(…)”Las leyes son para que las cumplan los pobres. Las
leyes son hechas por los ricos
para poner un poco de orden a la explotación. Los pobres son los únicos cumplidores de leyes de la historia. Cuando los pobres hagan las leyes ya no habrá ricos”. (…)
para poner un poco de orden a la explotación. Los pobres son los únicos cumplidores de leyes de la historia. Cuando los pobres hagan las leyes ya no habrá ricos”. (…)
Roque Dalton.
El pasado sábado 1 de abril, nos
encontramos en el Instituto de Formación Docente de Bolsón, para informarnos y
debatir acerca del nuevo código de tierras que esta impulsando el gobierno de “Juntos
somos Río Negro”. Por lo que estuvimos analizando, parece que “pocos serán Rio
Negro”, ya que las reformas planteadas; apuntan a la elitización de la tierra, favoreciendo
la concentración en los consorcios inmobiliarios y en las empresas
extractivistas. La jornada convocada por “Comarca de Pie” transcurrió en un primer momento con la
exposición de panelistas acerca del nuevo marco normativo y la comparación con
la ley de tierras Nro. 279 aún vigente.
Luego se trabajó en grupos para
poder debatir y analizar los alcances de la propuesta de reforma. En principio todos
los grupos coincidieron en que las personas más perjudicadas, si esta propuesta
de ley avanza; serán todas aquellas que
aun no tengan seguridad jurídica sobre la tierra que ocupan y quienes no han
tenido accesos a un pedazo de tierra hasta el momento. También los pueblos
originarios, la población rural campesina y las clases más bajas; además de la mapu misma.
La propuesta de ley además de tener matices de inconstitucionalidad, no toma en
cuenta ningún tratado internacional que regulan el acceso a la tierra, ni las
mismas leyes nacionales como la ley de bosques, entre otras; produciéndose una
gran incoherencia en las lógicas de usos de suelo y cuidado de bienes comunes.
El gobierno provincial está
ajustando la normativa para poder avanzar con el plan de transformar el perfil
productivo del territorio, dejando de lado el aspecto agropecuario para seguir avanzando en proyectos mineros, negocios inmobiliarios y utilización de recursos, sin
tener en cuenta aspectos ambientales y necesidades de la población.
La municipalización de las
tierras fiscales y la falta de
regulación colectiva o de organismos colegiados, es otra arma de doble filo que
se cuela en la propuesta; creada pareciera, a medida de gobiernos neoliberales,
antipopulares que transforman en negocio propio todo lo que tocan.
Una vez más, es a través de la información,
concientización y organización; que debemos transformar este nuevo embate contra
el territorio, en la posibilidad de definir el perfil de pueblo y de provincia
que queremos, haciendo ejercicio de la autodeterminación.
Decimos basta a los negocios con
el territorio, a los despojos negados, al genocidio y robo de territorio indígena.
Necesitamos construir un reordenamiento territorial social, participativo, local
y provincial que permita a todos acceder equitativamente a la tierra con un uso
responsable.