foto: elchubut.com |
El Bolsón (ANPP).- Venimos cubriendo, en la medida de lo posible el conflicto que ha generado Mariano Arcioni, gobernador de Chubut, con el sector de trabajadorxs estatales. Un conflicto que se basa en la falta de cumplimiento por parte del gobierno, que para ganar las elecciones se comprometió firmando un acta paritaria con los sindicatos, una serie de aumentos y formas de pago que luego de haber ganado las elecciones, ya no cumplió. Arcioni creyó poder empujar a la población de la provincia hacia una vuelta atrás en las definiciones en cuanto a los permisos de explotación minera, que como se recordará, tiene a Esquel como un ícono del No a La Mina, que se generalizó en la provincia. Una jugada que contaba con el apoyo del sentido común creado por un gobierno nacional mentiroso que estableció el dicho "y pasaron cosas" para naturalizar el desastre administrativo y el robo liso y llano de los vienes estatales a través de la contracción de deuda que obligaría a los Estados (nacional o provincial) a la entrega de bienes comunes como única salida posible para el cumplimiento con los acreedores. Sin embargo, la población de Chubut, tiene muy claro que la suya es una de las provincias más ricas del país, y que no se puede pensar en que no alcance para el pago de los salarios del sector estatal. En el caso de Arcioni, no hay cómo echarle le culpa a la administración anterior, ya que la misma fue él mismo. Tampoco aducir que
su producción se vio afectada por la baja en el valor internacional del producto de exportación de referencia de la provincia, porque se trata del petróleo, y los combustibles no sólo no han bajado, sino que se han mantenido frente a crisis mundiales e incluso han reflejado un leve aumento.
El sector estatal chubutense viene de pelear durante los últimos diez o quince años una caída en las escalas de sueldos a nivel país que la llevaron de los primeros lugares a la segunda mitad. Es decir, los sueldos chubutenses han caído entre los sueldos medios o bajos del país, cuando hace quince o veinte años eran de los más altos del país. Por eso, vienen cosntruyendo unidad en el sector, y hace ya un par de años se creó la Mesa de Unidad Sindical (MUS), que viene jugando un rol fundamental en esta lucha. Poder ampliar la lucha a todo el sector estatal ha dado una legitimidad a uno de los habituales problemas a los que se ve enfrentada la clase trabajadora. Suele ser el sector docente quien fija los porcentajes de aumento anuales, y las condiciones en que estos se realizarán, desgastando a este sector por sobre todo el resto, y no permitiendo lo que en Chubut fue una de las claves del éxito, la empatía social del reclamo encarado. El sector docente y de salud han estado al frente del reclamo, pero justicia, y demás sectores estatales acompañaron.
Otra de las decisiones acertadas, es la de fijar una meta clara y posible y no haber dado ni un paso atrás. Esto, que en este caso era muy simple: el cumplimiento de los acuerdos paritarios, hizo de la lucha un proceso fácil de comprender y claramente coherente, donde no medió negociación posible por parte de dirigentes.
Estos dos factores, simples pero de gran contundencia vienen llevando al gobierno de Mariano Arcioni a la caida antes de la asunción de su mandato previsto para el 10 de diciembre. Arcioni creyó que el gigantezco daño que causaría con el pago escalonado, el no aumento según lo acordado, llevaría a la desesperación y resignación del sector trabajador. Al ser la lucha coherente y digna, tuvo que mostrar que d popular y democrático nada tenía, y ordenó la represión, primero con paptotas pagas, que le significó el mote de "Mafioso". Luego con las fuerzas policíacas, que en reiteradas oportunidades golpearon y detuvieron a manifestantes y dirigentes. Pero su signo mafioso no pudo ser ocultado ni ordenando secuestrar los teléfonos celulares que difundían la barbaridad que realizaban sus agentes. Entonces quizo culpar a sus ministros, jefes de gabinete, y funcionarios que sirvieron de títeres descartables cuando el agua le sube al cuello. Pero Arcioni no ve que ni "descartando muñecos", como dicen en el barrio, podrá seguir adelante con su plan mientras haya una lucha digna. Por último, el viernes, durante el tercer paro de 24 horas convocado a nivel nacional por la CTERA a partir del accionar represivo de Arcioni, la justicia le dio un revés y ordenó a partir de una medida cautelar, la devolución de los descuentos hechos masiva y compulsivamente.
Arcioni deberá ahora, más allá de su renuncia o no, afrontar una caterva de denuncias penales que comenzarán a lloverle por no cumplir con sus deberes de funcionario público, por no cumplir la ley, y por el desmanejo en las arcas provinciales.