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lunes, 23 de mayo de 2016

EDITORIAL AGENCIA DE NOTICIAS PRENSA DEL PUEBLO

La legalidad del aumento del gas es indudable. No se han salido ni un ápice de las reglas legales para instrumentar el aumento de hasta el 2.000 % en las tarifas. No hay ley que diga que no se puede hacer semejante aumento en una tarifa de servicio público.  Sin embargo, mucha gente que se considera legalista, ha salido a criticar esto y a buscar formas de lograr que se vuelva atrás con dicha medida. Y lo han hecho a través del mismo ámbito legalista, iniciando amparos, o medidas judiciales en las que lo que se pone de manifiesto es que es un cambio brusco y que afectará a las economías de pequeñas y medianas empresas y a las de los hogares. Es probable que logren una respuesta en cierta forma positiva, que les ofrezcan pagar el aumento en cuotas, o que el aumento se haga en forma escalonada, porque el reclamo, es Legítimo, pero como el aumento es Legal, la justicia se verá en dificultades para interponerse a los intereses del gobierno y las empresas de gas.  ¿Quiénes proponen las medidas de amparo? En muchos casos son los mismos gobernantes, intendentes, gobernadores, legisladores, concejales. Es decir, muchos de los que son responsables de que el derecho a un servicio básico, sobre todo en nuestra región patagónica, se vuelva privativo para un gran sector social. 
¿Quién determina que algo es legal o ilegal? ¿En qué se basa la ilegalidad de algo? Un gobierno puede establecer políticas que hagan empobrecer a un gran sector y no es ilegal, pero que  a una sola de esas personas empobrecidas se le ocurra atentar contra la riqueza material de alguno de esos gobernantes, eso sí es ilegal.  Habría que preguntarse por qué socialmente se hace la diferencia entre legítimo y legal. Dice al comenzar los micros radiales el Fiscal General de la Nación, el Dr. Gómez, que “lo legal es demasiado importante para dejarlo en manos de los abogados”, llamando claramente a involucrarse, a reformar todo el sistema que ha sido armado por y para beneficiar solamente a un sector que detenta el poder y pretende seguir teniéndolo. Aquí, en nuestra comarca, hace ya varios años, en una escuela semi rural, un papá cavaba un pozo para armar un invernadero para los y las niñas cuando del mismo comenzó a surgir gas natural. La escuela y todos los vecinos de alrededor se calefaccionaban con leña, porque no existía una red de gas en la zona. El Estado ya había estado en manos de Carlos Saúl Menem, quien había entregado a empresas privadas la explotación de todo lo que se encontrara bajo tierra. La escuela no pudo usar el gas que surgía de su propia tierra sin una gran inversión necesaria, y la justicia ordenó poner un venteador (que quema al aire libre la surgente de gas); aún hoy se puede ver su llama prendida consumiendo lo que por ley no se puede usar. ¿Es esto legítimo? Es verdad que hace unos pocos años se habilitó a la escuela usar el gas para el invernadero, pero no para calefaccionar el edificio y los y las niñas que a él asisten. Afortunadamente muy poco tiempo después, la escuela y muchos de sus vecinos pudieron contar con la red de gas natural. La fábrica recuperada FASINPAT, ceramista conocida como ex-zanón,  pasó a tener una factura de ocho millones de pesos en gas. Un pequeño hotel de Bariloche, una factura de ciento veinte mil pesos. ¿De dónde saldrá toda esa plata que hace un mes no se contaba en los costos? La respuesta es fácil, del sueldo de los trabajadores. Entonces se entiende el veto a la ley antidespidos, porque en realidad esto recién comienza. Y mientras la estrategia sea acciones de amparo y pedidos a los gobernantes para que intercedan ante el gobierno nacional o las empresas, es poco probable que obtengamos lo que buscamos. ¿O no están los intendentes y gobernadores  de la región a favor de privatizar en el mismo sentido que con el gas, la producción de energía eléctrica? La ley responde a las necesidades sociales solamente cuando el pueblo sale a la calle. Y en la calle le tuerce el rumbo a un gobierno. Pero esto es difícil de lograr porque el sistema educativo desde su creación ha inculcado (en una generalización que no contempla las excepciones, que las hay, pero muy minoritariamente) a obedecer, no quejarse y a pagar las deudas antes que tener para comer. “El Primer maestro de nuestra Patria”, Sarmiento; mostraba claramente su repulsión por quienes se oponían a ser oprimidos por esa aristocracia, los Pueblos Originarios, los gauchos y los esclavos traídos de África. Al respecto decía: - “Llego feliz a esta Cámara de Diputados donde no hay gauchos, ni negros, ni pobres. Somos la gente decente, es decir patriotas”(…)"¿Lograremos exterminar los indios? Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso, su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado.", y lo transformamos en prócer nacional. La continuidad está asegurada con gobiernos como el actual. Con más demagogia que el bestia de Sarmiento, pero en fin, continuidad. Continuidad que se ve con Temer en Brasil, también. Están logrando el poder en toda américa nuevamente, como en la época de Sarmiento. Entonces, esto no fue una equivocación. Frigerio y Aranguren no se exceden con sus declaraciones, son una muestra de lo que se viene. El 25 de mayo está convocándose a una marcha entre dos pueblos, el argentino y el brasilero. Es una oportunidad para mostrarles que aunque estén logrando su objetivo, si el pueblo aprende a usar la hiper comunicación para salir a la calle, la tortilla puede darse vuelta. Ahí estaremos, porque el Poder es una continua disputa, entre los miles de millones que somos oprimidos y el puñado de empresarios y gobernantes serviles que pretenden llevar esa pelea al ámbito legal. Su ámbito, hecho a su medida. El nuestro es la calle y ahí es donde hacemos valer Nuestro Poder Popular.  


¡ARRIBA LXS QUE LUCHAN!