El Bolsón (ANPP).- Se presentará en la ciudad de Córdoba, los días domingo, lunes y martes, el libro "La fábrica es del pueblo", de Johanna Saldaño, una crónica infantil que relata la historia de la fábrica de cerámicos Zanon, en la provincia de Neuquén, actualmente y desde el año 2001 bajo Control Obrero.
Este material es un testimonio que relata un hecho real y contemporáneo, una experiencia que ya es parte de la identidad de una provincia donde los movimientos y las luchas sociales han jugado un rol fundamental en la vida política y cultural.
Está destinado a niños desde los 6 años y fue pensado para que se lo incluya en las escuelas. Para este fin contiene actividades para trabajar en el aula, divididas en 3 niveles de aprendizaje.
También es el resultado de una creación colectiva. Participaron, entre otros, ceramistas de Zanon Bajo Control Obrero, Lolín e Inés (Madres de Plaza de Mayo filial Neuquén y Alto Valle) y también Paola y Gervasio, de HIJOS Alto Valle.
La presentación se realizará en los siguientes sitios:
- Teatro La Luna: Domingo 9 de Noviembre, Psje. Escuti y Fructuoso Rivera, B° Güemes, 18 horas.
- Cooperativa de Trabajo de la Salud Clinica Junín: Lunes 10 de Noviembre, Deán Funes 581, Centro, 18 horas.
- Bliblioteca Mayor, Universidad Nacional de Córdoba: Martes 11 de Noviembre, Obispo Trejo 242 - Primer Piso, 11 horas.
La invitación está abierta a todo público, haciendo especial hincapié en docentes y militantes sociales.
Envíenos su nota, opinión o información al correo: delpueblo.prensa@gmail.com
jueves, 5 de noviembre de 2009
NIETO RECUPERADO: ABUELAS ANUNCIÓ AL 98º NIETO
Buenos Aires (Abuelas de Plaza de Mayo).-El nieto de Noemí Molfino, la Madre de Plaza de Mayo secuestrada en Perú y asesinada en España por los represores, es el nieto número 98 recuperado por las Abuelas.
Es el hijo de Guillermo Amarilla y Marcela Molfino, dos militantes
montoneros secuestrados durante la contraofensiva que permanecen
desaparecidos. Fue apropiado por un agente de inteligencia del Ejército.
El encuentro de Martín con los Donato Amarilla se hizo en la sede de
Abuelas. Los familiares habían mandado las muestras de sangre para el
cruce de ADN y cuando la base de datos comparó nuevamente los datos de
todos, incluso el de Martín, el cruce dio positivo.
El lunes pasado, Abuelas convocaron a Martín para contarle su historia. En
una habitación cercana lo esperaban los hermanos, Mauricio, Joaquín e
Ignacio y también sus tíos. La entrevista duró hora y media. Una vez que
terminó, le preguntaron si quería conocer a su familia.
“Había mucha gente”, dice Donato que viajó especialmente desde Chaco.
“Físicamente es muy parecido a Ignacio, el que ahora es el penúltimo y que
teníamos como el menor.” Apenas lo vieron sus hermanos miraron las orejas,
la marca de origen, porque todos tienen el lóbulo pegado a la cara. Era la
marca, la constataron, Martín la tenía, y dicen que en ese momento todos
se mataron de risa.
Es el hijo de Guillermo Amarilla y Marcela Molfino, dos militantes
montoneros secuestrados durante la contraofensiva que permanecen
desaparecidos. Fue apropiado por un agente de inteligencia del Ejército.
El encuentro de Martín con los Donato Amarilla se hizo en la sede de
Abuelas. Los familiares habían mandado las muestras de sangre para el
cruce de ADN y cuando la base de datos comparó nuevamente los datos de
todos, incluso el de Martín, el cruce dio positivo.
El lunes pasado, Abuelas convocaron a Martín para contarle su historia. En
una habitación cercana lo esperaban los hermanos, Mauricio, Joaquín e
Ignacio y también sus tíos. La entrevista duró hora y media. Una vez que
terminó, le preguntaron si quería conocer a su familia.
“Había mucha gente”, dice Donato que viajó especialmente desde Chaco.
“Físicamente es muy parecido a Ignacio, el que ahora es el penúltimo y que
teníamos como el menor.” Apenas lo vieron sus hermanos miraron las orejas,
la marca de origen, porque todos tienen el lóbulo pegado a la cara. Era la
marca, la constataron, Martín la tenía, y dicen que en ese momento todos
se mataron de risa.
A 34 AÑOS DE SU MUERTE: "TOSCO, MÁS QUE UN SÍMBOLO"
Por Abel Bo
Siempre el mejor homenaje a un revolucionario ha sido seguir su ejemplo. Evocar hoy a Agustín Tosco es plantearnos el desafío de la construcción de una propuesta política socialista y revolucionaria para el movimiento obrero. Tarea difícil si asumimos que Tosco fue – es – uno de los mayores símbolos de una época histórica que definimos como la de la revolución proletaria inconclusa.
El punto de partida de esta recuperación de la memoria histórica ya es desafiante. Las historias oficiales no reflejan precisamente que el auge del movimiento obrero argentino iniciado a partir del cordobazo del 29 de mayo de 1969 haya representado una época revolucionaria en el sentido que el mismo Tosco lo planteaba en su balance político del año 1973 en un artículo publicado en el diario El Mundo:
“Ya en el año 1971, la más importante regional de la CGT en el interior del país, la CGT de Córdoba, aprobó en un plenario la “vía antimperialista al socialismo” como única posibilidad de resolver los grandes problemas económico-sociales, políticos y culturales que padecen. Y que por más ensayos y recetas que se apliquen en el actual sistema, no pueden proporcionar una salida adecuada para una vida digna de todo el pueblo.
Y bueno es recordar lo sucedido en Plaza de Mayo en Buenos Aires el 25 de mayo, ante la presencia de los presidentes de Cuba y de Chile, Osvaldo Dorticós y Salvador Allende, ovacionados vibrante y cariñosamente por el pueblo argentino, al grito de “¡Chile, Cuba, el pueblo te saluda!” y la reiteración en Córdoba el 29 de mayo –en el cuarto aniversario del Cordobazo- en la manifestación más grande que se recuerda en la capital mediterránea, donde el presidente Dorticós fue portado en andas hasta el palco oficial erigido por la Central Obrera Regional. Esta elevación de la conciencia política, expresada a nivel multitudinario y corroborada por las grandes luchas obreras y populares, tanto en las campañas electorales como en las reivindicaciones inmediatas, fue sin lugar a dudas el acontecimiento más importante del año 1973. Elevación de la conciencia estratégicamente invalorable, en la larga lucha por la liberación nacional y social argentina.”
Esta visión histórica expuesta sobre la marcha misma de los acontecimientos, lo colocaron a Tosco en un papel político que excedía largamente su rol de dirigente sindical consecuente con su clase y comprometido con una perspectiva revolucionaria: fue promotor y propagandista de esa perspectiva. Después de más de dos décadas de luchar desde las raíces más profundas de su clase, desde la trinchera en su propia usina como delegado de base en los primeros años 50 hasta su ascenso a dirigente máximo del sindicato Luz y Fuerza de Córdoba, Tosco se proyectó como alternativa antiburocrática regional y nacionalmente. Habiendo pasado épocas tan diferentes como las del primer peronismo (45-55), después la resistencia (55-62), luego los regímenes pseudodemocráticos (62-66) y por fin las dictaduras del onganiato y lanussato (66-73), Tosco asume esta posición política, en momentos en que el auge de masas forzó la desproscripción del peronismo que retorna al gobierno en forma democrática y lleva adelante una política económico-laboral reaccionaria, que él mismo caracteriza en el párrafo siguiente al anterior:
“La apreciación precedente podría ser calificada de excesivamente optimista en función de que todo lo sucedido obedecería a fenómenos de coyuntura o de espontaneísmo, por lo tanto transitorio y fácilmente controlables o diluíbles.
Sin embargo no es así, y nada lo explica mejor que el desencadenamiento de una sistemática respuesta de terrorismo fascista instrumentado por lo más reaccionario que tiene el sistema a nivel nacional e internacional: la oligarquía terrateniente, el gran capital asociado a los monopolios y el imperialismo. Se conoce, y una vez más se prueba, que a un ascenso revolucionario corresponde un auge represivo –a cara descubierta o embozado, físico e ideológico- de las clases y sectores que defienden encarnizadamente sus viejos privilegios. De allí la masacre de Ezeiza y los innumerables atentados a hombres y organizaciones. Los secuestros, torturas y asesinatos de militantes obreros y populares de distinta ideología y ubicación partidaria. De allí el “Pacto Social” a espaldas de los trabajadores, y la Ley de Asociaciones Profesionales y la Ley de Prescindibilidad, y el Decreto de congelación de vacantes, y la reforma del Código Penal, y la defensa de la burocracia sindical, y la convocatoria a la “unidad de todos los argentinos”, y tantas cosas más para la preservación del sistema.
Todo en un proceso de hegemonización de los sectores de derecha en el seno del gobierno, y la erradicación casi completa de los representantes más genuinos de las corrientes populares, revolucionarias y de concepciones socialistas, promovido por el impulso de las masas.”
La evolución del pensamiento y la acción de Tosco no fueron episodios fortuitos. Compañero permanentemente preocupado por su propia formación y la de sus hermanos de clase, se empeñó hasta su último aliento en forjar con su prédica la conciencia y la acción de los trabajadores. El contexto de auge de las luchas que lo tuvieron como principal protagonista fue el marco social. Y su última prisión fecunda (abril 71-septiembre 72) lo unió profundamente a la militancia revolucionaria de su época. Testigo de la gran acción de fuga del penal de Rawson (15 de agosto del 72) fue desde el primer momento de la masacre de Trelew (22 de agosto), campeón en la denuncia de esa matanza de 16 combatientes esa misma noche entre rejas y luego desde las tribunas cuando fue arrancado de la cárcel por la lucha popular. En prisión se sumó como uno más a los equipos de estudio con militantes de las organizaciones insurgentes. Y el 2 de junio del 73, en el asado que brindó en el club Unión Eléctrica en Villa Revol, Córdoba, en homenaje a los combatientes recién liberados, planteó con claridad: “Nosotros, desde el campo obrero, desde el campo sindical, luchamos por la unidad. Queremos la unidad para que la Revolución Socialista llegue antes”.
