Pericia señala de dónde vinieron los disparos
"Río Negro" tuvo acceso a un estudio realizado por un prestigioso doctor en Física Forense del Instituto Balseiro. Para esta pericia se analizaron miles de fotografías y videos con los que, a su vez, se elaboraron sofisticados mapas de sonido y de movimiento. Éstos permiten establecer con claridad quiénes son los policías que dispararon contra el adolescente Nicolás Carrasco y el joven Sergio Cárdenas, víctimas fatales en el 2010, en Bariloche. La investigación fue entregada a fines del año pasado a la Justicia. Sin embargo, se desconoce el impacto del trabajo desde su aparición en la causa. A dos años de las muertes de Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas, en el marco de los disturbios ocurridos en el barrio Alto de Bariloche en el 2010, la Justicia aún no ha encontrado a los responsables. En verdad, por la causa hay 17 imputados, pero días atrás el juez Ricardo Calcagno la enmarcó como "homicidio en riña", que estipula penas menores.
Una pericia clave para resolver este caso que ha permanecido en las sombras señala con claridad quiénes podrían ser los autores de los disparos fatales. "Río Negro" tuvo acceso a este documento –a través de una fuente anónima– para el que se utilizaron sofisticadas técnicas de física forense y donde se demuestra, entre otras cosas, qué personas están directamente comprometidas con los homicidios, los horarios de las muertes, las armas utilizadas y los lugares específicos donde todo ocurrió. Incluso se abunda en las listas de los heridos, sus edades, posiciones y características de las agresiones.
"Río Negro" le propuso al doctor en Física Rodolfo Pregliasco, autor del trabajo, realizar una entrevista, pero el científico prefirió mantener el silencio porque, según explicó, la causa se encuentra bajo secreto de sumario y no quiere comprometer una investigación que, según los familiares de las víctimas dejaron trascender a este medio, parece ir a paso lento.
En la madrugada del 17 de junio de 2010 también perdió la vida Diego Bonnefoi a raíz de un disparo en la cabeza hecho por el excabo de la Policía Sergio Colombil. El agente terminó condenado a 20 años de prisión.
Sin embargo, según le explicó a este diario una fuente vinculada a la investigación, durante la pueblada los muertos pudieron haber sido muchos. Sólo el azar actuó en favor de aquellos alcanzados con balas de plomo y goma a muy corta distancia, en contra de lo que estipulan los protocolos de seguridad. A partir de esta investigación se descubrieron otros casos de inconducta policial, como el de un joven que recibió un impacto con balas de goma a centímetros de la cara y otro en el que un efectivo introdujo a la fuerza una bomba de humo entre las ropas de un manifestante.
Esta pericia, que fue presentada a los fiscales, abogados y jueces intervinientes, está elaborada a partir de unas 2.000 fotografías de alta resolución tomadas por el fotógrafo del "Río Negro" Alfredo Leiva y por la fotógrafa de Télam y colaboradora de este diario Alejandra Bartoliche. A estas imágenes se les sumaron grabaciones de video con su correspondiente sonido. Un vasto material que ayudó a delimitar las acciones y sus tiempos, tanto de la policía como de los manifestantes. Para conocer sin posibilidad de error el horario de los hechos, el físico utilizó los números indicados por los relojes de los propios policías que aparecen en las secuencias. Las municiones están subrayadas sobre las imágenes, detalle que sirve para saber quiénes cargaron balas de plomo –rojas, letales– y quiénes no.
El estudio de 170 páginas es el producto de varios meses de trabajo realizado por el doctor en Física y físico forense de Instituto Balseiro Rodolfo Pregliasco, uno de los profesionales más respetados en este campo. Pregliasco es el mismo científico que reveló el origen de la bala que acabó con la vida de Teresa Rodríguez en Cutral Co, entre otros casos notorios.
"Durante la tarde se pueden contar hasta 56 agentes de Policía. Cuentan con al menos un lanzagás, máscaras, chalecos antibalas, cascos antitumulto, al menos 12 escudos, al menos 13 armas largas, tres camionetas, dos vehículos utilitarios y un patrullero", señala bajo el subtítulo de "Protagonistas". Y agrega: "En 16 ocasiones se los ve arrojar piedras, incluso con una gomera. Entre las 15:30 y las 17, la policía lanzó al menos 364 disparos que constan en el video, lo que permite proyectar estadísticamente cerca de 1.000 disparos contra los manifestantes". Más adelante caracteriza al grupo de manifestantes: "Está compuesto exclusivamente por adolescentes. Durante la tarde se pueden contar hasta 37 jóvenes. Los manifestantes le gritan a la policía, les tiran piedras a los agentes y a la comisaría, queman unas gomas en la esquina de la comisaría y se ve un auto quemado en la esquina de Guillelmo y Onelli (a las 16:38). No se observan armas cortas, ni largas, ni de fabricación casera. No se observan gomeras ni otro mecanismo para lanzar piedras más que la mano desnuda".
