También hablamos con Gloria Godoy, quien es vocera de la fábrica y nos cuenta sobre lo que implica para esas 140 familias, quedarse sin fuente de trabajo, y cómo dicho accionar también afecta a la escuela de jóvenes y adultos que allí funciona.
Sin energía, el Gobierno dejaría a 140 familias de Zanon en la calle en plena pandemia
En un comunicado emitido por el EPEN en el día de hoy, que lleva la firma de su presidente Francisco Zambón, todo el directorio, auditores y algunos jefes y gerentes de distintas áreas del organismo, ratifican la decisión de haber cortado, sin previo aviso ni notificación y durante la madrugada del viernes, la energía que abastece a la fábrica Fasinpat, la ex Zanon. Por eso, en primer lugar queremos aclarar que en ningún momento se nos notificó de un posible corte del servicio de la energía eléctrica por parte del EPEN.
Allí justifican haber dejado, reiteramos, sin ningún previo aviso, sin energía eléctrica a una fábrica de las dimensiones de Zanon, por un plan de regularización de deudas de dicho organismo, deslizando que la deuda de Fasinpat pondría en peligro la sustentabilidad del Ente Provincial de Energía de Neuquén, algo que nadie podría creer. Es cierto que nuestra gestión obrera tiene una deuda con el EPEN (que no es del monto que aseguran en su comunicado), y que existe voluntad de pago de nuestra parte, como siempre lo manifestamos. Por eso estamos avanzando en un plan de renovación tecnológica parcial de nuestra línea de producción, producto de gestiones con distintos organismos del Estado nacional, así como producto de nuestro Convenio Marco firmado con la Universidad Nacional del Comahue. Pero sin energía eléctrica, no sólo ese plan es inviable sino que se liquida de un golpe la posibilidad de trabajar y se echa a perder toda la materia prima que se encontraba en proceso de producción.
Las autoridades del EPEN saben que sin energía no hay producción, y sin producción no hay forma de recaudar para pagar ninguna deuda. Por eso no creemos que esta sea una medida “recaudatoria” sino un ataque del Gobierno a nuestra gestión obrera, que ya lleva 20 años. Este no es el primer ataque que recibimos del MPN, y así como tuvimos que pelear estos 20 años, seguiremos en la defensa de nuestros puestos de trabajo. Ni las y los obreros de Zanon ni la comunidad podemos permitir que en plena pandemia cierren una fábrica y dejen a 140 familias en la calle.
Además de dejar sin energía a una fábrica, con esta acción están dejando sin luz una escuela pública, el CPEM 88 “Boquita” Esparza, que funciona dentro de las instalaciones de Fasinpat. De esta manera, también están dejando sin educación a decenas de jóvenes que viven en los barrios populares cercanos a la fábrica y el Parque Industrial, que estudian en esa escuela. Un doble crimen social de parte del Gobierno.
Por eso exigimos al Gobierno y a las autoridades del EPEN que restituyan de manera inmediata la energía en Fasinpat y así poder sentarnos a discutir un plan de pago de nuestras deudas con el organismo. Todo lo que tenemos es la producción de cerámicos, fruto de nuestro trabajo.
Asimismo rechazamos enfáticamente que la representación gremial en el directorio se sume a este ataque. Se han transformado en voceros del gobierno en este ataque a Zanon.
Saludamos a los trabajadores del EPEN que sabemos nada tienen que ver con este golpe a la gestiones obreras. Reconocemos su experiencia de lucha. Ellos defendieron al EPEN contra la privatización, así como sus propios derechos como trabajadores y trabajadoras.