Su postura, sus gestos, elevaron aún más su papel simbólico y práctico en el movimiento revolucionario de la época. Por eso, cuando el autogolpe del 13 de julio del 73 derrocó al presidente Héctor Cámpora y su vice Solano Lima y se abrió una nueva instancia electoral para el 23 de septiembre, el Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Frente Revolucionario Peronista le plantearon que encabece la fórmula del Frente Antimperialista por el Socialismo acompañado por el dirigente de la CGT Clasista de Salta Armando Jaime. Tosco desechó la propuesta. Temía ser difamado como el artífice de un “polo antiperonista” ante la candidatura de Perón ya rota su proscripción. Para nada era ésa la naturaleza del FAS y la trayectoria de fuerzas como el PRT y el FRP. Pero además, y fundamentalmente, Montoneros y el Partido Comunista, con mucha influencia en los movimientos sindicales y populares, apoyaban la fórmula Perón-Perón que iniciaba su tercer gobierno al que el mismo Tosco caracterizaba con precisión como reaccionario. En medio del auge, las fuerzas socialistas y revolucionarias perdimos la oportunidad de tener una intervención electoral de trascendencia con una candidatura obrera, que permitiese ensanchar en la legalidad del momento, la huella que el sindicalismo clasista y la insurgencia guerrillera ya habían abierto. El propio Tosco y todo el movimiento obrero y popular pagaron caro este error político, cuya razón hay que encontrarla en la influencia del populismo y el reformismo:
“Otro factor que contribuye poderosamente a mantener oculta la necesidad de arrebatar el poder estatal de manos de la burguesía, es el rol de las corrientes reformistas y populistas como el Partido Comunista y Montoneros, por ejemplo, que desde el campo del pueblo y por tanto escuchados con interés por las masas, difunden también falsas esperanzas apoyando sin rubores a uno u otro dirigente de la burguesía pretendidamente "progresista"...” (Poder burgués, poder revolucionario, Mario Roberto Santucho, agosto 74)
Sin embargo, Tosco no sólo no cejó en la lucha sino que promovió una nueva y más amplia y profunda unidad sindical. Se creó en Córdoba el Movimiento Sindical Combativo (MSC) como un frente de gremios recuperados como Luz y Fuerza, SMATA, Perkins, Caucho, Obras Sanitarias, Viajantes, Lecheros, docentes y numerosas comisiones internas antiburocráticas y agrupaciones de base. La ofensiva fascista alertada por Tosco asaltó sindicatos, los intervino y con la fuerza armada policial y parapolicial (Triple A) lo forzó a él y a tantos otros a la clandestinidad bajo el amparo de un gobierno constitucional tan reaccionario como había previsto. La represión se masificó en Córdoba, Villa Constitución-Rosario-San Nicolás, La Plata-Berisso-Ensenada, Tucumán, Salta y Jujuy, y así de seguido. El MSC se amplió aún más y así nace la Mesa Coordinadora de Gremios en Lucha de Córdoba. Tosco desde la clandestinidad y Tomás Di Toffino (adjunto de Luz y Fuerza, asesinado por la dictadura en 1976) desde la semi-legalidad contribuyen a forjar esta nueva forma de organización que se extenderá en todas las zonas industriales.
Esas organizaciones de poder obrero a nivel local, previstas y planteadas por Santucho en aquel ensayo, son las que protagonizan el momento más alto del auge en las jornadas de junio y julio de 1975, cuando el gobierno peronista lanza el primer gran plan ultraliberal anunciado por el ministro de Economía Celestino Rodrigo. Tosco vive ese momento intenso de huelgas generales y manifestaciones multitudinarias desde la clandestinidad, situación que afecta gravemente su salud e impide su oportuna y adecuada atención. Muere entre el 4 y 5 de noviembre y el día 7, la clase obrera lo homenajea con abandono de fábricas y centros laborales; acto en el estadio Redes Cordobesas, marcha que atraviesa la ciudad y en el Cementerio San Jerónimo, la manifestación es atacada salvajemente por la balacera gubernamental. Digna despedida de la furia capitalista contra quien fue el símbolo de nuestra revolución proletaria inconclusa.
Es hora de retomar su huella, es hora de emular su ejemplo, es hora de nuevos y muchos Toscos.
Siempre el mejor homenaje a un revolucionario ha sido seguir su ejemplo. Evocar hoy a Agustín Tosco es plantearnos el desafío de la construcción de una propuesta política socialista y revolucionaria para el movimiento obrero. Tarea difícil si asumimos que Tosco fue – es – uno de los mayores símbolos de una época histórica que definimos como la de la revolución proletaria inconclusa.
El punto de partida de esta recuperación de la memoria histórica ya es desafiante. Las historias oficiales no reflejan precisamente que el auge del movimiento obrero argentino iniciado a partir del cordobazo del 29 de mayo de 1969 haya representado una época revolucionaria en el sentido que el mismo Tosco lo planteaba en su balance político del año 1973 en un artículo publicado en el diario El Mundo:
“Ya en el año 1971, la más importante regional de la CGT en el interior del país, la CGT de Córdoba, aprobó en un plenario la “vía antimperialista al socialismo” como única posibilidad de resolver los grandes problemas económico-sociales, políticos y culturales que padecen. Y que por más ensayos y recetas que se apliquen en el actual sistema, no pueden proporcionar una salida adecuada para una vida digna de todo el pueblo.
Y bueno es recordar lo sucedido en Plaza de Mayo en Buenos Aires el 25 de mayo, ante la presencia de los presidentes de Cuba y de Chile, Osvaldo Dorticós y Salvador Allende, ovacionados vibrante y cariñosamente por el pueblo argentino, al grito de “¡Chile, Cuba, el pueblo te saluda!” y la reiteración en Córdoba el 29 de mayo –en el cuarto aniversario del Cordobazo- en la manifestación más grande que se recuerda en la capital mediterránea, donde el presidente Dorticós fue portado en andas hasta el palco oficial erigido por la Central Obrera Regional. Esta elevación de la conciencia política, expresada a nivel multitudinario y corroborada por las grandes luchas obreras y populares, tanto en las campañas electorales como en las reivindicaciones inmediatas, fue sin lugar a dudas el acontecimiento más importante del año 1973. Elevación de la conciencia estratégicamente invalorable, en la larga lucha por la liberación nacional y social argentina.”
Esta visión histórica expuesta sobre la marcha misma de los acontecimientos, lo colocaron a Tosco en un papel político que excedía largamente su rol de dirigente sindical consecuente con su clase y comprometido con una perspectiva revolucionaria: fue promotor y propagandista de esa perspectiva. Después de más de dos décadas de luchar desde las raíces más profundas de su clase, desde la trinchera en su propia usina como delegado de base en los primeros años 50 hasta su ascenso a dirigente máximo del sindicato Luz y Fuerza de Córdoba, Tosco se proyectó como alternativa antiburocrática regional y nacionalmente. Habiendo pasado épocas tan diferentes como las del primer peronismo (45-55), después la resistencia (55-62), luego los regímenes pseudodemocráticos (62-66) y por fin las dictaduras del onganiato y lanussato (66-73), Tosco asume esta posición política, en momentos en que el auge de masas forzó la desproscripción del peronismo que retorna al gobierno en forma democrática y lleva adelante una política económico-laboral reaccionaria, que él mismo caracteriza en el párrafo siguiente al anterior:
“La apreciación precedente podría ser calificada de excesivamente optimista en función de que todo lo sucedido obedecería a fenómenos de coyuntura o de espontaneísmo, por lo tanto transitorio y fácilmente controlables o diluíbles.
Sin embargo no es así, y nada lo explica mejor que el desencadenamiento de una sistemática respuesta de terrorismo fascista instrumentado por lo más reaccionario que tiene el sistema a nivel nacional e internacional: la oligarquía terrateniente, el gran capital asociado a los monopolios y el imperialismo. Se conoce, y una vez más se prueba, que a un ascenso revolucionario corresponde un auge represivo –a cara descubierta o embozado, físico e ideológico- de las clases y sectores que defienden encarnizadamente sus viejos privilegios. De allí la masacre de Ezeiza y los innumerables atentados a hombres y organizaciones. Los secuestros, torturas y asesinatos de militantes obreros y populares de distinta ideología y ubicación partidaria. De allí el “Pacto Social” a espaldas de los trabajadores, y la Ley de Asociaciones Profesionales y la Ley de Prescindibilidad, y el Decreto de congelación de vacantes, y la reforma del Código Penal, y la defensa de la burocracia sindical, y la convocatoria a la “unidad de todos los argentinos”, y tantas cosas más para la preservación del sistema.
Todo en un proceso de hegemonización de los sectores de derecha en el seno del gobierno, y la erradicación casi completa de los representantes más genuinos de las corrientes populares, revolucionarias y de concepciones socialistas, promovido por el impulso de las masas.”