La pericia deja en evidencia que el cuerpo policial utilizó una aceitada estructura de ataque y defensa contra un grupo reducido de jóvenes que los atacaban a su vez con piedras. En las imágenes de video se observa que la mayoría de las piedras golpean el suelo o chocan contra los escudos. Durante el segmento que abarca el trabajo se contabilizan: "2 muertos, 9 heridos por postas de plomo, 2 por postas de goma (por disparo a muy corta distancia), 3 por perdigones que no sabemos si son de goma o plomo, 2 por gases y 5 por golpes". Mientras que fueron dos los policías heridos.
Luego, el trabajo revela un hecho que podría determinar culpabilidades en relación con las muertes.
"En ningún caso se ha observado un cartucho rojo en armas del BORA. Ni cargados, ni siendo eyectados (…) Los policías que no pertenecen al BORA utilizan cartuchos de diferentes colores: transparentes, verdes, verde-azulados y rojos. Revisando toda la evidencia, encontramos 5 cartuchos rojos mientras son cargados en las armas, uno dentro del cargador, dos en el aire (recientemente eyectados) y 18 en el piso. Los ocho cartuchos rojos que se pueden relacionar con un arma y un tirador corresponden a seis policías que se desplazan juntos durante la mayor parte del día".
En principio esto quiere decir que quienes tenían la intención o la posibilidad de matar eran los miembros de la Policía, un grupo de los cuales es señalado: "seis policías". En los párrafos siguientes el peritaje identifica a los efectivos con la letra P y el correspondiente número.
Los disparos que hieren a Nicolás Carrasco tienen que haber ocurrido después de las 16:21:20 y antes de las 16:26:25 simultáneamente con el cuarto avance de la policía en horas de la tarde".
Y en el punto siguiente dice: "Entre los policías que aparecen en la esquina de Osés y Onelli a las 16:29:30, muy probablemente se encuentren algunos de los relacionados con los disparos que hieren a Carrasco, apoyados por agentes del BORA que regresan con el cordón hacia la comisaría".
Estos efectivos quedaron retratados por las fotografías de Leiva y Bartoliche.
Con respecto a las circunstancias de la muerte de Sergio Cárdenas, el perito explica:
"Uno de los disparos que escuchamos en el video FV 02 es el que hiere de muerte a Sergio Cárdenas, a las 17:38:40. En el momento del disparo a Cárdenas hay un grupo de policías que se encuentra adelantado en calle Sobral, fuera de la bocacalle de Onelli, en dirección a Elordi. Ese grupo adelantado es de al menos seis policías. Incluye a P1, P3, P4, P6, P13 y P19. No hay evidencias y resulta muy improbable que haya más policías en este grupo: en el momento del disparo a Cárdenas no se observan más de cuatro o cinco (el registro es de muy mala resolución). 3:55 minutos después se observan seis que permanecen adelantados y se sigue viendo a los mismos seis policías adelantados 7:17 minutos después del disparo a Cárdenas. En el grupo que se queda en la esquina de Onelli y Sobral quedan cuatro policías con armas largas. Pero desde esa posición resulta imposible disparar cartuchos 12/70 en dirección a los manifestantes sin correr un serio riesgo de herir a los policías adelantados. Necesariamente, el disparo que recibe Cárdenas debió haber sido disparado por algún policía de este grupo adelantado. Sólo cuatro de ellos portaban armas largas. Se trata de P1, P4, P6 y P19".
Estas últimas líneas delimitan específicamente quiénes son los responsables de la muerte de Cárdenas a partir de las secuencias cronometradas de los videos y las fotografías. Nombres que ya tiene la Justicia para evaluar.
En la madrugada del 17 de junio de 2010 también perdió la vida Diego Bonnefoi a raíz de un disparo en la cabeza hecho por el excabo de la Policía Sergio Colombil. El agente terminó condenado a 20 años de prisión.
Sin embargo, según le explicó a este diario una fuente vinculada a la investigación, durante la pueblada los muertos pudieron haber sido muchos. Sólo el azar actuó en favor de aquellos alcanzados con balas de plomo y goma a muy corta distancia, en contra de lo que estipulan los protocolos de seguridad. A partir de esta investigación se descubrieron otros casos de inconducta policial, como el de un joven que recibió un impacto con balas de goma a centímetros de la cara y otro en el que un efectivo introdujo a la fuerza una bomba de humo entre las ropas de un manifestante.
Esta pericia, que fue presentada a los fiscales, abogados y jueces intervinientes, está elaborada a partir de unas 2.000 fotografías de alta resolución tomadas por el fotógrafo del "Río Negro" Alfredo Leiva y por la fotógrafa de Télam y colaboradora de este diario Alejandra Bartoliche. A estas imágenes se les sumaron grabaciones de video con su correspondiente sonido. Un vasto material que ayudó a delimitar las acciones y sus tiempos, tanto de la policía como de los manifestantes. Para conocer sin posibilidad de error el horario de los hechos, el físico utilizó los números indicados por los relojes de los propios policías que aparecen en las secuencias. Las municiones están subrayadas sobre las imágenes, detalle que sirve para saber quiénes cargaron balas de plomo –rojas, letales– y quiénes no.
