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domingo, 11 de septiembre de 2022

ÉPOCA DE HUERTA, SEMILLAS PROPIAS . ENTREVISTA A MAXI, PRODUCTOR DE SEMILLAS.


El Bolsón (ANPP).-- Comienza la época de siembra. #n nuestra comarca son Miles las huertas que ya están empezando a prepararse. Y en esta tarea tan linda como sana, las semillas son un factor determinante. ¿Producir las propias semillas es posible? Claro que sí. Posible, deseable y hasta necesario. Charlamos con Maxi, hjertero y productor de semillas y esto nos decía;

Empecé porque también, al producir nuestras semillas podés elegir lo que comés. Uno va a la veterinaria a comprar o a una feria también y consigue ciertas cosas. Pero hay mil variedades de lechuga y a uno le gusta una y a otro, otra. Pero en una veterinaria sobre todo hay solo una porque esa persona, por ejemplo, no puede traer veinte variedades de lechuga porque no le conviene. Entonces, si uno no produce, si los vecinos no producen, se van acotando  mucho las variedades. Entonces, para arrancar es eso, es elegir lo que queremos comer, lo que va bien en nuestra zona. Porque también el INTA da semillas pero no te da una variedad de repollo  para esta zona de la Patagonia donde necesitamos otras variedades que son diferentes a las del Norte por el clima y bueno, esa sería una primera importancia.

También, después, porque son caras para comprar. Si todos los años tenés que comprar semillas es un presupuesto. Y también no depender de ninguna empresa de las que producen o fabrican semillas sino producirlas entre nosotros, con los vecinos, compartirlas. Así que ahí andamos, tratando de producir más, de compartir las experiencias y los saberes.

Las semillas con colores primero, no son orgánicas; son producidas en una forma intensiva por estas grandes productoras de semillas y tienen esos colores  porque le ponen productos para que no se lo coman otros animales, funguicidas, distintos productos. Esas semillas están pensadas más  para grandes producciones aunque después terminan siendo vendidas para gente que tiene huerta en su casa. Pero insisto, están pensadas para grandes producciones, donde esa gente no quiere fallar, quiere que las semillas salgan todas, que no se las coma ningún bicho, que no las ataque ningún hongo. Lo peor serían las semillas híbridas que son las que se usan más en las producciones. Porque yo cuando me han faltado algunas semillas he comprado en veterinarias zanahorias, puerros, y de ahí pude hacer semillas. Y todo bien  y las mantuve muchos años hasta que después las fui cambiando. Pero el tema con los híbridos, con los F1, uno de ahí puede hacer una semilla al año siguiente pero esa variedad comienza a decaer, esas características con los años las va perdiendo. En cambio, con una semilla criolla que nos puede pasar un vecino, ya adaptada a la zona en la que estamos, uno puede hacer semillas con los años y las puede hasta mejorar porque uno puede seleccionar precocidad, tamaño, sabor; podés seleccionar varias cosas y las podés llegar a mejorar. Pero con estas semillas que se hacen de esta manera siempre va para atrás, va perdiendo sus características. Te comiste un brócoli que era gigante y al año siguiente hacés semilla y va a ser más chico, va a perder el sabor, se van perdiendo esas características…  es el problema de las semillas híbridas.

Justo la semana pasada con un compañero acá en la Feria, él le había dado unas semillas a un grupo de productores de acá y ellos se quejaban  porque unas eran medianas, otras chicas, otras eran grandes. Y qué pasa, el  productor no puede ir jugando con estas, le tienen que salir todas grandes. Elige esas semillas de grandes producciones que son todas importadas porque salen todas parejas, todas iguales. En cambio, la semilla criolla tiene estas cosas. Pero, para nosotros en la huerta es normal que tengamos un bancal de zanahorias y salen chiquitas, otras grandes. Siempre estamos apuntando a que salgan más grande para comer más, para tener más comida disponible para la familia. No me quejo cuando me salen unas chiquitas, otras grandes. Es la huerta, es el trabajo de la huerta. Uno apunta a que salga todo grande.

Pero el productor que va a poner 200 metros cuadrados de  repollo quiere que salgan todos iguales, todos grandes. Y si, la semilla industrial te da esa efectividad, salen todas;  después también pasa mucho con las veterinarias que  (no estoy demonizando ni a las veterinarias ni a las semillas) pero compran una lata de  un kilo de semillas y tardan varios años en venderlas. Entonces, cada año va perdiendo el poder germinativo, cada día van germinando menos. Entonces, a veces, pensamos que esas semillas son malas. Y no…, son viejas. Ha pasado de ver acá, en una veterinaria del pueblo, que tenía las semillas exhibidas en una vidriera que le daba el sol de la tarde. Entonces las semillas estaban “cocinándose al sol toda la tarde”. Y las semillas para conservarlas bien necesitan estar en un lugar fresco, oscuro, sin humedad. Y esas se estaban cocinando. Esas semillas no las compro porque van a brotar menos. No es que son malas.

Después también está el tema de cómo uno trata esa semilla una vez que las recibe, porque cuando uno falla lo primero que se le ocurre es culpar a la semilla. Con tantos años de experiencia es lo que más escucho “No, la semilla era mala, no me salió”. Y le echamos la culpa porque no se puede defender. Ese es el tema de la pobre semilla. No se puede defender. “Y culpa mía no fue”, porque  uno nunca tiene la culpa.

Y es como la tratás. Si me hablás de la zanahoria recién, es un cultivo bastante fino, sobre todo el primer tiempo hay que estarle bastante encima. Si no le ponés pila vas a fracasar. En la Patagonia es muy importante la época de siembra, no hay que esquivarle a la época de siembra porque los meses de calor son pocos, hay que aprovecharlos. Hace muchos años conformamos un grupo de cuidadores de semillas que después se fue diluyendo y quedamos poquitos produciendo. Lo bueno que salió de ese grupo es poder escribir y pensar una ordenanza y gente del grupo se ocupó de llevar a unos municipios para que puedan hacer la ordenanza y se aprobó fácilmente.   

Yo no vendo verduras, la verdad que todo es pensado para la familia, para tener más, para tener comida fresca en el invierno. Sobre todo en la Patagonia que se piensa pongo las cosas en el verano: son acelgas, lechuga, papas, cebollas, pongo en el invernáculo unos tomates, y en marzo cierro todo y chau.

Pero está visto que en el invierno se pueden tener un montón de verduras que laburamos en la primavera anterior y que siguen. Y si… claro, yo te cuento que antes de tener huerta, el sábado veníamos al pueblo y traíamos la lista de lo que íbamos a comer la semana siguiente y veníamos y hacíamos las compras. Y una vez que empezamos a producir, esa lista ya no existía tanto y solo comprábamos yerba, azúcar, aceite y esas cosas que uno no produce. La cosa cambia mucho tanto a nivel calidad de lo que uno come como económico. La comida está cada día más cara y cuesta. Así que si uno la tiene en casa y va poniendo conciencia en la huerta, comés, y comés un montón.

En mi casa  a la hora de comer se mira la huerta. A veces el plato tiene un ingrediente de la huerta y, a veces, es completo, es variado y todo sale de la huerta. Uno milita eso: poder producir tu comida para tener que salir a trabajar afuera  lo menos posible. Pero, ahí vamos, tratando de contar a la gente siempre esto.

 

Podés encontrar a Maxi y a .muches  otres productorxs de semillas en la Feria Franca de El Bolson los sábados de 10 a 14 horas.