La evolución del pensamiento y la acción de Tosco no fueron episodios fortuitos. Compañero permanentemente preocupado por su propia formación y la de sus hermanos de clase, se empeñó hasta su último aliento en forjar con su prédica la conciencia y la acción de los trabajadores. El contexto de auge de las luchas que lo tuvieron como principal protagonista fue el marco social. Y su última prisión fecunda (abril 71-septiembre 72) lo unió profundamente a la militancia revolucionaria de su época. Testigo de la gran acción de fuga del penal de Rawson (15 de agosto del 72) fue desde el primer momento de la masacre de Trelew (22 de agosto), campeón en la denuncia de esa matanza de 16 combatientes esa misma noche entre rejas y luego desde las tribunas cuando fue arrancado de la cárcel por la lucha popular. En prisión se sumó como uno más a los equipos de estudio con militantes de las organizaciones insurgentes. Y el 2 de junio del 73, en el asado que brindó en el club Unión Eléctrica en Villa Revol, Córdoba, en homenaje a los combatientes recién liberados, planteó con claridad: “Nosotros, desde el campo obrero, desde el campo sindical, luchamos por la unidad. Queremos la unidad para que la Revolución Socialista llegue antes”.
Su postura, sus gestos, elevaron aún más su papel simbólico y práctico en el movimiento revolucionario de la época. Por eso, cuando el autogolpe del 13 de julio del 73 derrocó al presidente Héctor Cámpora y su vice Solano Lima y se abrió una nueva instancia electoral para el 23 de septiembre, el Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Frente Revolucionario Peronista le plantearon que encabece la fórmula del Frente Antimperialista por el Socialismo acompañado por el dirigente de la CGT Clasista de Salta Armando Jaime. Tosco desechó la propuesta. Temía ser difamado como el artífice de un “polo antiperonista” ante la candidatura de Perón ya rota su proscripción. Para nada era ésa la naturaleza del FAS y la trayectoria de fuerzas como el PRT y el FRP. Pero además, y fundamentalmente, Montoneros y el Partido Comunista, con mucha influencia en los movimientos sindicales y populares, apoyaban la fórmula Perón-Perón que iniciaba su tercer gobierno al que el mismo Tosco caracterizaba con precisión como reaccionario. En medio del auge, las fuerzas socialistas y revolucionarias perdimos la oportunidad de tener una intervención electoral de trascendencia con una candidatura obrera, que permitiese ensanchar en la legalidad del momento, la huella que el sindicalismo clasista y la insurgencia guerrillera ya habían abierto. El propio Tosco y todo el movimiento obrero y popular pagaron caro este error político, cuya razón hay que encontrarla en la influencia del populismo y el reformismo:
“Otro factor que contribuye poderosamente a mantener oculta la necesidad de arrebatar el poder estatal de manos de la burguesía, es el rol de las corrientes reformistas y populistas como el Partido Comunista y Montoneros, por ejemplo, que desde el campo del pueblo y por tanto escuchados con interés por las masas, difunden también falsas esperanzas apoyando sin rubores a uno u otro dirigente de la burguesía pretendidamente "progresista"...” (Poder burgués, poder revolucionario, Mario Roberto Santucho, agosto 74)
Sin embargo, Tosco no sólo no cejó en la lucha sino que promovió una nueva y más amplia y profunda unidad sindical. Se creó en Córdoba el Movimiento Sindical Combativo (MSC) como un frente de gremios recuperados como Luz y Fuerza, SMATA, Perkins, Caucho, Obras Sanitarias, Viajantes, Lecheros, docentes y numerosas comisiones internas antiburocráticas y agrupaciones de base. La ofensiva fascista alertada por Tosco asaltó sindicatos, los intervino y con la fuerza armada policial y parapolicial (Triple A) lo forzó a él y a tantos otros a la clandestinidad bajo el amparo de un gobierno constitucional tan reaccionario como había previsto. La represión se masificó en Córdoba, Villa Constitución-Rosario-San Nicolás, La Plata-Berisso-Ensenada, Tucumán, Salta y Jujuy, y así de seguido. El MSC se amplió aún más y así nace la Mesa Coordinadora de Gremios en Lucha de Córdoba. Tosco desde la clandestinidad y Tomás Di Toffino (adjunto de Luz y Fuerza, asesinado por la dictadura en 1976) desde la semi-legalidad contribuyen a forjar esta nueva forma de organización que se extenderá en todas las zonas industriales.
Esas organizaciones de poder obrero a nivel local, previstas y planteadas por Santucho en aquel ensayo, son las que protagonizan el momento más alto del auge en las jornadas de junio y julio de 1975, cuando el gobierno peronista lanza el primer gran plan ultraliberal anunciado por el ministro de Economía Celestino Rodrigo. Tosco vive ese momento intenso de huelgas generales y manifestaciones multitudinarias desde la clandestinidad, situación que afecta gravemente su salud e impide su oportuna y adecuada atención. Muere entre el 4 y 5 de noviembre y el día 7, la clase obrera lo homenajea con abandono de fábricas y centros laborales; acto en el estadio Redes Cordobesas, marcha que atraviesa la ciudad y en el Cementerio San Jerónimo, la manifestación es atacada salvajemente por la balacera gubernamental. Digna despedida de la furia capitalista contra quien fue el símbolo de nuestra revolución proletaria inconclusa.
Es hora de retomar su huella, es hora de emular su ejemplo, es hora de nuevos y muchos Toscos.
DESDE LAS JORNADAS INTERESCUELAS DE HISTORIA REPUDIAN EL ATAQUE CONSTANTE A LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
El Bolsón (ANPP).- Participantes de las Jornadas Interescuelas de Historia organizadas por Universidad Nacional del Comahue en Bariloche, emtieron un comunicado denunciando, entre otras cosas, "una nueva oleada de expresiones mediáticas que califican a los pueblos originarios como sectores peligrosos y como amenaza extranjera."
A continuación transcribimos el comunicado completo:
Los investigadores, estudiantes, docentes y participantes de la mesa “Etnogenésis, sometimiento e incorporación estatal/nacional de pueblos originarios”, como resultado de la exposición y discusión de los diferentes trabajos de investigación de las sesiones de los días 29 y 30 de octubre en el marco de las XII Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia organizadas por Universidad Nacional del Comahue en la ciudad de San Carlos de Bariloche, denunciamos y manifestamos nuestro repudio a la continuidad ideológica expresada a lo largo del proceso de sometimiento e incorporación estatal de los pueblos originarios. En sucesivos contextos esta ideología se ha manifestado a través de distintos mecanismos que han procurado generar en la opinión pública una imagen negativa con respecto a los pueblos originarios, identificándolos como una amenaza a los intereses de la sociedad --al ser calificados como grupos irracionales, altamente peligrosos, violentos y atribuyéndoseles un origen extranjero. Esta descripción de los pueblos originarios como una amenaza a la sociedad en su conjunto ha recurrido una y otra vez a viejos argumentos pseudocientíficos. Estos últimos poseen su origen en el discurso e ideología política de los sectores de poder que han llevado a cabo las sucesivas expropiaciones a los pueblos originarios a lo largo del proceso histórico referido, desde las campañas militares de conquista de fines del siglo XIX.
En el presente observamos y denunciamos una nueva oleada de expresiones mediáticas que califican a los pueblos originarios como sectores peligrosos y como amenaza extranjera. La misma no puede entenderse sino en relación con intereses de sectores concretos en un contexto de redefinición y profundización de los procesos de expropiación. Estos intereses hoy responden a la expansión del frente sojero y de las empresas extractivas (petroleras y minería a cielo abierto), forestales y turísticas. Al mismo tiempo dichas expresiones intentan legitimar –como en el pasado- los procedimientos de represión y violencia sobre las comunidades y familias originarias y la judicialización/criminalización de sus demandas.
Los abajo firmantes alertamos sobre esta nueva ofensiva, sus errores históricos conceptuales y la tergiversación de las reivindicaciones de los pueblos originarios.
Firman: Diego Escolar (CONICET/UNCuyo), Walter Delrio (CONICET/UNRN), Brígida Baeza (UNPSJB/CONICET), Lof Inkayal Wall Mapu Mew, Juan Carlos Agüero Reñanco (Ruca Mapuche Furiloche), Andrea Acosta (docente), Sebastiàn Barros (UNPSJB/CONICET), María Gabriela Gariglio (docente), Analía Gallo (UNCo), Blanca San Martín (Est. De Cs Sociales/ Fund. Mundo Sano), Matías Alvarez (docente), Adrián Moyano (periódico mapuche Azkintuwe), Sebastián Cabrera (docente), Pablo de Brito (UNCo/CRUB), Luis Lucero (docente), Guillermo Stämpfli (UNR/CONICET), María Julia Repeto (UNS), María José Fernández (INAPL/UNSAM), Natalia Villalba Donati (UNC-Córdoba), Lorena Rodríguez (UBA/CONICET), Rosana Friz (UNCo), Pablo Navas (UNPA/CONICET), María Alma Tozzini (CONICET/UNCo/UNRN), Karina Cardozo (UNPA), Jhovana Calizaya (UNPA), Carla Estefanía Cirelli (UBA), Marcelo Martínez (UNLP), Luisa Huencho (Confederación Mapuche de Neuquén), Carolina Crespo (UBA/CONICET), Lucía Jimenez (UNPA), Daniel Barria (UNPA), Marcela Córdoba (UNCo- Asentamiento Zapala), Pablo Arias (Profesor de Historia), Cecilia Marino (UBA), Marisa Malvestitti (UNRN), Cristina Basombrío (UNTREF), Mariano Nagy (UBA), Pilar Ferrería (UBA), Anabela Abbona (UNLPam), Diana Lenton (UBA/CONICET), Alexis Papazián (UBA), Luciana Mignoli (UNLZ), Elizabet Rollhauser (UNLPam), Verónica Mendizabal (UCC Córdoba), Erica Guiñazú (UNPSJB), Pablo Cañumil (Mapunche), Avkin (UNCo), Marcelo Musante (UBA)
A continuación transcribimos el comunicado completo:
San Carlos de Bariloche, 30 de octubre de 2009
Los investigadores, estudiantes, docentes y participantes de la mesa “Etnogenésis, sometimiento e incorporación estatal/nacional de pueblos originarios”, como resultado de la exposición y discusión de los diferentes trabajos de investigación de las sesiones de los días 29 y 30 de octubre en el marco de las XII Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia organizadas por Universidad Nacional del Comahue en la ciudad de San Carlos de Bariloche, denunciamos y manifestamos nuestro repudio a la continuidad ideológica expresada a lo largo del proceso de sometimiento e incorporación estatal de los pueblos originarios. En sucesivos contextos esta ideología se ha manifestado a través de distintos mecanismos que han procurado generar en la opinión pública una imagen negativa con respecto a los pueblos originarios, identificándolos como una amenaza a los intereses de la sociedad --al ser calificados como grupos irracionales, altamente peligrosos, violentos y atribuyéndoseles un origen extranjero. Esta descripción de los pueblos originarios como una amenaza a la sociedad en su conjunto ha recurrido una y otra vez a viejos argumentos pseudocientíficos. Estos últimos poseen su origen en el discurso e ideología política de los sectores de poder que han llevado a cabo las sucesivas expropiaciones a los pueblos originarios a lo largo del proceso histórico referido, desde las campañas militares de conquista de fines del siglo XIX.
