Buenos Aires (Prensa de Frente).- Durante el pasado fin de semana largo se llevó a cabo el Encuentro Nacional de Mujeres en la ciudad de San Miguel de Tucumán, que convocó a miles de mujeres de todo el país, junto a la presencia de luchadoras latinoamericanas.
Más de 50 talleres, charlas debates, muestras culturales y una masiva movilización que, a modo de cierre, recorrió toda la ciudad unificando consignas de lucha.
Como todos los años, el Encuentro es la oportunidad de miles de mujeres de todo el país para conocerse, intercambiar sus vivencias en los distintos talleres y proyectar una articulación de sus luchas.
Campesinas, indígenas, estudiantes, trabajadoras ocupadas y desocupadas, artistas, tienen el espacio para expresar sus problemáticas y resistencias, confluyendo en un reclamo colectivo por el derecho a decidir sobre su sexualidad, su maternidad e identidad y en contra de la violencia, los abusos y demás consecuencias del patriarcado.
En el marco del Encuentro, estuvieron presentes las problemáticas y experiencias de lucha de otros países de Latinoamérica como Brasil, Guatemala, Costa Rica, Colombia, Honduras y Nicaragua.
Las diferentes voces de mujeres organizadas en el continente se manifestaron en una charla abierta convocada por el Espacio de Mujeres del Frente Darío Santillán en el Alba de los Movimientos Sociales, junto a Feministas Inconvenientes.
“Ni golpe de Estado, ni golpe a las mujeres”, fue una de las consignas fundamentales del Encuentro, señalando el repudio al golpe en Honduras, y a la violencia sufrida particularmente por las mujeres de ese país en la dictadura encabezada por Roberto Micheletti.
En la misma charla, las trabajadoras de la fábrica Kraft –ex Terrabusi- comentaron la situación actual del conflicto, destacando la doble opresión que padecen por ser mujeres, y su papel fundamental en la lucha por defender la fuente laboral y conseguir condiciones dignas de trabajo.
La elección de Tucumán como sede de este Encuentro se debe a que es una de las ciudades con mayor índice de secuestros y tráfico de mujeres y niñas para la explotación sexual.
En Tucumán desapareció Marita Verón; la lucha de su madre, Susana Trimarco fue clave para la visibilización de la trata en nuestro país.
Las calles de la ciudad de San Miguel quedaron marcadas con huellas de denuncia, mientras las paredes se imprimieron de escraches a la opresión de la Iglesia, la complicidad de los gobiernos y la justicia en la desaparición de mujeres.
En un grito de unidad, las mujeres del país y de Latinoamérica manifestaron un compromiso de organización y lucha desde la diversidad.