“Su palabra y su lucha continúan en las calles, siempre”
Los números y los hechos de lo injusto l*s hacen presentes
Documento de HIJOS a 40 años del golpe cívico-eclesiástico-militar,
24 de marzo de 2016.
40 años. 30000 compañer*s detenid*s-desaparecid*s. 600 centros clandestinos de tortura y detención. Sólo 650 represor*s condenad*s. Más de 250 genocidas gozando de prisión domiciliaria. Casi 400 casos de restitución de identidad por resolver. 5 mil casos de personas asesinadas por el aparato represivo de Estado desde la vuelta de los gobiernos constitucionales. 212 casos de desaparición forzada de personas entre 1983 y 2015. Las víctimas de la trata de personas, el femicidio y el aborto ilegal. Las víctimas del mal llamado gatillo fácil y la represión sistemática como política de un estado asesino. Las víctimas de los acuerdos espurios de las multinacionales mineras y agrícolas. Las víctimas de los pueblos originarios de los glorificados genocidios de ayer y los silenciosos de hoy. Las víctimas de la aceitada maquinaria de pobreza, marginación y de las prebendas partidarias. Jorge Julio López. Luciano Arruga. Daniel Solano. Florencia Penacchi. Braian Hernández. Matías Casas. Teresa Rodríguez. Mariano Ferreyra. Carlos Fuentealba. Y la lista sigue...y seguirá, porque en números sólo hay UN sistema económico, político y social que diagrama las nuevas exclusiones y los genocidios de ayer y de hoy.
Ante la evidencia de las múltiples e infinitas injusticias, hoy venimos a proponer que la memoria se transforme en lucha, en acción, en calle...la memoria de los sueños de revolución no puede ser nunca sólo una conmemoración de un día en el almanaque, una fotografía colgada en un cordel, un museo oficialista o una consigan enunciada sin camino andado o por andar. Hoy se cumplen 40 años del Golpe Genocida del '76; 40 años de ausencias, de mentiras, de negación de la lucha revolucionaria, de la certeza de impunidad y de la continuidad de un sistema maquillado de democrático -más allá de los camaleónicos colores que se lo pinte- que sigue marginando, desapareciendo y asesinando.
Hoy, como siempre, 40 años nos apuran para dar rienda suelta al repudio de este nefasto nuevo gobierno, lleno de empresari*s que sin disimulo gobiernan para el FMI y los grandes poderes, entregándose nuevamente al imperio del capital. Un gobierno que echa a miles de trabajador*s con la excusa de sacar a l*s ñoquis de Cristina; que implementa un protocolo de seguridad que traerá más víctimas del pueblo. Un gobierno que se organiza mediáticamente en nuevos relatos y que justifica un sistema basado en el individualismo medioclasista y el sentido común de la clase dominante. Un gobierno que gerencia haciendo gala de su falsa mirada apolítica y que propone la conciliación como frase hecha. No hace falta mucho análisis para saber contra qué y quiénes deberemos combatir de aquí en más.
Tampoco es necesario advertir que la derecha y los populismos se dan la mano en más de una ocasión. Lo denunciamos en su momento y 12 años después lo seguimos diciendo: la “década ganada” fue un tiempo de cooptación y ninguneo de aquellas organizaciones verdaderamente independientes que los condenamos por seguir siendo un gobierno capitalista. Fue una década que se encargó de enterrar y reinterpretar a su antojo y conveniencia el proyecto revolucionario de los 30.000, de nuestr*s viej*s; y que clausuró sus ideales con la mentirosa idea de aplicación de justicia por medio de juicios fraccionados, parcializados, llenos de impunidad y protección hacia l*s genocidas con prisiones domiciliarias que hoy son vacaciones jubilatorias.
Más allá de eso, nosotr*s -las y los HIJOS- a 40 años queremos hablar de lo más importante: nuestr*s viej*s y sus sueños revolucionarios. Queremos seguir contando qué hacían, cómo se organizaban, cómo creían y luchaban por la construcción de ese nuevo futuro. Nos encantaría escuchar a aquell*s que hoy están aquí, aquell*s que sobrevivieron y que nos criaron con la dura verdad, a ell*s que jamás claudicaron ni se dejaron convencer con prebendas de los gobiernos populistas y que sufrieron en carne propia el terror de la tortura, la persecución y la cárcel. Queremos traer sus palabras al presente, mantenerlos vivos en su lucha, con sus errores y aciertos pero con el objetivo claro: construir un mundo sin injusticias ni desigualdad.
A 40 años, sabemos que no hay posibilidad de sus sueños sin lucha, sin calle, sin grito militante verdadero. Queremos mirar hacia atrás con la vista puesta hacia el futuro y decirles: ¡gracias querid*s viej*s, querid*s 30.000! Gracias por dejarnos un camino a seguir, gracias por jugárselo todo por un sueño, un sueño gigante, no para un*s poc*s, sino para tod*s. Si en este momento nos interrogamos sobre cuál es el camino a seguir... ya lo sabemos. El sendero es el que propusieron nuestr*s viej*s... el de la lucha, las palabras y la acción cotidianas... el que se vive día a día... el de la revolución.
30.000 COMPAÑER*S DETENID*S-DESAPARECID*S
¡¡¡PRESENTES!!!
¡¡¡AHORA Y SIEMPRE!!!
H.I.J.O.S. ALTO VALLE
Hij*s por La Identidad y la Justicia, contra el Olvido
y el Silencio