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miércoles, 30 de mayo de 2018

EDITORIAL: TRASPASANDO MUROS

Con el lema "La Solidaridad No se Bloquea", el encuentro de la Regional Camilo Cienfuegos de Grupos de Solidaridad con Cuba y los Pueblos Latinoamericanos en lucha, impuso su propia agenda; en un ámbito donde lo teórico no puede (o no debe) alejarse de la realidad. Una cuestión más que sabida, para quienes militan la Revolución cubana hace ya más de 50 años. Es por eso, entre otras cosas que los brigadistas que viajan a conocer la Cuba Revolucionaria tienen que pasar por la simbólica, pero no menor experiencia de hacer trabajo comunitario, Solidaridad. Y es que además de necesitar una mano, hay muchas cosas que no se pueden explicar únicamente en forma teórica. Ni el amor, ni la vida, ni la solidaridad. Y poder poner como eje de la propia agenda la solidaridad, implica entender que no se es solidario solamente por nota. Algo que en estos tiempos de redes sociales vía internet, plantea un gran desafío a los grupos de militancia social. Unx no se compromete con hacer un depósito en la cuenta de una organización, ni con las palabras más aguerridas y bien ordenadas en un escrito público. La solidaridad se ve en la calle. En el puesto de laburo. Y nuestras organizaciones caen muy seguido en perder este eje tan básico que hoy sostienen muy pocos grupos y de los cuales se destacan claramente los anarquistas. La solidaridad internacional, la de sentir en carne eso de que, si tocan a unx, nos tocan a todxs. La de salir a la calle por la libertad de lxs comunicadorxs de DTL, Antena Negra TV y La Garganta,  la de tener la certeza que no hay que llegar a no tener qué comer para sentir el hambre de quienes lo sufren cada día.
El encuentro de la Regional Camilo Cienfuegos, eligió poner como ejemplo pequeñas experiencias en las que se ha roto el individualismo, la competencia y la idea de mérito para poner como bandera el juntarse, hacer juntxs, disfrutar, encontrarse, compartir, comprometerse y también jugar. Paralelamente, otro encuentro gigante se daba no muy lejos de aquí, del otro lado de la cordillera, donde los Pueblos también se encontraron a compartir experiencias. Y en donde las radios también siguieron la agenda. Construir en lugar de quedarse caminando en círculos con demandas a quienes justamente no van a escuchar, porque su riqueza viene de las cosas que nos saquean a nosotrxs.
Una gran peña Latinoamericana puso la cereza del fin de semana, que llenó, colmó y alegró los corazones. Con músicos en vivo, bailarinxs de todos los colores y gente que se acercó a participar con aportes, manos, y buena onda.
Nuestra agenda pasa por acá. Estos son los eventos con los que el sistema no sabe qué hacer, porque no tienen el fin de oponerse (lugar por donde ya nos esperan), sino que están construyendo nuevos caminos. Somos capaces. Somos potentes. Vamos a juntarnos y dejar bien en claro que por cada garca y cada cipayo, somos miles y miles. Reconozcámonos como clase y estarán perdidos.