La Continua: Estamos en comunicación ahora sí con Gaby Herczeg . Podríamos decir muchas cosas para presentarla, pero la vamos a presentar como Gaby Herczeg, lesbiana y amiga que está en este momento en el Alto Valle de Neuquén. Buen día, Gaby.
GH: Buenos días, ¿cómo están? Buenos días a ustedes y a toda la audiencia.
LC: Acá estamos bastante con el corazón arrugado y un poco débil y sensible. Y al menos a mí me hizo mucho bien ayer cerca de las 8 de la tarde, de la noche, una amiga me dice que había pasado esto y que iba a haber una reunión virtual por Meet. Y a mí no me gustan mucho esas cosas, pero me sumé de inmediato y éramos cerca de 200. Fueron casi 2, 3 horas de conversación. Contanos un poco de eso y si tenés información nueva de las lesbianas que fueron atacadas también.
GH: Bueno, como dijiste, estamos todas muy conmovidas, muy movilizadas y es muy difícil poner palabras todavía de esto que nos está pasando. Ayer amanecimos con la tristísima noticia de un ataque lesbodiante en el barrio de Barracas, en Buenos Aires, en un hotel familiar donde había dos parejas de lesbianas durmiendo. Un vecino, que ya las venía hostigando, acosando hacía tiempo, decidió pasar del discurso a la acción y las prendió fuego. Les tiró, les arrojó una bomba molotov en la habitación. Una de ellas falleció. Hay 3 que están internadas en estado grave. Bueno, esa es la situación. Y ante eso, bueno, con lo que esto nos moviliza, porque son repetidos ataques hacia la comunidad que venimos atravesando. Se autoconvocó, un encuentro, como dijiste por Meet, donde participaron más de 200 organizaciones, activistas, independientes. Un poco por esta necesidad de encontrarnos ante esta situación tan terrible, de ver cómo se vive, cómo plantarnos ante estas situaciones que están fogoneadas, digamos, desde distintos espacios, desde distintos lugares con distintas responsabilidades. Y que en este contexto tan duro, tan difícil y de tanta precarización y vulnerabilidad que estamos atravesando, nos toca muy de cerca. Así que eso fue muy necesario, encontrarnos en ese abrazo en la virtualidad y ponernos a pensar juntas. Que yo entiendo que es la única manera en la que podemos afrontar este contexto del horror en el que estamos, como para ver, desde lo inmediato cuáles son las acciones más necesarias como para acompañar y ayudar en esta situación que están atravesando las tres compañeras que todavía están peleándola. Y además, plantearnos en términos más generales, Cómo seguir, cómo difundir esto y sobre todo qué importante lo que están haciendo ustedes de difundirlo en la radio como comunicadores. Porque hay también un cerco mediático muy grande. Esto se supo, hubo algunas repercusiones en algunos medios, pero ya sabemos cómo los medios hegemónicos tratan estas noticias desde el machismo, desde lo morboso de la situación. Y entonces, tratar de también de ponerle el cuerpo y dar la batalla por ese lado.
LC: Anoche decían, además de sacar cosas en las redes y de comunicados, ¿qué acciones concretas se pueden hacer? Y yo pensaba en nuestra Patagonia que está acá en la comarca, lloviendo casi sin pausa, por momentos agua-nieve, las acciones callejeras son otras. No tenemos redes sociales gran parte de nosotras. Y dije, bueno, pero tenemos las radios comunitarias y sociocomunitarias. Radio Nacional está siendo desmantelada de a poco y en estos lugares no es algo menor. Y, bueno, vamos a contar con la radio. Me lleva, nos lleva a todas nosotras a pensar en la Pepa Gaitán, a pensar en todas nuestras muertas. Y suena difícil, pero nos lleva a eso.
GH: Sí, eso es importante también verlo. Esto no es un hecho aislado, no es un loquito que apareció de la nada. Digamos que hay una continuidad de un montón de sucesos y que son los sucesos de los que podemos dar cuenta, los que podemos contar y a los que les podemos poner nombre.
