Marcos: Bueno,
primero fue una sorpresa, una desgracia ¿no? Estas personas que pensamos que nunca
se van a ir. Lo inevitable pasa, y nos enteramos del fallecimiento de Hebe, algo
que conmocionó mucho a los docentes, a algunos de los estudiantes, los que
están más informados, a algunos no docentes. Fue fuerte. Y cuando el martes
fuimos a la escuela y nos vimos con Marcia, que es directora, nos preguntamos…
nos preguntamos no! nos interpeló la situación y dijimos no puede suceder que
no pase nada respecto de esto. Y fue el primer jueves donde no iba a estar Hebe
en la Plaza. En la última plaza que pudo estar, a pesar de su salud estuvo, y de
ahí salió la idea de hacer de vuelta, porque ya estaba, la ronda de las madres con
los pañuelos en el piso de la escuela. Repintarlo y hacerlo nuevamente y no
esperar al 24 de marzo sino al primer jueves sin Hebe. Hicimos dos actividades:
una a la mañana y una a la tarde. La de la mañana hicimos un centro con la
frase “Memoria, verdad y justicia”, los pañuelos y “Presente ahora y siempre”
con relación a Hebe. Y los pañuelos alrededor de esa primera imagen. Lo hicimos
con chicos que estaban presentes, algunos docentes -porque otros estaban en las
aulas porque estamos en instancias de recuperación y todo esto-. Y algún
personal no docente, porteros, algunos preceptores. Después también, a la
tarde, tuvimos la donación de un arrayán de un vivero, así que lo plantamos también
con un cartel con el pañuelo de las madres homenajeando a esta figura tan
grande que es y va a seguir siendo por siempre Hebe de Bonafini. Yo ponía esto
de las madres de nuestra generación, ¿no? una madre que nos marcó el camino de
la lucha, que tras la tremenda pérdida de dos hijos durante la dictadura
militar jamás dejó de marchar los jueves en la Plaza de Mayo. Y que su reclamo
terminó en una militancia política importante; no solamente fue reclamar desde
la justicia y no desde la venganza sino trabajar para la comunidad haciendo universidades,
planes de viviendas, haciendo todo lo que sabemos que hizo Hebe, y sobre todo en
su lucha, el jamás bajar los brazos, ni un paso atrás y siempre decir lo que
pensaba, cosa que mantuvo hasta el último momento. Así que ese fue nuestro
homenaje a tantos años de lucha; el homenaje también a la memoria, que no hay
forma de vivir sin memoria, memoria e identidad.
Radio La Negra: Marcos,
hablando de memoria y de identidad, ¿cómo están las juventudes, vos que
trabajás en una escuela secundaria con estudiantes de entre 13 y 17-18 años? ¿Qué
pasa con estas dos palabras: memoria e identidad? ¿Cómo lo percibís?
M: Mirá es
algo, sobre todo la cuestión de la identidad, que se viene marcando mucho. Las
nuevas generaciones, los chicos que están hoy siendo la planta de estas
escuelas, los de entre 13 y 18 años donde la identidad es algo que los
atraviesa. La identidad en todo sentido: la cuestión con perspectiva de género
hasta la identidad que tiene que ver con pueblos originarios, o sus propias
identidades que marca fuerte a esta generación. Y después la cuestión de la Memoria
que tiene que ver más que con los niños que van a hacer memoria siempre que los
adultos lo hagan. Nosotros podemos o tenemos la posibilidad de crear los
espacios para que los chicos se enteren de cosas que han pasado, hasta
enterarse de qué cosas pasaron y qué cosas no deben volver a pasar en una
democracia, en el país.
Me parece
que hay dos cuestiones: una tiene que ver con la identidad y otra con la memoria
que está más relacionado con qué hacemos los adultos con eso, porque los chicos
van a aprender de los ejemplos que podamos dar nosotros como adultos, como
padres, madres, referentes, etc.
RLN: Bueno,
que importante esto que decís porque en vez de tirarle la pelota a la juventud
se la estás tirando a la gente de nuestra generación que tienen esa tarea, esa
misión…
M: Esa
responsabilidad me parece. Responsabilidad de los que hemos vivido determinadas
situaciones, algunos un poco más grandes que nosotros. Yo la dictadura la viví
siendo chico, estaba en la primaria. Pero nos atravesó fuerte porque empezamos
a ver ¡uy! esto de… "ahí hay una casa
abandonada en el barrio”. Te hablo de la década del setenta. Y no era una casa
abandonada, era una casa cuya gente había sido secuestrada. En el momento, para
la imaginación de un chico era lo fantasmagórico de una casa abandonada. Pero cuando
fuimos creciendo nos fuimos enterando, gracias a los adultos que hicieron
práctica de la memoria y decidieron no callarse lo que han vivido, nos
enteramos que había habido una dictadura, que había desaparecidos. Y gracias a
las madres y abuelas que tomaron esta lucha con tanta responsabilidad y tanta
fuerza y tanta pasión. Es un poco eso, más que tirar la pelota para un lado o
para el otro es la responsabilidad de tomar conciencia de estos momentos en
nuestras vidas. Y hoy más que nunca es responsabilidad de los adultos.
