El incremento registrado el fin de semana fue el décimo tercero en lo que va del año y acumula un 50 por ciento en el valor de las naftas. YPF, que tiene mayoría de acción estatal, lideró la última suba con un insólito 10 por ciento.
“Días atrás el secretario de Energía Javier Iguacel dijo que el precio de los combustibles eran baratos. No sé en qué país viven estos ceócratas: hacen economía mirando el precio el dólar en vez de hacer economía mirando las necesidades de nuestro pueblo”, agregó Aguiar.
La decisión de las petroleras tiene legitimidad desde octubre pasado, cuando el exministro Aranguren liberó el precio de los combustibles. Desde entonces, las empresas aumentan su rentabilidad aduciendo equilibrar precios con el barril de petróleo y el valor del dólar.
Para la CTA Autónoma de Río Negro, esta visión colonizada de atar los precios locales al dólar en producciones que mayormente se producen en nuestro país no puede ser política de Estado mientras se derrumba el poder adquisitivo de los trabajadores.
Los combustibles son insumo esencial y rectores de cualquier economía: los precios de alimentos y transporte público están muy atados a ellos. Es un servicio esencial, por lo cual, para la central obrera, debiera estar regulado nuevamente por el Estado.