En el presente observamos y denunciamos una nueva oleada de expresiones mediáticas que califican a los pueblos originarios como sectores peligrosos y como amenaza extranjera. La misma no puede entenderse sino en relación con intereses de sectores concretos en un contexto de redefinición y profundización de los procesos de expropiación. Estos intereses hoy responden a la expansión del frente sojero y de las empresas extractivas (petroleras y minería a cielo abierto), forestales y turísticas. Al mismo tiempo dichas expresiones intentan legitimar –como en el pasado- los procedimientos de represión y violencia sobre las comunidades y familias originarias y la judicialización/criminalización de sus demandas.
Los abajo firmantes alertamos sobre esta nueva ofensiva, sus errores históricos conceptuales y la tergiversación de las reivindicaciones de los pueblos originarios.
Firman: Diego Escolar (CONICET/UNCuyo), Walter Delrio (CONICET/UNRN), Brígida Baeza (UNPSJB/CONICET), Lof Inkayal Wall Mapu Mew, Juan Carlos Agüero Reñanco (Ruca Mapuche Furiloche), Andrea Acosta (docente), Sebastiàn Barros (UNPSJB/CONICET), María Gabriela Gariglio (docente), Analía Gallo (UNCo), Blanca San Martín (Est. De Cs Sociales/ Fund. Mundo Sano), Matías Alvarez (docente), Adrián Moyano (periódico mapuche Azkintuwe), Sebastián Cabrera (docente), Pablo de Brito (UNCo/CRUB), Luis Lucero (docente), Guillermo Stämpfli (UNR/CONICET), María Julia Repeto (UNS), María José Fernández (INAPL/UNSAM), Natalia Villalba Donati (UNC-Córdoba), Lorena Rodríguez (UBA/CONICET), Rosana Friz (UNCo), Pablo Navas (UNPA/CONICET), María Alma Tozzini (CONICET/UNCo/UNRN), Karina Cardozo (UNPA), Jhovana Calizaya (UNPA), Carla Estefanía Cirelli (UBA), Marcelo Martínez (UNLP), Luisa Huencho (Confederación Mapuche de Neuquén), Carolina Crespo (UBA/CONICET), Lucía Jimenez (UNPA), Daniel Barria (UNPA), Marcela Córdoba (UNCo- Asentamiento Zapala), Pablo Arias (Profesor de Historia), Cecilia Marino (UBA), Marisa Malvestitti (UNRN), Cristina Basombrío (UNTREF), Mariano Nagy (UBA), Pilar Ferrería (UBA), Anabela Abbona (UNLPam), Diana Lenton (UBA/CONICET), Alexis Papazián (UBA), Luciana Mignoli (UNLZ), Elizabet Rollhauser (UNLPam), Verónica Mendizabal (UCC Córdoba), Erica Guiñazú (UNPSJB), Pablo Cañumil (Mapunche), Avkin (UNCo), Marcelo Musante (UBA)
COMUNICADO: PROMOCIÓN FAMILIAR COMENZÓ MEDIDA DE FUERZA EN EL BOLSÓN
Por Personal técnico y administrativo de la Subdelegación
A partir del 4 de noviembre de 2009, el personal técnico y administrativo de la Subdelegación de Promoción Familiar de El Bolsón, suspenderá las actividades de atención, seguimiento, articulación y remisión de informes durante el horario habitual de trabajo, permaneciendo en la Subdelegación y atendiendo exclusivamente urgencias.
Esto se debe a que:
* Faltan recursos para cubrir pasajes, encomiendas, combustible, actividades en otros organismos y talleres para niñas, niños y jóvenes bajo programa.
* No se cubren las necesidades diarias de limpieza y movilidad.
* No se concretan las designaciones de coordinadores de programas.
* La Subdelegada Paola Hernández no gestiona las cuestiones relativas a su función, manipula y obstaculiza el trabajo del personal.
La medida continuará hasta tanto el Ministerio de Familia resuelva efectivamente cada uno de los problemas planteados.
Personal técnico y administrativo de la Subdelegación.
Acompaña: ATE
Fuente: PuertaE
A partir del 4 de noviembre de 2009, el personal técnico y administrativo de la Subdelegación de Promoción Familiar de El Bolsón, suspenderá las actividades de atención, seguimiento, articulación y remisión de informes durante el horario habitual de trabajo, permaneciendo en la Subdelegación y atendiendo exclusivamente urgencias.
Esto se debe a que:
* Faltan recursos para cubrir pasajes, encomiendas, combustible, actividades en otros organismos y talleres para niñas, niños y jóvenes bajo programa.
* No se cubren las necesidades diarias de limpieza y movilidad.
* No se concretan las designaciones de coordinadores de programas.
* La Subdelegada Paola Hernández no gestiona las cuestiones relativas a su función, manipula y obstaculiza el trabajo del personal.
La medida continuará hasta tanto el Ministerio de Familia resuelva efectivamente cada uno de los problemas planteados.
Personal técnico y administrativo de la Subdelegación.
Acompaña: ATE
Fuente: PuertaE
LATINOAMERICA DE PIE EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIA DE PARAGUAY
Buenos Aires (Agencia de Noticias Aratiri).- El poder real multiplica los intentos para imponer un cambio de gobierno en Paraguay, un golpe de estado. Por otro lado, desde el campo popular se intensifican los esfuerzos para profundizar la democracia. La Comisión por los Derechos Humanos de Paraguayos Residentes en Buenos Aires, el Movimiento Nacional de Víctimas de la Dictadura Stronista- filial Argentina -, y otras organizaciones enviaron a nuestra redacción una presentación ante el cuerpo diplomático, las organizaciones sociales y los organismos supranacionales en defensa de la democracia en Paraguay.
A continuación, con ruego de adhesión y difusión reproducimos la nota modelo, presentada por los firmantes el 30/10/09 en la Embajada de la República del Paraguay:
(Leer nota completa)
A continuación, con ruego de adhesión y difusión reproducimos la nota modelo, presentada por los firmantes el 30/10/09 en la Embajada de la República del Paraguay:
(Leer nota completa)
MINERÍA: "ELLOS PLANEAN LA ENTREGA, NOSOTROS SALIMOS A LA CALLE"
Esquel (Asamblea de Vecinos Autoconvocados).- Desafiando al viento, la baja temperatura y al propio gobierno provincial, hubo otra marcha de vecinos por el NO A LA MINA. La manifestación tuvo como marco la agresiva campaña del gobernador Mario Das Neves y sus diputados para permitir la explotación minera a gran escala y el uso de tóxicos que está prohibida desde el año 2003 por la ley 5001.
En todos los puntos de la provincia se alertan y movilizan vecinos y organizaciones en respuesta a esa iniciativa gubernamental acordada con el empresariado del sector minero fuertemente trasnacionalizado. Chubut fue la primera provincia argentina en sancionar una ley de ese tipo y hasta hoy también poseen leyes similares Río Negro, Tucumán, La Pampa, Mendoza, San Luis y Córdoba.
En días previos, hubo volanteadas advirtiendo sobre las intenciones del gobierno. La marcha de vecinos partió de la Plaza San Martín transitando por las calles céntricas de Esquel. La presencia de numerosos jóvenes contribuyó a soportar las condiciones del clima que se presentó inclemente.
En pleno centro de la ciudad hicieron alto para dar lectura a la carta abierta "¿Qué parte de la palabra NO es la que no entienden?" donde señalaron que el gobierno provincial sostiene una "operación política que define un modelo de gobierno: el que instala una pobre representación del potencial diverso del pueblo y territorio chubutense y enmascara el servilismo a los intereses ajenos."
Hace unos meses, decenas de organizaciones sindicales, vecinales, estudiantiles, religiosas y políticas de la provincia ratificaron en un documento la plena vigencia de la ley 5001 que prohíbe desde el año 2003 la minería metalífera a cielo abierto y el uso de cianuro en todo territorio de Chubut.
"Nada ha cambiado desde entonces respecto de la actividad minera: sigue siendo despojo y contaminación. Lo que sí ha variado drásticamente, es que en forma creciente se ha sumado información, organización y toma de conciencia de más vecinos en contra de la megaminería metalífera" continuaba el documento leído.
También señalaron que el discurso actual del Gobernador Das Neves a la hora de hablar de minería "es el mismo que utilizara su antecesor en el cargo, José Luis Lizurume, y ambos, valiéndose de las legislaciones mineras aprobadas durante el mandato del ex presidente Carlos Saúl Menem."
Los vecinos de Esquel advirtieron que "por respeto a la comunidad toda, rechazamos las audiencias a las que cita la Legislatura honrando los intereses de las transnacionales mineras" y calificaron a las mismas como "una auténtica farsa de final anunciado" en relación al cúmulo de declaraciones de funcionarios y diputados oficialistas anticipando su deseo de habilitar la minería a gran escala.
