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jueves, 28 de febrero de 2013

TRANQUERAS ABIERTAS: LEWIS OBLIGADO A ABRIR EL CAMINO A LAGO ESCONDIDO


Por Lucas Cremades

Buenos Aires, 20 de febrero de 2013 (Veintitrés).-  Tras ocho años de reclamos, la Justicia de Río Negro ordenó que en 120 días permita el acceso público al lago que está en tierras de su propiedad. Otras causas en las que se lo investiga.
Visitas. El Estado debe recuperar el camino que desemboca a metros de la mansión de Lewis.
Lentamente, las tranqueras trenzadas con alambres de púa que le servían a Joe Lewis para separar a los habitantes de El Bolsón y el paraje Mallín Ahogado de su inconmensurable y fastuosa mansión, a orillas del impenetrable Lago Escondido, empiezan a aflojarse.
Ocho años de reclamos judiciales fueron hasta hoy la única piedra en el zapato que el magnate inglés debió soportar desde su generosa llegada en 1996 al Lago Escondido. Una de las principales reservas de agua y bosques andinos de la Patagonia, que Lewis alambró luego de comprar sus tierras –quedando el lago dentro de su propiedad–. En 120 días, según lo ratificó la Justicia de Río Negro el pasado 15 de febrero, deberá garantizar la apertura y acondicionamiento del camino Tacuifí –desde El Foyel– hasta la costa del lago. Un sendero de 20 kilómetros que desembocaría a escasos metros de la mansión, hoy vallado por tranqueras con candado y fuertemente custodiado por empleados armados que defienden los intereses del “tío Joe”, ubicado en el puesto 347 de las personas más ricas del mundo según la revista Forbes.
La audiencia, a cargo del doctor Carlos Marcelo Cuellar, exige al Estado provincial garantizar el libre acceso a la costa del espejo de agua y que la Empresa Vial Rionegrina Sociedad del Estado y la Dirección de Medio Ambiente “ejecuten las medidas necesarias” para que todos puedan llegar al lago por el camino más corto, y no, como hasta ahora, a través del riesgoso y único recorrido de cuatro días que Lewis daba como acceso alternativo.

La legisladora del ARI Magdalena Odarda, promotora de la causa judicial que desembocó en el fallo, explicó que “el Estado provincial deberá hacer las obras y encargarse del señalamiento adecuado para que las personas puedan transitar con comodidad por el acceso al Lago Escondido”, aclaró.
El histórico revés judicial hacia Joe Lewis no sólo es un aviso de que el poder político local no jugará a su favor como lo hiciera por más de veinte años. La flamante Comisión Investigadora para el Relevamiento de Transferencia de Tierras Rurales de Río Negro sigue sus operaciones inmobiliarias desde su llegada al país. Investigan la trama urdida para adquirir grandes extensiones de territorio a precio vil, a través de su testaferro local, Nicolás Van Ditmar, presidente de Hidden Lake SA –propietaria de su inmenso palacio– y de uno de sus socios, Maximiliano Mazza.
En el colmo aparece otra turbia maniobra de operaciones inmobiliarias publicadas anteriormente en Veintitrés y que tocan a Lewis como accionista. Se trata de “la causa Accatino”, en la que están implicados el ex gobernador Miguel Saiz y su ministro de Producción Juan Manuel Accatino, quienes habrían adjudicado ilegalmente las mejores tierras fiscales de la región a favor de los empresarios, a precios estrafalarios.
Se trata del proyecto en Pampa de Ludden: Joe y sus secuaces aspiran a convertirla en un centro de esquí de primer nivel con una exclusivísima villa en el emblemático Cerro Perito Moreno, violando innumerables recursos naturales. Al estilo de Joe Lewis.