Vos mencionabas a la Pepa en el 2010, que fue ese escopetazo, que nos puso a todas, en ese lugar de la vulnerabilidad a la que estamos expuestas. Pero hay una continuidad. Podemos seguir pensando y ver, lo que sucedió con Igui en el 2006, cuando se defendió de una violación colectiva, lo que sucedió con Mariana Gómez, que fue procesada por besarse con quien era su esposa. Digamos que hasta tenía la legitimidad del Estado, si se quiere, para esa relación y se dieron un beso en una estación de subte. Tehuel que sigue desapareciendo. Bueno, digamos que hay una continuidad de sucesos a los que les podemos poner nombre, ¿no? Porque a pesar de todo y de esta situación que vos también planteabas, el de estar por fuera de las redes muchas, las dificultades y las propias precariedades de sostener la vida cotidiana y la existencia. Y sin embargo, podemos darnos estos espacios de encuentro y visibilizar algunas de las situaciones que nos llegan y a las que podemos tener acceso. Que seguramente son muchas más. Esta es una situación, la que sucedió ayer, extrema y que de alguna manera, con las características que decíamos recién, tomó algún estado público. Pero tenemos que seguir visibilizándola porque es una, en este momento, yo creo que es la única manera de poder acuerparnos, cuidarnos y resguardarnos entre nosotres.
LC: Cuando hablamos de visibilidad lésbica, sabemos que no es lo mismo para las chongas que hemos podido estudiar. Cuando decimos chongas, no es lo mismo que chongo. Cuando decimos chongas, hablamos de lesbianas masculinas. Y no es lo mismo para quien ha podido acceder a algún tipo de estudios, conseguir un laburo que para otras chongas. Como siempre, no es lo mismo tener un color de piel claro que ser una chonga marrona. Se nos dificultan un montón de cosas, a todas, pero algunas especialmente. Que estuvieran cuatro personas viviendo en una misma habitación, habla de un estado de vulnerabilidad económica. Posiblemente, por no poder acceder a puestos laborales en los que se busca otro tipo de personas. No damos con el perfil. Pocas veces damos con el perfil de lo que se requiere en los espacios laborales y sociales.
GH: Sí, acá, bueno, y traes un poco una de las cuestiones que conversábamos anoche en ese encuentro. Bueno, esto que tiene que ver con las precariedades y cómo nuestras existencias están atravesadas por múltiples situaciones que nos ponen lejos del privilegio, ¿no? Y en el caso de estas compañeras, bueno, justamente eso que mencionabas, la situación de estar viviendo en un hotel, cuatro personas compartiendo una habitación. Ahí hay un atravesamiento que tiene que ver, además de su identidad sexual, con cuestiones de clase, cuestiones migrantes. Sabemos que algunas de ellas no eran de la capital. Si bien es poco lo que podemos saber, sabemos que no están en condiciones de hablar, ¿no? Entonces, bueno, por eso estamos también resguardando desde sus identidades hasta esa poquita información que vamos teniendo. Pero sí sabemos que es una situación en la que se articulan un montón de dimensiones que ponen fuera de los privilegios, ¿no? Estos privilegios que mencionabas de la posición económica, del trabajo asalariado, de la blanquitud. El ser seleccionable para un trabajo y no tener que estar expuestas a este tipo de violencias.
LC: Muchas gracias, amiga, por tomarte este rato de tu mañana, de tu día, para conversar con nosotras, para abrazarnos de esta manera. Un abrazo muy público delante de un montón de gente que estamos abrazando, que sabe de esta amistad.
GH: Sí, Qué necesario esto de poder seguir tejiendo estas redes, ¿no? Que nos protegen y nos cuidan y nos contienen desde el afecto, desde afectos que son políticos, que hemos tejido a lo largo de tantos años y que en situaciones como esta son lo único que nos queda, creo.
LC: Te quiero mucho, amiga. Gracias.
LC: Gracias, Gaby.
GH: Las quiero. Un beso grande.