LA ERA ESTÁ PARIENDO UN CORAZÓN: SANTIAGO MALDONADO, PRESENTE !!!

Le he preguntado a mi sombra a ver como ando para reírme,
Mientras el llanto, con voz de templo,
rompe en la sala regando el tiempo.
Mi sombra dice que reírse es ver los llantos como mi llanto,
Y me he callado, desesperado
Y escucho entonces: la tierra llora.

La era está pariendo un corazón, no puede más, se muere de dolor
Y hay que acudir corriendo pues se cae el porvenir
En cualquier selva del mundo, en cualquier calle.

Debo dejar la casa y el sillón, la Madre vive hasta que muere el sol,
Y hay que quemar el cielo si es preciso por vivir,
Por cualquier hombre del mundo,
Por cualquier casa.

Silvio Rodríguez

La era está pariendo un corazón.

Nueve meses, nueve lunas desde aquel triste/nefasto 1 de agosto, en el que abrimos los ojos para ver qué sucedía más allá de nuestro invierno personal. Nueve meses en los que se gestaron resistencias pero también rencores. La gestación de una mirada social que hoy se ve en los ojos de Santiago. No como un espejo, sino más como un caleidoscopio donde se fusionan las luchas silenciadas de los nadies. Nueve meses en los que fue necesario reafirmar nuestras convicciones y unirnos, no sin disidencias o desacuerdos, sino a pesar de ellos, para contrarrestar un poder violento y mentiroso que busca por todos los medios acallar las voces disidentes. Fueron los ojos de Santiago, que permitieron ver como asesinaban por la espalda a Rafael Nahuel salvajemente, y que no quedara olvidado en la larga lista de asesinatos y violencias de todo tipo ejercidas por el Estado hacia los pueblos originarios. Fueron esos ojos tal vez, los ojos necesarios para que muchos accedieran a una verdad velada por las agendas impuestas desde arriba. Y el que quiso ver, vió. Y ya no puede dejar de verlo.
En la mirada de Santiago confluyen muchas miradas. Trasciende ya a la persona individual que supo ser y nos atraviesa. Su ausencia hoy, adopta una nueva forma de ser y estar presente. Es en sus luchas y reivindicaciones. Es su solidaridad desprovista de dobles intenciones, es esa necesidad urgente de mirar al otro y sentirlo un nosotros, diverso, plural y necesario.
Hoy las luchas sociales se hacen presentes en las calles de todo el país y de toda la región. Las paredes vuelven a ser la imprenta de los pueblos, allí donde el poder político y económico encuentra la complicidad de los grandes medios hegemónicos por acallar a un pueblo que ha decidido no volver a cerrar los ojos. Aunque nos tachen, aunque nos maten.
Los ojos de Santiago nos interpelan. Me miro en ellos y ellos me miran. Y es ahí donde me veo mirando. Pero, y más importante aún, me doy cuenta desde dónde miro. Será que el poder cómplice y el silencio corrosivo también se ve y por eso necesita eliminarlo, tacharlo, violentarlo, taparle los ojos?
A nueve meses de la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago, la era está pariendo un corazón.

El Bolsón (ANPP) 
Imagen: Vale Beloserkovsky. 9 meses sin Santiago. Décima restauracion del mural de Puelo