El Bolsón ( ANPP).- Compartimos la editorial.de está semana: MÁS TEMPRANO QUE TARDE
///Pero un día, un aciago día..."pensar se hizo incómodo como andar bajo la lluvia", y, sin saber todavía nadie a ciencia cierta qué ocurrió, la desavenencia entre las palabras y las cosas alcanzó a todo y a todxs. El calor de la palabra se desvaneció, el sentido íntimo de las cosas dejó de tener sentido, y desde entonces nos estamos preguntando el por qué de las cosas, el significado de las palabras y el objeto de nuestras vidas.///
¿Por qué somos testigos o protagonistas de levantamientos de los pueblos de Nuestramérica? ¿qué es lo que buscan? ¿por qué la masividad ahora y no antes? ¿estos movimientos son de rebeldía, de furia o de transformación? ¿expresan el reconocimiento de una sociedad de explotadores y explotadxs? O ¿es sólo bronca contenida que cual pulsión es liberada de forma catártica? ¿existe la experiencia histórica para transformar la experiencia de revuelta en organización societaria? O ¿la fugacidad de la descarga energética será re encauzada con el saldo trágico de nuestros/as jóvenes muertos/as o heridos/as?
Los medios, los masivos o aquellos alternativos que dan apertura a reflexiones diversas, traslucen el despertar de movimientos bien diferentes; los que se desarrollan en la cordillera ecuatoriana que los que vienen sublevando masivamente en el extenso y querido pueblo chileno; del que resuena en la isla de Haití; o lo que moviliza masividades antagónicas en Venezuela o Bolivia.
...Quizás debamos esperar que el búho de minerva levante el vuelo al atardecer para aportar a la interpretación y al refuerzo de los sentidos, la militancia y el compromiso de esa palabra que más temprano que tarde abra las grandes alamedas, que dé paso a una nueva sociedad.
Tal vez el proceso sea lo suficientemente profundo como para sortear los meros reclamos reivindicativos (que ya de por sí son necesarios), ojalá que también sean lo adecuadamente razonable para no limitarse a la explosión (el insulto fácil) y nos deje a la puerta de un cambio civilizatorio, internacionalista, capaz de sentir en lo más íntimo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo... Parece mucho, en las condiciones materiales en las cuales nos encontramos, pero no hay que dejar de hacer lo que hay que hacer, quizás por esos designios de los hilos que se entretejen en la historia con la voluntad humana, podamos ser testigos (o protagonistas) del despliegue "positivo" de la idea de un lúcido pensador del siglo XX, Vladimir Ilich Lenin: "no en balde se dice que una revolución es un motín triunfante y un motín es una revolución fracasada".
Las viejas discusiones entre la necesidad de conducción del movimiento de masas o el espontaneísmo anárquico de los sectores populares, se actualizan, la democracia formal o participativa reabre un nuevo ciclo de debate, el poder y sus alcances, dimensiones y significancias….nos encuentran posicionades en una sociedad encorsetada en un sentido común –totalmente tecnificado y controlado- que en no pocas ocasiones autoreproducimos consciente o inconscientemente, que naturaliza la incapacidad de soñar nuevos mundos, vínculos inclusivos y pacificados.
Pero, con la poca esperanza de los que nos dan la esperanza (recordando textos de Marcuse) aportamos desde aquí nuestro grano de arena para que no vuelva a ser un lugar común la repetición de la historia, y esta vez como farsa.
///Pero un día, un aciago día..."pensar se hizo incómodo como andar bajo la lluvia", y, sin saber todavía nadie a ciencia cierta qué ocurrió, la desavenencia entre las palabras y las cosas alcanzó a todo y a todxs. El calor de la palabra se desvaneció, el sentido íntimo de las cosas dejó de tener sentido, y desde entonces nos estamos preguntando el por qué de las cosas, el significado de las palabras y el objeto de nuestras vidas.///
¿Por qué somos testigos o protagonistas de levantamientos de los pueblos de Nuestramérica? ¿qué es lo que buscan? ¿por qué la masividad ahora y no antes? ¿estos movimientos son de rebeldía, de furia o de transformación? ¿expresan el reconocimiento de una sociedad de explotadores y explotadxs? O ¿es sólo bronca contenida que cual pulsión es liberada de forma catártica? ¿existe la experiencia histórica para transformar la experiencia de revuelta en organización societaria? O ¿la fugacidad de la descarga energética será re encauzada con el saldo trágico de nuestros/as jóvenes muertos/as o heridos/as?
Los medios, los masivos o aquellos alternativos que dan apertura a reflexiones diversas, traslucen el despertar de movimientos bien diferentes; los que se desarrollan en la cordillera ecuatoriana que los que vienen sublevando masivamente en el extenso y querido pueblo chileno; del que resuena en la isla de Haití; o lo que moviliza masividades antagónicas en Venezuela o Bolivia.
...Quizás debamos esperar que el búho de minerva levante el vuelo al atardecer para aportar a la interpretación y al refuerzo de los sentidos, la militancia y el compromiso de esa palabra que más temprano que tarde abra las grandes alamedas, que dé paso a una nueva sociedad.
Tal vez el proceso sea lo suficientemente profundo como para sortear los meros reclamos reivindicativos (que ya de por sí son necesarios), ojalá que también sean lo adecuadamente razonable para no limitarse a la explosión (el insulto fácil) y nos deje a la puerta de un cambio civilizatorio, internacionalista, capaz de sentir en lo más íntimo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo... Parece mucho, en las condiciones materiales en las cuales nos encontramos, pero no hay que dejar de hacer lo que hay que hacer, quizás por esos designios de los hilos que se entretejen en la historia con la voluntad humana, podamos ser testigos (o protagonistas) del despliegue "positivo" de la idea de un lúcido pensador del siglo XX, Vladimir Ilich Lenin: "no en balde se dice que una revolución es un motín triunfante y un motín es una revolución fracasada".
Las viejas discusiones entre la necesidad de conducción del movimiento de masas o el espontaneísmo anárquico de los sectores populares, se actualizan, la democracia formal o participativa reabre un nuevo ciclo de debate, el poder y sus alcances, dimensiones y significancias….nos encuentran posicionades en una sociedad encorsetada en un sentido común –totalmente tecnificado y controlado- que en no pocas ocasiones autoreproducimos consciente o inconscientemente, que naturaliza la incapacidad de soñar nuevos mundos, vínculos inclusivos y pacificados.
Pero, con la poca esperanza de los que nos dan la esperanza (recordando textos de Marcuse) aportamos desde aquí nuestro grano de arena para que no vuelva a ser un lugar común la repetición de la historia, y esta vez como farsa.