Vemos cómo
avanza la derecha y es preocupante. El fascismo ganando en Italia, los
movimientos o grupos neonazis que también avanzan. Pero eso tiene que ver
también con qué hacemos nosotros con todo esto que va sucediendo. Y la memoria
nos tiene que ayudar para saber que el fascismo y el nazismo son cosas que no
deben repetirse, que la humanidad ya debería estar lo suficientemente armada
emocional e intelectualmente para poder entender que esos son pasos hacia atrás
en la historia de la humanidad.
RLN: Tal
cual. Marcos, apelando a la confianza que nos tenemos porque hemos sido
compañeros de militancia, seguimos siéndolo de alguna manera, te voy a poner en
un aprieto y te voy a preguntar sobre algo que me interpela a mí personalmente
y me imagino que a vos también como docente. Y es, en estos tiempos de los tiempos del Tiktok, nombro esta red
social de un minuto, ¿cómo se ejerce esa responsabilidad de la memoria cuando
sabemos que los procesos históricos, las luchas no se pueden contar en un
minuto, requieren de una atención y una comprensión más allá del minuto. ¿Qué
pasa con esa situación en las
juventudes?
M: Mirá yo
lo trabajo, soy profesor de historia, trabajo Ciencias sociales y trabajo con
los chicos en ver la importancia de que
informarse es una cosa y entretenerse es otra. Y ponemos en su lugar las redes
sociales que son lugares que sirven para el entretenimiento pero no para la
información. Analizamos desde canciones hasta películas para que vean como esto
es así. En una actividad que hicimos analizábamos, por ejemplo, una película muy
conocida, una de las vendidas en la historia como es el Rey León. Y vemos el
mensaje de la película con simbología que pone de un lado y del otro de una
línea que plantea el mismo orden yanqui, que pone a todos en la misma bolsa, y
aparecen simbologías muy claras, como claramente la caricatura del personaje
malo de la película es una caricatura de un líder musulmán. Y aparece la
bandera del mundo árabe como simbología cada vez que aparecen los malos. Como
hacen cuasi desfile nazi con el desfile de las hienas en la película. Y eso no
se aprende por Tiktok sino la única forma de entender los mensajes que pueda
haber, los discursos de los distintos relatos tiene que ver con el saber. Y el
saber se hace, no se crea, se comparte y se hace entre todos. Es algo que se
construye. Y ese construir el saber nos da las herramientas para poder
discernir cuando hay cosas que no nos sirven y cuando tenemos que hacer un
esfuerzo y saber que estamos informados sobre un determinado tema. Y sabemos
que ni Tiktok, ni Whatsapp, ni Instagram, ni ninguna de las redes sociales
sirven para informarnos aunque sí para entretenernos y a veces para ver en qué
anda alguien, poder comunicarnos. Es una herramienta que podemos utilizar pero
no está relacionado con la información. Cuando lo trabajamos en la escuela
vemos claramente que para informarse hay que hacer un trabajo y que no es mirar
un video de Tiktok.
RLN: gracias
por responder y de esta manera uno sigue confirmando por qué la militancia
juntos en estas palabras que decís. Yo creo que es importante y ojalá que todos
y todas las docentes tuvieran una mirada sobre estas cuestiones similar a esta.
Que estudiantes incluso desde la primaria pudieran hacer esa diferencia y
pudieran entender que las redes sociales son distractoras e, incluso, poder
mirar un poco más allá y ver de qué nos quieren distraer.
M: Y hay una
cuestión, medio cerrando, que tiene que ver que hay un imperio. No es que el
imperialismo se terminó. Hay un imperio muy grande que es Estados Unidos y
claramente las herramientas invasivas que tiene son las redes sociales, y por
eso son todas de ellos. Incluso ahora hasta compraron Twitter. Hay un claro
mensaje, el otro día hacíamos un ejercicio para poder ver esto y pusimos en Google:
desfile/plaza/nazi en la búsqueda y nos aparecieron imágenes de Rusia. Como una
bajada de línea importante de las herramientas que más utiliza la gente para
informarse. Entonces, la única forma de saber que eso no está bien es teniendo conocimientos
y saberes previos a esa búsqueda. Y la escuela es el único lugar donde lo vamos a encontrar. Me parece
que sigue siendo un lugar de compartir, de crear, de aprender y de hacer entre
todos el saber. No hay forma de que esto sea un acto individual. Es un acto colectivo.
Y de eso se trata la militancia, claramente.
En la Esc. 103 también se plantó un árbol en su memoria y la de su lucha. |