores sociales (todos eran analfabetos). Como Suele ocurrir, nos tenemos que conformar con el testimonio de segunda o tercera mano que nos OFRECE un burgués acomodado como Hernández. Sin ir más lejos, El proceso de revalorización del gaucho es bastante dudoso. Cuando se escribe el poema este último Estaba en plena extinción, ya no cumplía ninguna Función material de un poder del ojos (de los Indios Estaban Prácticamente vencidos, las tierras se habían repartido entre los genocidas y el Estado Argentino Ya estaba organizado para 1880). Pero su Función simbólica Estaba naciendo: ¡El Paisano muerto, viva el mito reduccionista del buen paisano! Exaltación del gaucho Cuando ya no existe y más negación absoluta de los indígenas, buenos o malos pero Claramente los verdaderos habitantes primordiales. A eso se llama Construir un País, Definir lo "popular argentino" en Función de la Necesidad histórica de apuntalar culturalmente una oligarquía terrateniente-exportadora. Y por supuesto que Sirvió; Sino chequeen El Clarín, La Nación, Cualquier manual educativo o este mismo film …”