Azul: Es mucho tiempo el que estamos. Ya 18 años de
funcionamiento. De la idea original cambiaron varias cosas. En su momento, la
idea era que fuera una cogestión entre los estados nacionales, provinciales y
municipales y que eso fuera como un lugar de donde se sostuviera el CIC. Pero
luego esto fue mutando, fue cambiando; las realidades políticas hacen que
muchas veces esa interrelación entre los estados no se dé. Entonces tuvimos que
recurrir a la creatividad de la autogestión. En muchos casos pasó eso, si bien
acá el Municipio por un convenio que hay original, aporta en lo que es la electricidad,
el gas, la limpieza; después el resto de las cuestiones lo tenemos que solucionar
desde la participación popular, desde la participación de todes.
Ornela: En esto, desde el principio, la forma más accesible
para que se entienda el CIC es esa casa que nace de un proyecto de una política
pública nacional. Pero hoy es la casa de muches de nosotres, de muchas personas
más, que se construye comunitariamente que es una lógica poco conocida. Así se
fue gestando en la mesa de gestión y ya hoy en día tiene una impronta propia y
sorprende demasiado. Siempre nos encontramos con personas que entienden el CIC
de otra forma como que tiene mucha pinta de institución y se cree que tiene
recursos, que pueden presentar CV, que pueden trabajar acá y es loco pensar que
es todo autogestivo, la participación. Y hacemos mucho hincapié de que se suman
a construir comunitariamente, no a usar un espacio de manera comunitaria. Y en
esa construcción se creció como estamos creciendo. Tiene tantas áreas de
abordaje y todas con mucha participación y con muchas actividades. No es
perfecto –porque nada es perfecto- pero siempre con el desafío de poder superar
las trabas que se presenten y poder sostenernos de esta manera. Hubo muchos
intentos de poder institucionalizarlo un poco más; pero sabemos que otros CIC
del país -son muy poquitos- se sostienen de esta manera, autogestivamente, con la
idiosincrasia de una mesa de gestión abierta, participativa y horizontal.
Obviamente, si bien es hermoso y nos motiva un montón, también es cierto que es
un desafío trabajar por consenso y no por votación; a veces es dificultoso,
pero a la vez maravilloso. Así aprendimos el respeto mutuo y el sostenimiento
de todo el nexo que conforma esta comunidad. Nos concebimos como un espacio
comarcal porque es el único que tenemos en la Comarca. Siempre decimos que “no
le decimos NO a nada”. Si viene un vecino, vecina, vecine con una inquietud,
con una problemática o con algo, si no tenemos la respuesta le sumamos y le
acompañamos a buscar esa respuesta, a hacer frente a ese problema, o a buscar soluciones,
o acompañamos en diversas situaciones e invitamos siempre a sumarse a personas con
este compromiso social y con esta solidaridad que entendemos sería maravilloso
que sea cultural y continúe.
Azul: Igual tenemos algunos límites. El CIC es un espacio
libre de violencias. Por otro lado, también decimos que todos los partidos, que
todo lo que es actividad partidaria, no política porque política hacemos todes.
Pero sí lo partidario y las iglesias también, les pedimos que no participen del
CIC. Porque darle cabida a uno automáticamente expulsa al resto. Y como justamente
la idea es integrar, decimos que ese es el límite. Y por otro lado también implica
un gran desafío para todes porque hemos crecido. En un momento hablábamos mucho
de lo que es la participación abierta y a veces nuestros egos nos hacían cerrar
las puertas a otras formas de pensamiento. Eso nos llevó mucho tiempo también con
la ilusión de las políticas feministas, también nos costó bastante. Desde las
diversidades sexuales también. Fue todo un desafío en estos 18 años poder construir
y mantenernos.
Donde estamos ahora que es el espacio de la consultoría
para personas trans, travestis y no binarias. Por otro lado, también está la
cocina comunitaria donde hoy participan 33 productores que hacen sus productos
de forma segura, con una habilitación. Por otro lado, recomenzó, y ahora
creemos que no vamos a parar, la panadería del proyecto trigo, panadería que
fue operada por usuarios de salud mental, egresadas de la escuela 21. Por otro
lado, también tenemos la feria integradora que cada vez crece más, no nos
alcanza el espacio. Y estamos también con algunos proyectos para comenzar a ver
qué pasa con la unidad productiva textil más allá de todo lo que ya viene
funcionando. Nosotros decimos, más allá de los talleres, más allá de los anexos
de la primaria y secundaria de adultes, esto es un espacio de encuentro, un
espacio para tomar mate, para venir a resguardarse calentites. Siempre un
espacio de encuentro y también de contención.
Ornela: también talleres que no los nombraste. Saber que
estamos organizados por áreas. Dentro de esas áreas está producción que es
abierto a la comunidad, para quien tenga la necesidad de tener un espacio para
elaborar sus productos, o también ver cómo funciona su propuesta; o algo que ya
esté activo está el área de productores. También está el área de talleres: hago
un repaso rápido con el machete. Hay Tai Chi, yoga, baile tipo zumba, JAT que es entrenamiento tipo
trampolín, Kung fu, folklore,
tsen , tuer, canto individual, instrumentos musicales, tejido, práctica
coral.
Institucionalmente funciona también una salita (el cap Cic). Como
institución también funcionan la Escuela primaria de adultos, la Escuela
secundaria de adultos modalidad SEPJA. Y viene los miércoles Ansés; los viernes cada 15 días el CAJ
(centro de atención de acceso a la justicia). Y también tenemos el área de
Diversidad y Género que, como bien dijo Azu, está el Consultorio integral para
acompañamiento trans, travesti y no binaria; y también acompañamos todo tipo de
situaciones de violencia de género. Dentro de eso articulamos con una compañera
que es psicóloga. Y también está el área de niñes y adolescencias en el que
acompañamos problemáticas dentro de los que es la niñez y la adolescencia.
Azul: Creo que cubriste todo.
Ornela: Lo comunitario tiene que ver con eso: abiertos y “nos sumamos
con”. No resolvemos sino nos sumamos: así surgió la ducha (que tiene mucho
uso), tener una cocinita personal (es decir, tener un espacio para que se
vengan a tomar algo calentito), secarse, pegarse una ducha…