Martes 11 de septiembre de 1973. 7:30 de la mañana. Santiago de Chile. El presidente socialista, electo democráticamente en esa nación, Salvador Allende, llega al Palacio de La Moneda. Conoce sobre el alzamiento de la Marina en Valparaíso. Poco tráfico. Casi nadie en las calles.
Pocas horas después supo de la traición masiva. Las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Carabineros de Chile le daban un golpe de Estado a su gobierno de Unidad Popular, para conducir al país a 17 años de una de dictaduras más fuerte de América Latina.
Desde la sede del gobierno y mediante Radio Magallanes, Allende le habló a los chilenos. Con la pasión que sentía por el pueblo, le puso tranquilidad y agallas a su voz, a pesar de que sabía que esas serían sus últimas palabras a todo Chile. Eran las 9:20 de la mañana.(...)