Son "designios equivocados que llevarán indefectiblemente a mayor pobreza, desigualdad y contaminación a los habitantes del Chubut" finaliza la carta abierta leída por los vecinos.
Funte: www.noalamina.org
En todos los puntos de la provincia se alertan y movilizan vecinos y organizaciones en respuesta a esa iniciativa gubernamental acordada con el empresariado del sector minero fuertemente trasnacionalizado. Chubut fue la primera provincia argentina en sancionar una ley de ese tipo y hasta hoy también poseen leyes similares Río Negro, Tucumán, La Pampa, Mendoza, San Luis y Córdoba.
En días previos, hubo volanteadas advirtiendo sobre las intenciones del gobierno. La marcha de vecinos partió de la Plaza San Martín transitando por las calles céntricas de Esquel. La presencia de numerosos jóvenes contribuyó a soportar las condiciones del clima que se presentó inclemente.
En pleno centro de la ciudad hicieron alto para dar lectura a la carta abierta "¿Qué parte de la palabra NO es la que no entienden?" donde señalaron que el gobierno provincial sostiene una "operación política que define un modelo de gobierno: el que instala una pobre representación del potencial diverso del pueblo y territorio chubutense y enmascara el servilismo a los intereses ajenos."
Hace unos meses, decenas de organizaciones sindicales, vecinales, estudiantiles, religiosas y políticas de la provincia ratificaron en un documento la plena vigencia de la ley 5001 que prohíbe desde el año 2003 la minería metalífera a cielo abierto y el uso de cianuro en todo territorio de Chubut.
"Nada ha cambiado desde entonces respecto de la actividad minera: sigue siendo despojo y contaminación. Lo que sí ha variado drásticamente, es que en forma creciente se ha sumado información, organización y toma de conciencia de más vecinos en contra de la megaminería metalífera" continuaba el documento leído.
También señalaron que el discurso actual del Gobernador Das Neves a la hora de hablar de minería "es el mismo que utilizara su antecesor en el cargo, José Luis Lizurume, y ambos, valiéndose de las legislaciones mineras aprobadas durante el mandato del ex presidente Carlos Saúl Menem."
Los vecinos de Esquel advirtieron que "por respeto a la comunidad toda, rechazamos las audiencias a las que cita la Legislatura honrando los intereses de las transnacionales mineras" y calificaron a las mismas como "una auténtica farsa de final anunciado" en relación al cúmulo de declaraciones de funcionarios y diputados oficialistas anticipando su deseo de habilitar la minería a gran escala.
Son "designios equivocados que llevarán indefectiblemente a mayor pobreza, desigualdad y contaminación a los habitantes del Chubut" finaliza la carta abierta leída por los vecinos.
Funte: www.noalamina.org
miércoles, 4 de noviembre de 2009
MEMORIA, OLVIDO Y TERRITORIO EN TUCUMÁN
Por Rubén Kotler / Edición De Igual A Igual
¿Dónde habitan la memoria y el olvido? Las sociedades contemporáneas parecen obsesionadas por las efemérides. Cientos de fechas nos riegan el calendario de fastos que deben ser recuperados en nuestra memoria. Sin embargo estas son imposiciones oficiales que contribuyen a la narración que el propio Estado burgués quiere construir de su historia. En la vereda de en frente una contramemoria desafía al “olvido oficial” de determinados asuntos e impone una nueva agenda rememorativa. Pero más allá del calendario, la memoria y el olvido habitan dentro de nuestras sociedades en marcas territoriales claramente visibles e identificables en la ciudad. Forman parte del callejero, de la arquitectura, del paisaje urbano en constante transformación y es perfectamente reconocible en fotos de épocas, cuando se contraponen con fotos actuales, y donde el blanco y negro deja paso al color, consiguiendo que aquellos lugares de “celebración política” en años de rebeldía, hoy se hayan vaciado de contenido, procurando hacer que la ciudadanía de a pie olvide. Estos lugares enaltecen a los “padres de la patria” y ocultan las luchas sociales por medio de las cuales se fue desafiado al poder de turno. Se construye una narrativa a partir de estas marcas donde el Estado juega un rol central, pero también “las sociedades” pueden (y deberían) tener un papel protagónico.
Entre Roca y la memoria en el parque
Una de las principales entradas a la ciudad es la Avenida Julio Argentino Roca. Quien llegue a Tucumán por el sur entrará a la ciudad por esta arteria, una de las principales, que además de unir el este con el oeste camino a los valles, es una de las cuatro avenidas que separan el casco céntrico de los suburbios de la ciudad capital. Pero el tema aquí en cuestión no es solo la geografía urbana sino el nombre que una de las principales avenidas de la ciudad capital en Tucumán tiene: el nombre de un genocida, exterminador del aborigen en la década del 80 en el siglo XIX. Roca, distinguido general tucumano, es homenajeado en su provincia y su nombre ha sido estampado en una de las arterias centrales de la ciudad capital. Exaltación de lo militar, exaltación de una nación surgida sobre el exterminio del otro, del originario de estas tierras. El General genocida de la patria tiene estampado su nombre en su provincia natal, como premio al patrioterismo de exterminar al aborigen. Esta es una de las marcas urbanas más fuertes en una ciudad cuyo callejero debería ser revisado alguna vez, porque la exaltación de estos padres nefastos de la patria burguesa es la exaltación al exterminio del "otro".
Sobre la Avenida Roca, se erige un parque. Popularmente conocido como el parque “El Provincial” pues allí se encontraba la estación de trenes de “El Provincial”, estación que hoy es una construcción que se derrumba entre vagabundos y fantasmas que la habitan. El parque es uno de los pocos pulmones verdes de la ciudad. Allí, la actual administración provincial y municipal decidió levantar en 2004 un monumento que recuerde la memoria de los 30.000 desaparecidos de la última dictadura militar. Un “mamotreto” inexpresivo que se supone recuerda a la generación setentista. Mientras Roca observa de reojo desde una esquina con su nombre estampada, los desaparecidos de la última dictadura militar, responden con la mirada desde el “monumento”. Vale aquí recordar que la última dictadura argentina se autodenominó “Proceso de Reorganización Nacional”, pues pretendían los militares en sus fueros íntimos una vuelta al pasado glorioso y genocida de los hacedores de la patria. Julio Argentino Roca y cia. Las marcas de la memoria se imprimen aquí en una confrontación claramente visible. Roca y el proyecto liberal burgués de exterminio del otro, de un lado. La memoria de los desaparecidos, aquellos que buscaron construir “la patria socialista”, del otro.
El escrache de HIJOS en 1998 y el parque de los 30.000
1998. Otro genocida está en el poder. Antonio Domingo Bussi, otrora represor de la dictadura es ahora gobernador elegido por medio de los votos en 1995. Con cierta conciencia de lucha en la batalla por la memoria, una organización, hija de los desaparecidos por Bussi y cia. aparece en escena. Esta generación es hija de los estudiantes y obreros de la resistencia de los “Tucumanazos”. H.I.J.O.S. nace en 1995, cuando el genocida triunfa en elecciones burguesas y ocupa la casa de gobierno “legalmente”. HIJOS, decide entonces escrachar a Bussi en Tucumán. Y lo hace en 1998, cuando Bussi ostenta todo el poder público y político en sus manos. Es el momento del apogeo del dictador en democracia. E HIJOS recupera la memoria de sus padres desaparecidos con un escrache en la provincia.
El escrache tuvo su prolegómeno en el campamento nacional de HIJOS llevado a cabo en los días previos al 12 de octubre de 1998, fecha elegida para la manifestación. El campamento nacional que reunía a los miembros de HIJOS de todo el país se llevó a cabo en el campus universitario “la Quinta Agronómica”, lugar emblemático de la lucha en los años setenta, sitio de la resistencia estudiantil contra el cierre de los comedores universitarios y donde ocurrió el último acto de rebeldía de la juventud, previo al genocidio, en ese proceso conocido hoy como los Tucumanazos. El Quintazo había sido en junio de 1972 un acto popular que había congregado a los estudiantes universitarios para manifestar contra la dictadura encabezada entonces de Lanusse (continuadora de la dictadura de Onganía). Vale prestar atención a lo simbólico una vez más. HIJOS en tanto agrupación que reúne a hijos e hijas de los desaparecidos, generación de los militantes que había participado también del Quintazo, se reúne previo al escrache a Bussi, en el territorio de la rebeldía de sus padres. Las marcas de la memoria se van estableciendo entre lo real y lo simbólico, pero dejan impresas fuertes huellas en la percepción de los participantes. Aquí el pueblo recupera el espacio de lucha. Los jóvenes se apropian del lugar de sus padres y retoman un camino de militancia que parecía olvidado.
Pero la lucha por la memoria tiene a su contraparte. El Estado no permitirá el recuerdo. Mientras HIJOS organiza la marcha que buscaba llegar a la plaza principal, allí donde habitan los poderes de turno, Bussi propone sitiar la ciudad con más de 5.000 policías y evitar los que los jóvenes lleguen a la Plaza Independencia. Los cálculos de la organización entonces hablaban de 1000 participantes, es decir que por cada manifestante, el “Bussi de la democracia” dispuso el despliegue de cinco policías. Una vez más: cinco policías por manifestante, para impedir que HIJOS ocupe la plaza y escrache al genocida. Desde el ayuntamiento de la capital (afín al gobernador tucumano) se decide rebautizar un parque colindante con el centro de la ciudad. El nombre asignado era el de “Parque Operativo Independencia”, recordando los comienzos del genocidio argentino, aquel que acabó con la generación de los tucumanazos. El Operativo Independencia había supuesto en 1975 la prueba de ensayo del plan sistemático de represión y exterminio del régimen, instaurado tras el golpe el 24 de marzo de 1976. El parque dejó de llamarse El Provincial por unas horas y en clara actitud provocativa del gobierno de Bussi, les recordaba ahora a los HIJOS que la Reorganización Nacional no había culminado. Una vez más las marcas territoriales mostraban la disputa por la memoria contra el olvido. Memoria popular de los HIJOS contra el olvido oficial de Bussi y sus secuaces.
