“La Policía se ensaña, no les alcanza con haber matado a mi hijo”
Así sintetizó su “angustia e impotencia” Carmen Curaqueo, madre de Nicolás Carrasco y hermana de Luis, agredido por la Policía rionegrina el pasado viernes en Bariloche. La mujer relató los hechos y trazó un paralelismo con los asesinatos de junio de 2010.
Fuente: ADN Bariloche
Foto archivo
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La golpiza policial contra Luis Curaqueo es interpretada como una “persecución” por su hermana, Carmen, madre de Nicolás Carrasco, asesinado por la fuerza rionegrina en junio de 2010. “La Policía se ensaña con nosotros, no les alcanza con haber matado a mi hijo”, expresó Carmen, con “angustia e impotencia” por la situación que padeció el pasado viernes por la noche, cuando debió dirigirse hasta la Comisaría 28 para ver a su hermano, quien había sido detenido y presuntamente golpeado por oficiales, hasta ser hospitalizado, con dificultades para respirar.
“En la comisaría me enteré que mi hermano había sido detenido en la casa de mi hermana y que lo habían golpeado fuertemente. Lo sacaron de adentro de la casa y le pegaron. Cuando llegué a la comisaría (28) había unos cinco policías afuera. La imagen era parecida a la del 17 junio de 2010”, describió Carmen, en diálogo con el programa radial “En estos días” (XRadio, 101.7 del dial), y disparó: “En ese momento, una mujer policía me insultó, y me dijo %u2018vos vas a terminar como tu hijo’”.
Carmen describió un enfrentamiento verbal con varios policías, fuera y dentro de la comisaría, mientras solicitaba ver a Luis, su hermano, quien se encontraba detenido en la unidad policial. “Ustedes son asesinos, ¿me va a matar a mi como a mi hijo?, háganlo ahora”, desafió.
Mientras Carmen mantenía fuerte discusiones con los oficiales, a Luis “lo sacaron por una puerta trasera, sin que lo viéramos. Lo secuestraron y lo torturaron, y sin que los viéramos lo tuvieron que llevar al hospital después de la golpiza”, señaló.
Luego, “llegamos al Hospital y lo vi. Me largué a llorar, él no podía respirar. No respiraba. Estaba en condiciones en las que ninguna persona debe estar”.
Transcurridas unas dos horas, Luis pudo articular algunas palabras, y le contó a su hermana que “los golpes policiales cesaron cuando escucharon” a Carmen en la comisaría. “Me contó que tomaba carrera y lo golpeaba, policías hombres y mujeres. Fue una tortura. Siento bronca y angustia. Se ensañaron con nosotros”, expresó Carmen.
Y trazó un paralelismo con el asesinato de su hijo (y el de otros dos jóvenes) en el marco de una represión policial, en junio de 2010. “Esto me revuelve todo lo que pasó con “Nino”. Pasaron 4 años, pero ahora tenemos que escondernos cuando los vemos (a la Policía) porque vienen a buscarnos a nuestras casas. La policía se ensañó con nosotros. No les alcanza con haber matado a mi hijo”, expresó.
Y planteó: “El abuso de la Policía es constante. Los gobiernos cambian, pero la impunidad sigue. Estoy cansada, el vacío constante (por el asesinato de su hijo) y ahora esto. Cuesta seguir adelante, nos están persiguiendo”.
Y finalmente, manifestó que si se condenara a los culpables del homicidio de Nino, la dejaría “un poco en paz. Me daría un poco de consuelo”. (ANB)