"Mi dios no juega dados, quizás...
...esté a mi favor"( "Motor psico", P.R.)
Acá andamos, pensando pa dentro y pa fuera... Mirando y escuchando pa dentro y pa fuera... que todos esperábamos el cambio del cambio... Y ... Cambió... un poquito... digamos... ¿Y nosotres? ¿Cambiamos? ¿Qué movilizarnos para que se mueva? ¿Qué vamos a cambiar para que las cosas cambien? ¿O nos vamos a relajar en el cambio de otres para seguir siendo les mismes?
"Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos" ...groso Galeano. Siempre vigente. Sabemos muy bien que, si bien cambió la dirigencia estatal, aún se mantiene vigente la estructura que sustenta la desigualdad... ¿qué parte somos en esta estructura y qué podemos cambiar moviéndonos un poco más, en lo interno y hacia afuera? Hay muchos frentes por abarcar, sin embargo el mínimo movimiento alienta... esperanza...Lo que viene no son margaritas. La lucha es continua para quienes sostenemos que son necesarias transformaciones más profundas que nos interpelan a lo hondo de nuestras convicciones y al fondo de nuestros modos.
Es necesario salir de la barricada y meter los pies en el barro de las contradicciones, ensuciarnos un poco de eso que deploramos, dejar la postura cómoda de criticar todo desde afuera, desde un lugar que al tiempo que permite posturas extremas nos asegura no embarrarnos nunca. Para cambiar todo, hay que empezar por cambiar algo. Empujar nuevas leyes de medios, nuevas leyes de distribución de las riquezas, de ilegitimidad de la deuda, de salud, de educación. Esperar que suceda sin participar, es no una contradicción, sino la muerte de nuestro motor de cambio, de revolución.