Por Julio Saquero:
FACUNDO, UN LARGO CAMINO A LA LIBERTAD
Esta vez nuestro encuentro fue en una celda del Escuadrón 34 de Gendarmeria Nacional en Bariloche. Un cubo helado con dos camastros de cemento adosados a una de las paredes. No hay ventanas , no hay muebles, no hay luz. Una vez más el joven dirigente mapuche, no puede celebrar en libertad con su comunidad la fiesta de la nevazón en la cordillera. El primer abrazo lo intentamos a través de los barrotes, imposible. Después se abrieron los cerrojos y pudimos estrecharnos y saludarnos con el Mari mari peñi!
La fortaleza de Facundo y su confianza en la lucha emprendida por la recuperación de los territorios ancestrales de su pueblo, parece incólume a pesar de la nueva encerrona. Quiere saberlo todo, informarse de sus hermanos, de la prensa, de la solidaridad de los grupos de apoyo, de lo que intentan sus abogados, del parecer de los organismos de Derechos Humanos. Sonríe cuando le presentamos la página que Clarín del día 28, le dedica a raíz de su encarcelamiento y la mención de su nombre en la agenda del encuentro Macri-Bachellet. Ahora sólo falta que mi martirio, como anuncian, se trasmita al mundo, comenta con ironía.
En ese reducidísimo espacio de castigo en el centro del cuartel, allí donde comienzan los barrios altos de la ciudad, a pocas cuadras del domicilio de su inclaudicable madre, María Isabel, el longko sólo puede dar dos pasos de pared a pared. No está en contacto con la tierra, no hay horarios de visita, ni recreos con otros reclusos, como en la Unidad Penitenciaria Nº 2 de Esquel, donde lo confinaron varios meses en el 2016. Aquí, en la provisoria prisión-refugio de los gendarmes de Bariloche, tiene el raro privilegio de ser el único preso junto a uno de sus hermanos que lo acompaña, ya que el Juez accedió a respetar rituales y costumbres mapuches durante su detención preventiva de un mes.
Su situación de perseguido político ya es incuestionable: los presidentes de Chile y Argentina lo han reconocido públicamente y el Juez Federal suplente de Bariloche, Gustavo Villanueva al encarcelarlo e intentar un nuevo juicio de extradición, instala a su pesar la sospecha de un nuevo operativo de Servicios de Inteligencia, estancieros y personajes políticos, para escamotear las garantías de la Constitución nacional y los Tratados internacionales que protegen a los Pueblos Originarios. Y recordamos lo obvio : nadie debería ser juzgado dos veces por la misma causa. Máxime cuando la Fiscalía Federal de Esquel apeló el fallo ante la Corte Suprema de Justicia y se aguarda su resolución. El Juez Federal Guido Otranto el 31 de septiembre del 2016 dejó en libertad a Facundo y anuló el proceso judicial de extradición a Chile por gravísimas irregularidades constatadas: investigaciones de servicios ilegales contra el Longko, su familia y su comunidad, actuación, en complicidad con los espias, de fiscales y policías de Chubut hoy procesados y torturas a un testigo para obligarlo a declarar el paradero de Facundo. En definitiva una causa de extradición a Chile armada en Argentina por funcionarios públicos provinciales y nacionales presumiblemente en connivencia con servicios extranjeros . A raíz del escándalo suscitado el Gobernador Mario Das Neves debió remover a su Jefe de Policía y pasar a retiro a una treintena de oficiales y agentes de la policía provincial implicados en casos de violación de sus deberes de funcionarios públicos e incursos en delitos graves de violencia institucional.
El Juez Federal Gustavo Villanueva, con sede en Neuquén, sostiene que Facundo fue detenido por gendarmes de guardia en un control de rutina en Villegas, y al consultar en dicha ocasión el sistema informático saltó un pedido de captura de la Interpol y la demanda de extradición que no había sido anulada por la sentencia de su colega de Esquel, Guido Otranto. En realidad , insinúa , Facundo estaba en libertad por error, podría haber sido detenido minutos después de haber traspuesto los barrotes de su celda en la Unidad 2 . Algo difícil de creer, salvo que se crea en la buena fe de los Servicios y en el acceso a la Justicia de los condenados de la tierra. Facundo Jones Huala ha expresado junto a sus hermanos de comunidad una y otra vez a lo largo de esta gesta de dos años y medio, su demanda de un diálogo político al más alto nivel del estado. El intento de mediación en torno a la circulación del tren turístico La Trochita, que atraviesa territorio de varias comunidades, promovido por el Juez Guido Otranto fracasó cuando parecía una solución viable para sortear situaciones de violencia, por decisión unilateral del Gobernador de Chubut Mario Das Neves que se inclinó por el parecer intransigente de Benetton y la Federación Chubutense de Sociedades Rurales y prefirió el camino de la violencia institucional de la mano y el sostén de la ministra de seguridad Patricia Bullrich que considera terroristas a Facundo y los mapuches, lo que significa según su visión y la de algunos jueces chubutenses un peligro para la seguridad nacional argentina (y por lo visto chilena).
El Juez Villanueva reconoce la complejidad del tema y confiesa que aún no ha leído el expediente de más de 800 fojas del “caso” Facundo, quien sí lo ha estudiado en sus largos días de prisión. Para este último , se trata de una farsa jurídico-política a fin de mantener invisibilizado y sometido a la pobreza al pueblo mapuche. Exige junto a sus compañeros, desde su primera manifestación pública el 13 de marzo del 2015 cuando con un grupo de jóvenes mapuches de diferentes comunidades inició la recuperación de sus territorios ancestrales en tierras ocupadas por la empresa de Benetton, un diálogo político con los máximos responsables del Estado .
El Juez Federal Villanueva ha pedido a la Corte Suprema de Justicia de la Nación se pronuncie en el más breve plazo sobre el Fallo de Extradición anulado por Otranto. La prisión preventiva por treinta días que resolvió en primera instancia, podría incluso implicar el traslado de Facundo de un día a otro, a otra cárcel en Río Negro , Neuquén, o reenviarlo a la Unidad Penitenciaria Nº 2 Chubut, posibilidad que manejaría el Juez Villanueva a la hora actual, según la edición del diario Río Negro de la fecha, lo que significaría mantener al Longko cerca de su comunidad y de las redes de solidaridad que lo acompañan.
Un nuevo proceso de extradición es una decisión que podría avanzar hacia su absolución o lo pondría más cerca de la frontera con Chile, del exilio y de la prisión indefinida que conlleva la extradición a un país gobernado por leyes dictadas por Pinochet.
Algo que difícilmente va a ser admitido desde las comunidades y los organismos de Derechos Humanos que lo acompañamos en el largo camino a la libertad que está recorriendo junto a su pueblo.
Julio Saquero Lois, El Pedregoso, Chubut, 1 de julio de 2017.