HIJOS en su camino a plaza Independencia habrían de pasar por el “parque El Provincial”. Al llegar al parque e impedidos de ingresar a la ciudad por el amplio operativo policial deciden realizar la manifestación allí. Primer acto de rebelión popular: “Rebautizar el parque”. Quitaron los carteles con el nombre de “Operativo Independencia” y colocaron los nuevos carteles anunciando el nuevo nombre del predio: “Parque 30.000 detenidos desaparecidos”. Con la mirada de “Roca” de los policías custodiando la entrada en la ciudad, HIJOS y las organizaciones populares que los acompañaban no dejaban de entonar consignas contra el genocida. “Como a los nazis, les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”. Vale recordar que el Bussi todopoderoso, amo de la vida y la muerte de los tucumanos en los ’70, huyó de la provincia el día del escrache. Solo la cobardía de los generales argentinos les impide enfrentarse con el poder popular y rendir cuentas de sus actos. El mismo Bussi que diez años después se echaría a llorar en la sala de un juzgado sentado en el banquillo de los acusados. Roca sentiría vergüenza de este militar argentino llorón.
Desde el 2004 el parque fue rebautizado "Parque de la Memoria"
El comedor universitario y el olvido territorial
Siempre cuento la anécdota, sobre todo para quienes no vieron el documental. Cuando comenzamos a trazar ideas sobre el Tucumanazo, nos plantamos en la puerta de la casa donde había funcionado uno de los comedores universitarios durante los años 70. La premisa era preguntarle a los ocasionales transeúntes si tenían conocimiento sobre el funcionamiento del comedor universitario en aquel sitio. Con sorpresa descubrimos que más del 90% de los entrevistados desconocían no solo la existencia del comedor en los años 60 / 70 sino que desconocían la historia misma de los Tucumanazos. Ubicado sobre la calle Muñecas al 200, frente a la Escuela Normal, el comedor había sido en esos años centro de importantes debates políticos. Los estudiantes universitarios no solo se reunían allí a comer por poco dinero, sino que en el comedor se organizaban importantes tertulias políticas donde las discusiones sobre el poder, la violencia política, la lucha armada, el cambio social, entre otros temas, estaban a la orden del día. Con nuestra improvisada encuesta corroboramos la hipótesis de uno de los entrevistados del documental; un viejo militante setentista nos afirmó categórico: “Ni los tucumanos recuerdan el Tucumanazo”.
El espacio urbano visiblemente modificado ha contribuido con este olvido al borrar toda huella territorial de lo que fueron las luchas de esos años de rebeldía obrero estudiantil. Pero no solo han sido borradas las huellas territoriales de esos años. Mientras los libros y manuales oficiales de historia nada dicen de los Tucumanazos o tergiversan la historia narrada desde Buenos Aires para solaparla detrás de otros movimientos en apariencia más importantes, quienes deben sostener el recuerdo de esos años asumen actitudes de complicidad y callan. En las universidades tucumanas no se enseña historia de Tucumán, en las escuelas mucho menos. No existe en el callejero de la ciudad una marca que recuerde los Tucumanazos, como no existe prácticamente señales en la ciudad de aquellas protestas ni de los militantes de esos años. Asoman ciertas remembranzas cuando se suceden las proyecciones del documental, estrenado en septiembre de 2007 y con el cual nos propusimos salir a “militar” en la memoria de nuestra historia. Porque creemos que solo recordando y analizando críticamente nuestro pasado, será posible pensar en la transformación de nuestro propio presente y la construcción de otro futuro distinto, como el que soñaron los jóvenes setentitas de la generación de los “Azos”. Al menos hoy puedo afirmar con cierto optimismo, que aquella premisa sobre el olvido de nuestra propia historia comienza a cambiar, cuando nos llaman y nos invitan a pasar el documental en un colegio, en una universidad o en un congreso. La marca de la memoria al menos quedará impresa en un DVD para señalar aquellos lugares por donde se “escribió” nuestra historia. Quizás algún día podamos por ejemplo, conseguir que el ayuntamiento capitalino recupere la dignidad y reemplace el nombre de la Avenida Roca por el de alguno de los luchadores sociales de los Tucumanazos. O simplemente por el de los 30.000.
Entre la “Cosechera” y el “Postino”, el Patio Lorca
El 13 de septiembre de 2007 se estrenó el documental El Tucumanazo. El lugar elegido para la presentación fue un bar cultural denominado Patio Lorca. Esa noche debieron organizarse dos proyecciones dado que la masiva asistencia de público desbordó la sala. Antes de dar comienzo a la primera proyección se hizo una presentación y luego de la misma se dejó un espacio para el debate. Al salir de la sala una ex militante sententista sentenció: “convirtieron al Patio Lorca en la «Cosechera»”. Esta imagen se repitió tras varias proyecciones posteriores en los más diversos ámbitos, todas proyecciones seguidas de debates entre los realizadores y el público, donde muchas veces se mezclaban jóvenes con ex militantes setentistas. Los primeros ávidos por conocer la historia nunca contada; los segundos deseosos de contar esa historia. Pero ¿qué fue aquella Cosechera mencionada por la tertuliana?
La Cosechera había sido un bar tradicional de Tucumán, que junto al “Buen Gusto” reunía a los jóvenes politizados y donde se improvisaban tertulias políticas en los 60 / 70. Toda la gama de militantes de la izquierda de esos años se reunía en la Cosechera a discutir, a debatir, a intercambiar ideas, repitiendo algunas de las experiencias que se daban también en el Comedor Universitario. Hasta hace algunos años uno podía transitar por la intersección de la calle Junín y San Martín y en la esquina se encontraba con un “pedazo” de historia llamado “La Cosechera”. El bar no había perdido su identidad y si el paseo se hacía de la mano de algún ex militante de aquellos años, raro era que no contara alguna experiencia de las vividas allí. Angelita Nassif, recordada militante de esos años, y activa participante de los tucumanazos, me confió antes de fallecer que su sueño era volver a reunir en La Cosechera “a la barra”. Sin embargo el paso del tiempo parece implacable y consigue borrar incluso estas marcas de la memoria. Reconvertido en un “bar resto” posmoderno, hoy la Cosechera ha cambiado de aspecto y nombre. Se llama “Il Postino” y tan solo queda como recuerdo parte de su mobiliario. El resto fue borrado de un plumazo, como si la memoria que allí habitaba debía también ser eliminada.
Pero al olvido que supone el aniquilamiento arquitectónico y simbólico de la historia, la memoria le responde con nuevas marcas y nuevas huellas. Si La Cosechera hoy no existe, el Patio Lorca podrá erigirse en santuario de la memoria, no ya para repetir las experiencias de los años 60 / 70 sino para narrarlas. No hay mera evocación nostálgica de una lucha que se recuerda como deseable que se repita, sino evocación de lo que fue, para la construcción de nuevas formas de lucha que permitan pensar, sobre la experiencia pasada, la conjunción de nuevas modalidades acordes a los tiempos que corren. El espíritu de La Cosechera está presente en El Patio Lorca, pero con las implicancias de nuestro tiempo presente. En medio, el recuerdo y la memoria de quienes militaron narrando a las nuevas generaciones sobre lo que fue. La memoria de los 30.000 que se impone como relato y como necesidad. Como relato, una de esas voces pretende serlo el documental en este artículo comentado. Como necesidad de impedir que el olvido oficial siga avanzando, para prevenir nuevas formas represivas, o que oscuros personajes como Bussi ganen la calle, no vaya a ser cosa, que dentro de unos años, el callejero tucumano bendiga al represor, como lo hizo con Roca. Escribir esta historia nos corresponde a nosotros, porque si dejamos en mano del Estado burgués la narración de nuestro pasado, lo más probable es que la goma estatal borre de un plumazo toda marca o huella pasada. La lucha hoy es esta, preservar lo poco que queda de estas marcas y recuperar la memoria de aquellas marcas que han sido “aniquiladas”.
Una Posdata: Mientras termino de escribir estas reflexiones me entero que hoy comienza el juicio contra el último dictador argentino, Reynaldo Benito Antonio Bignone.
-------------
Rubén Kotler
Tucumán - Argentina
www.rubenkotler.com.ar
0381 - 154159103
El escrache de HIJOS en 1998 y el parque de los 30.000
1998. Otro genocida está en el poder. Antonio Domingo Bussi, otrora represor de la dictadura es ahora gobernador elegido por medio de los votos en 1995. Con cierta conciencia de lucha en la batalla por la memoria, una organización, hija de los desaparecidos por Bussi y cia. aparece en escena. Esta generación es hija de los estudiantes y obreros de la resistencia de los “Tucumanazos”. H.I.J.O.S. nace en 1995, cuando el genocida triunfa en elecciones burguesas y ocupa la casa de gobierno “legalmente”. HIJOS, decide entonces escrachar a Bussi en Tucumán. Y lo hace en 1998, cuando Bussi ostenta todo el poder público y político en sus manos. Es el momento del apogeo del dictador en democracia. E HIJOS recupera la memoria de sus padres desaparecidos con un escrache en la provincia.
El escrache tuvo su prolegómeno en el campamento nacional de HIJOS llevado a cabo en los días previos al 12 de octubre de 1998, fecha elegida para la manifestación. El campamento nacional que reunía a los miembros de HIJOS de todo el país se llevó a cabo en el campus universitario “la Quinta Agronómica”, lugar emblemático de la lucha en los años setenta, sitio de la resistencia estudiantil contra el cierre de los comedores universitarios y donde ocurrió el último acto de rebeldía de la juventud, previo al genocidio, en ese proceso conocido hoy como los Tucumanazos. El Quintazo había sido en junio de 1972 un acto popular que había congregado a los estudiantes universitarios para manifestar contra la dictadura encabezada entonces de Lanusse (continuadora de la dictadura de Onganía). Vale prestar atención a lo simbólico una vez más. HIJOS en tanto agrupación que reúne a hijos e hijas de los desaparecidos, generación de los militantes que había participado también del Quintazo, se reúne previo al escrache a Bussi, en el territorio de la rebeldía de sus padres. Las marcas de la memoria se van estableciendo entre lo real y lo simbólico, pero dejan impresas fuertes huellas en la percepción de los participantes. Aquí el pueblo recupera el espacio de lucha. Los jóvenes se apropian del lugar de sus padres y retoman un camino de militancia que parecía olvidado.
Pero la lucha por la memoria tiene a su contraparte. El Estado no permitirá el recuerdo. Mientras HIJOS organiza la marcha que buscaba llegar a la plaza principal, allí donde habitan los poderes de turno, Bussi propone sitiar la ciudad con más de 5.000 policías y evitar los que los jóvenes lleguen a la Plaza Independencia. Los cálculos de la organización entonces hablaban de 1000 participantes, es decir que por cada manifestante, el “Bussi de la democracia” dispuso el despliegue de cinco policías. Una vez más: cinco policías por manifestante, para impedir que HIJOS ocupe la plaza y escrache al genocida. Desde el ayuntamiento de la capital (afín al gobernador tucumano) se decide rebautizar un parque colindante con el centro de la ciudad. El nombre asignado era el de “Parque Operativo Independencia”, recordando los comienzos del genocidio argentino, aquel que acabó con la generación de los tucumanazos. El Operativo Independencia había supuesto en 1975 la prueba de ensayo del plan sistemático de represión y exterminio del régimen, instaurado tras el golpe el 24 de marzo de 1976. El parque dejó de llamarse El Provincial por unas horas y en clara actitud provocativa del gobierno de Bussi, les recordaba ahora a los HIJOS que la Reorganización Nacional no había culminado. Una vez más las marcas territoriales mostraban la disputa por la memoria contra el olvido. Memoria popular de los HIJOS contra el olvido oficial de Bussi y sus secuaces.
HIJOS en su camino a plaza Independencia habrían de pasar por el “parque El Provincial”. Al llegar al parque e impedidos de ingresar a la ciudad por el amplio operativo policial deciden realizar la manifestación allí. Primer acto de rebelión popular: “Rebautizar el parque”. Quitaron los carteles con el nombre de “Operativo Independencia” y colocaron los nuevos carteles anunciando el nuevo nombre del predio: “Parque 30.000 detenidos desaparecidos”. Con la mirada de “Roca” de los policías custodiando la entrada en la ciudad, HIJOS y las organizaciones populares que los acompañaban no dejaban de entonar consignas contra el genocida. “Como a los nazis, les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”. Vale recordar que el Bussi todopoderoso, amo de la vida y la muerte de los tucumanos en los ’70, huyó de la provincia el día del escrache. Solo la cobardía de los generales argentinos les impide enfrentarse con el poder popular y rendir cuentas de sus actos. El mismo Bussi que diez años después se echaría a llorar en la sala de un juzgado sentado en el banquillo de los acusados. Roca sentiría vergüenza de este militar argentino llorón.
Desde el 2004 el parque fue rebautizado "Parque de la Memoria"
El comedor universitario y el olvido territorial
Siempre cuento la anécdota, sobre todo para quienes no vieron el documental. Cuando comenzamos a trazar ideas sobre el Tucumanazo, nos plantamos en la puerta de la casa donde había funcionado uno de los comedores universitarios durante los años 70. La premisa era preguntarle a los ocasionales transeúntes si tenían conocimiento sobre el funcionamiento del comedor universitario en aquel sitio. Con sorpresa descubrimos que más del 90% de los entrevistados desconocían no solo la existencia del comedor en los años 60 / 70 sino que desconocían la historia misma de los Tucumanazos. Ubicado sobre la calle Muñecas al 200, frente a la Escuela Normal, el comedor había sido en esos años centro de importantes debates políticos. Los estudiantes universitarios no solo se reunían allí a comer por poco dinero, sino que en el comedor se organizaban importantes tertulias políticas donde las discusiones sobre el poder, la violencia política, la lucha armada, el cambio social, entre otros temas, estaban a la orden del día. Con nuestra improvisada encuesta corroboramos la hipótesis de uno de los entrevistados del documental; un viejo militante setentista nos afirmó categórico: “Ni los tucumanos recuerdan el Tucumanazo”.
El espacio urbano visiblemente modificado ha contribuido con este olvido al borrar toda huella territorial de lo que fueron las luchas de esos años de rebeldía obrero estudiantil. Pero no solo han sido borradas las huellas territoriales de esos años. Mientras los libros y manuales oficiales de historia nada dicen de los Tucumanazos o tergiversan la historia narrada desde Buenos Aires para solaparla detrás de otros movimientos en apariencia más importantes, quienes deben sostener el recuerdo de esos años asumen actitudes de complicidad y callan. En las universidades tucumanas no se enseña historia de Tucumán, en las escuelas mucho menos. No existe en el callejero de la ciudad una marca que recuerde los Tucumanazos, como no existe prácticamente señales en la ciudad de aquellas protestas ni de los militantes de esos años. Asoman ciertas remembranzas cuando se suceden las proyecciones del documental, estrenado en septiembre de 2007 y con el cual nos propusimos salir a “militar” en la memoria de nuestra historia. Porque creemos que solo recordando y analizando críticamente nuestro pasado, será posible pensar en la transformación de nuestro propio presente y la construcción de otro futuro distinto, como el que soñaron los jóvenes setentitas de la generación de los “Azos”. Al menos hoy puedo afirmar con cierto optimismo, que aquella premisa sobre el olvido de nuestra propia historia comienza a cambiar, cuando nos llaman y nos invitan a pasar el documental en un colegio, en una universidad o en un congreso. La marca de la memoria al menos quedará impresa en un DVD para señalar aquellos lugares por donde se “escribió” nuestra historia. Quizás algún día podamos por ejemplo, conseguir que el ayuntamiento capitalino recupere la dignidad y reemplace el nombre de la Avenida Roca por el de alguno de los luchadores sociales de los Tucumanazos. O simplemente por el de los 30.000.
Entre la “Cosechera” y el “Postino”, el Patio Lorca
El 13 de septiembre de 2007 se estrenó el documental El Tucumanazo. El lugar elegido para la presentación fue un bar cultural denominado Patio Lorca. Esa noche debieron organizarse dos proyecciones dado que la masiva asistencia de público desbordó la sala. Antes de dar comienzo a la primera proyección se hizo una presentación y luego de la misma se dejó un espacio para el debate. Al salir de la sala una ex militante sententista sentenció: “convirtieron al Patio Lorca en la «Cosechera»”. Esta imagen se repitió tras varias proyecciones posteriores en los más diversos ámbitos, todas proyecciones seguidas de debates entre los realizadores y el público, donde muchas veces se mezclaban jóvenes con ex militantes setentistas. Los primeros ávidos por conocer la historia nunca contada; los segundos deseosos de contar esa historia. Pero ¿qué fue aquella Cosechera mencionada por la tertuliana?
La Cosechera había sido un bar tradicional de Tucumán, que junto al “Buen Gusto” reunía a los jóvenes politizados y donde se improvisaban tertulias políticas en los 60 / 70. Toda la gama de militantes de la izquierda de esos años se reunía en la Cosechera a discutir, a debatir, a intercambiar ideas, repitiendo algunas de las experiencias que se daban también en el Comedor Universitario. Hasta hace algunos años uno podía transitar por la intersección de la calle Junín y San Martín y en la esquina se encontraba con un “pedazo” de historia llamado “La Cosechera”. El bar no había perdido su identidad y si el paseo se hacía de la mano de algún ex militante de aquellos años, raro era que no contara alguna experiencia de las vividas allí. Angelita Nassif, recordada militante de esos años, y activa participante de los tucumanazos, me confió antes de fallecer que su sueño era volver a reunir en La Cosechera “a la barra”. Sin embargo el paso del tiempo parece implacable y consigue borrar incluso estas marcas de la memoria. Reconvertido en un “bar resto” posmoderno, hoy la Cosechera ha cambiado de aspecto y nombre. Se llama “Il Postino” y tan solo queda como recuerdo parte de su mobiliario. El resto fue borrado de un plumazo, como si la memoria que allí habitaba debía también ser eliminada.
Pero al olvido que supone el aniquilamiento arquitectónico y simbólico de la historia, la memoria le responde con nuevas marcas y nuevas huellas. Si La Cosechera hoy no existe, el Patio Lorca podrá erigirse en santuario de la memoria, no ya para repetir las experiencias de los años 60 / 70 sino para narrarlas. No hay mera evocación nostálgica de una lucha que se recuerda como deseable que se repita, sino evocación de lo que fue, para la construcción de nuevas formas de lucha que permitan pensar, sobre la experiencia pasada, la conjunción de nuevas modalidades acordes a los tiempos que corren. El espíritu de La Cosechera está presente en El Patio Lorca, pero con las implicancias de nuestro tiempo presente. En medio, el recuerdo y la memoria de quienes militaron narrando a las nuevas generaciones sobre lo que fue. La memoria de los 30.000 que se impone como relato y como necesidad. Como relato, una de esas voces pretende serlo el documental en este artículo comentado. Como necesidad de impedir que el olvido oficial siga avanzando, para prevenir nuevas formas represivas, o que oscuros personajes como Bussi ganen la calle, no vaya a ser cosa, que dentro de unos años, el callejero tucumano bendiga al represor, como lo hizo con Roca. Escribir esta historia nos corresponde a nosotros, porque si dejamos en mano del Estado burgués la narración de nuestro pasado, lo más probable es que la goma estatal borre de un plumazo toda marca o huella pasada. La lucha hoy es esta, preservar lo poco que queda de estas marcas y recuperar la memoria de aquellas marcas que han sido “aniquiladas”.
Una Posdata: Mientras termino de escribir estas reflexiones me entero que hoy comienza el juicio contra el último dictador argentino, Reynaldo Benito Antonio Bignone.
-------------
Rubén Kotler
Tucumán - Argentina
www.rubenkotler.com.ar
0381 - 154159103
COMUNICADO UNTER EL BOLSÓN
COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS:
EXISTE UNA FIRME VOLUNTAD POR PARTE DEL GOBIERNO DE AVANZAR EN LA IMPLEMENTACIÓN DEL “Proyecto de Integración de alumnos con discapacidad al Sistema Educativo Común” en los distintos niveles y modalidades.
Solo a modo de introducción les comentamos que la escencia del proyecto consiste en derivar hacia las escuelas comunes una parte importante de la matrícula de las escuelas especiales de la provincia.
Desde la Seccional entendemos que estamos muy lejos de contar con las condiciones mínimas para su puesta en funcionamiento.
En primer lugar, los docentes de las escuelas comunes prácticamente deconocen el contenido y las implicancias de este proyecto. Y esto es exclusiva responsablidad del CPE. Por otra parte no existen las garantías mínimas en términos de formación docente y los equipos técnicos para el apoyo necesario. Ni que hablar de la infraestructura edilicia o de los fondos necesarios para su implementación.
Siendo así las cosas, la puesta en práctica del proyecto solo redundará en la pauperización de la educación pública promoviendo aún más él fracaso y la deserción escolar.
Estamos haciendo llegar a las escuelas un documento que plantea las condiciones mínimas en las que se tendría que implementar dicho proyecto. Este documento está para ser firmado por todo el personal docente y ser presentado a las autoridades del Ministerio.
COMISIÓN DIRECTIVA DE LA UnTER SECCIONAL EL BOLSON
EXISTE UNA FIRME VOLUNTAD POR PARTE DEL GOBIERNO DE AVANZAR EN LA IMPLEMENTACIÓN DEL “Proyecto de Integración de alumnos con discapacidad al Sistema Educativo Común” en los distintos niveles y modalidades.
Solo a modo de introducción les comentamos que la escencia del proyecto consiste en derivar hacia las escuelas comunes una parte importante de la matrícula de las escuelas especiales de la provincia.
Desde la Seccional entendemos que estamos muy lejos de contar con las condiciones mínimas para su puesta en funcionamiento.
En primer lugar, los docentes de las escuelas comunes prácticamente deconocen el contenido y las implicancias de este proyecto. Y esto es exclusiva responsablidad del CPE. Por otra parte no existen las garantías mínimas en términos de formación docente y los equipos técnicos para el apoyo necesario. Ni que hablar de la infraestructura edilicia o de los fondos necesarios para su implementación.
Siendo así las cosas, la puesta en práctica del proyecto solo redundará en la pauperización de la educación pública promoviendo aún más él fracaso y la deserción escolar.
Estamos haciendo llegar a las escuelas un documento que plantea las condiciones mínimas en las que se tendría que implementar dicho proyecto. Este documento está para ser firmado por todo el personal docente y ser presentado a las autoridades del Ministerio.
COMISIÓN DIRECTIVA DE LA UnTER SECCIONAL EL BOLSON
YA SALIO LA REVISTA SUDESTADA DE NOVIEMBRE
Editorial
Nuestro trabajo pendiente
Ahí están, otra vez, desnudos a los ojos de tantos lectores, oyentes, televidentes: los mercenarios del micrófono, los periodistas-felpudo que defienden los intereses de sus patrones, aquellos que entienden que sostener su lugar de jerarquía en un medio significa consustanciarse con los negociados de sus jefes, proteger sus objetivos comerciales.
Nota de tapa
Ernest Hemingway en Cuba
Un escritor se hace combatiente y espía. Viaja por el mundo, pero amarra su alma inquieta en las costas cubanas por más de veinte años. Atraído por la pesca, hace de la isla su hogar. De su encuentro con un pueblo noble, surgen relatos de pescadores diminutos contra peces gigantes. Así percibe la tensión con su país cuando estalla la revolución, que apoya abiertamente. El gobierno de Estados Unidos lo obliga a volver. ¿Suicidio o crimen político? Fidel, que se inspira en su novela sobre la Guerra Civil Española para enfrentar a Batista, lo reivindica por su audacia. En esta nota, un Hemingway que quiere cambiar el mundo con un bote y un sedal. Habla desde La Habana, Ada Rosa Alonso, directora del Museo Ernest Hemingway.
Entrevista con José Pablo Feinmann
"Uno escribe con sus demonios"
Del ensayo filosófico a la novela histórica, pasando por el recuerdo cinéfilo y la marca del pasado militante, la obra de José Pablo Feinmann aborda una vastedad de temas que implica todo un desafío a la hora de priorizar una pregunta. ¿Un detective xenófobo en Nueva York, un militar encerrado en un sótano de Timote, un cowboy huyendo de los indios en un western, un país desgarrado por la tragedia? Algo, poco, de lo mucho conversado con un escritor polémico y provocador en esta primera parte.
Entrevista con Mauricio Kartun
“El teatro siempre es un ritual de violencia”
¿Cuál es la proyección para un género como el teatro, atrapado en la red de burocracia e ignorancia que se impone en los despachos oficiales? El dramaturgo y director Mauricio Kartun ensaya un diagnóstico del presente del teatro argentino; algo más que un recorte estético de un tiempo y un lugar.
Dossier
Ricardo Carpani: Los muros de la revolución
Atravesado por una época en la que el sueño de la revolución latía en cada calle, Ricardo Carpani supo delinear, a través de sus murales y afiches políticos, una iconografía propia e identitaria de la clase trabajadora nacional. Junto al relato de Doris Halpin, su compañera, repasamos vida y obra de un artista plástico marcado por las luchas populares, un exilio difícil y un regreso aún más complicado; alguien que concibió el arte como lugar ineludible de las grandes transformaciones sociales. Opina Luis Felipe Noé.
Entrevista con Carlos Penelas
Romancero libertario
“La gente no se puede imaginar vivir sin Estado, sin policía, sin iglesia, sin ejército. Le cuesta mucho tener sentido de libertad”, apunta el poeta. Carlos Penelas propone, en diálogo con Sudestada, un viaje mítico por las aguas de la literatura, la anarquía y la memoria, y un combate perpetuo contra los burgueses y los amanuenses del poder; es decir: los enemigos de siempre para el poeta.
Nuestro trabajo pendiente
Ahí están, otra vez, desnudos a los ojos de tantos lectores, oyentes, televidentes: los mercenarios del micrófono, los periodistas-felpudo que defienden los intereses de sus patrones, aquellos que entienden que sostener su lugar de jerarquía en un medio significa consustanciarse con los negociados de sus jefes, proteger sus objetivos comerciales.
Nota de tapa
Ernest Hemingway en Cuba
Un escritor se hace combatiente y espía. Viaja por el mundo, pero amarra su alma inquieta en las costas cubanas por más de veinte años. Atraído por la pesca, hace de la isla su hogar. De su encuentro con un pueblo noble, surgen relatos de pescadores diminutos contra peces gigantes. Así percibe la tensión con su país cuando estalla la revolución, que apoya abiertamente. El gobierno de Estados Unidos lo obliga a volver. ¿Suicidio o crimen político? Fidel, que se inspira en su novela sobre la Guerra Civil Española para enfrentar a Batista, lo reivindica por su audacia. En esta nota, un Hemingway que quiere cambiar el mundo con un bote y un sedal. Habla desde La Habana, Ada Rosa Alonso, directora del Museo Ernest Hemingway.
Entrevista con José Pablo Feinmann
"Uno escribe con sus demonios"
Del ensayo filosófico a la novela histórica, pasando por el recuerdo cinéfilo y la marca del pasado militante, la obra de José Pablo Feinmann aborda una vastedad de temas que implica todo un desafío a la hora de priorizar una pregunta. ¿Un detective xenófobo en Nueva York, un militar encerrado en un sótano de Timote, un cowboy huyendo de los indios en un western, un país desgarrado por la tragedia? Algo, poco, de lo mucho conversado con un escritor polémico y provocador en esta primera parte.
Entrevista con Mauricio Kartun
“El teatro siempre es un ritual de violencia”
¿Cuál es la proyección para un género como el teatro, atrapado en la red de burocracia e ignorancia que se impone en los despachos oficiales? El dramaturgo y director Mauricio Kartun ensaya un diagnóstico del presente del teatro argentino; algo más que un recorte estético de un tiempo y un lugar.
Dossier
Ricardo Carpani: Los muros de la revolución
Atravesado por una época en la que el sueño de la revolución latía en cada calle, Ricardo Carpani supo delinear, a través de sus murales y afiches políticos, una iconografía propia e identitaria de la clase trabajadora nacional. Junto al relato de Doris Halpin, su compañera, repasamos vida y obra de un artista plástico marcado por las luchas populares, un exilio difícil y un regreso aún más complicado; alguien que concibió el arte como lugar ineludible de las grandes transformaciones sociales. Opina Luis Felipe Noé.
Entrevista con Carlos Penelas
Romancero libertario
“La gente no se puede imaginar vivir sin Estado, sin policía, sin iglesia, sin ejército. Le cuesta mucho tener sentido de libertad”, apunta el poeta. Carlos Penelas propone, en diálogo con Sudestada, un viaje mítico por las aguas de la literatura, la anarquía y la memoria, y un combate perpetuo contra los burgueses y los amanuenses del poder; es decir: los enemigos de siempre para el poeta.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)