El estudio de 170 páginas es el producto de varios meses de trabajo realizado por el doctor en Física y físico forense de Instituto Balseiro Rodolfo Pregliasco, uno de los profesionales más respetados en este campo. Pregliasco es el mismo científico que reveló el origen de la bala que acabó con la vida de Teresa Rodríguez en Cutral Co, entre otros casos notorios.
"Durante la tarde se pueden contar hasta 56 agentes de Policía. Cuentan con al menos un lanzagás, máscaras, chalecos antibalas, cascos antitumulto, al menos 12 escudos, al menos 13 armas largas, tres camionetas, dos vehículos utilitarios y un patrullero", señala bajo el subtítulo de "Protagonistas". Y agrega: "En 16 ocasiones se los ve arrojar piedras, incluso con una gomera. Entre las 15:30 y las 17, la policía lanzó al menos 364 disparos que constan en el video, lo que permite proyectar estadísticamente cerca de 1.000 disparos contra los manifestantes". Más adelante caracteriza al grupo de manifestantes: "Está compuesto exclusivamente por adolescentes. Durante la tarde se pueden contar hasta 37 jóvenes. Los manifestantes le gritan a la policía, les tiran piedras a los agentes y a la comisaría, queman unas gomas en la esquina de la comisaría y se ve un auto quemado en la esquina de Guillelmo y Onelli (a las 16:38). No se observan armas cortas, ni largas, ni de fabricación casera. No se observan gomeras ni otro mecanismo para lanzar piedras más que la mano desnuda".
La pericia deja en evidencia que el cuerpo policial utilizó una aceitada estructura de ataque y defensa contra un grupo reducido de jóvenes que los atacaban a su vez con piedras. En las imágenes de video se observa que la mayoría de las piedras golpean el suelo o chocan contra los escudos. Durante el segmento que abarca el trabajo se contabilizan: "2 muertos, 9 heridos por postas de plomo, 2 por postas de goma (por disparo a muy corta distancia), 3 por perdigones que no sabemos si son de goma o plomo, 2 por gases y 5 por golpes". Mientras que fueron dos los policías heridos.
Luego, el trabajo revela un hecho que podría determinar culpabilidades en relación con las muertes.
"En ningún caso se ha observado un cartucho rojo en armas del BORA. Ni cargados, ni siendo eyectados (…) Los policías que no pertenecen al BORA utilizan cartuchos de diferentes colores: transparentes, verdes, verde-azulados y rojos. Revisando toda la evidencia, encontramos 5 cartuchos rojos mientras son cargados en las armas, uno dentro del cargador, dos en el aire (recientemente eyectados) y 18 en el piso. Los ocho cartuchos rojos que se pueden relacionar con un arma y un tirador corresponden a seis policías que se desplazan juntos durante la mayor parte del día".
En principio esto quiere decir que quienes tenían la intención o la posibilidad de matar eran los miembros de la Policía, un grupo de los cuales es señalado: "seis policías". En los párrafos siguientes el peritaje identifica a los efectivos con la letra P y el correspondiente número.
Los disparos que hieren a Nicolás Carrasco tienen que haber ocurrido después de las 16:21:20 y antes de las 16:26:25 simultáneamente con el cuarto avance de la policía en horas de la tarde".
Y en el punto siguiente dice: "Entre los policías que aparecen en la esquina de Osés y Onelli a las 16:29:30, muy probablemente se encuentren algunos de los relacionados con los disparos que hieren a Carrasco, apoyados por agentes del BORA que regresan con el cordón hacia la comisaría".
Estos efectivos quedaron retratados por las fotografías de Leiva y Bartoliche.
Con respecto a las circunstancias de la muerte de Sergio Cárdenas, el perito explica:
"Uno de los disparos que escuchamos en el video FV 02 es el que hiere de muerte a Sergio Cárdenas, a las 17:38:40. En el momento del disparo a Cárdenas hay un grupo de policías que se encuentra adelantado en calle Sobral, fuera de la bocacalle de Onelli, en dirección a Elordi. Ese grupo adelantado es de al menos seis policías. Incluye a P1, P3, P4, P6, P13 y P19. No hay evidencias y resulta muy improbable que haya más policías en este grupo: en el momento del disparo a Cárdenas no se observan más de cuatro o cinco (el registro es de muy mala resolución). 3:55 minutos después se observan seis que permanecen adelantados y se sigue viendo a los mismos seis policías adelantados 7:17 minutos después del disparo a Cárdenas. En el grupo que se queda en la esquina de Onelli y Sobral quedan cuatro policías con armas largas. Pero desde esa posición resulta imposible disparar cartuchos 12/70 en dirección a los manifestantes sin correr un serio riesgo de herir a los policías adelantados. Necesariamente, el disparo que recibe Cárdenas debió haber sido disparado por algún policía de este grupo adelantado. Sólo cuatro de ellos portaban armas largas. Se trata de P1, P4, P6 y P19".
Estas últimas líneas delimitan específicamente quiénes son los responsables de la muerte de Cárdenas a partir de las secuencias cronometradas de los videos y las fotografías. Nombres que ya tiene la Justicia para evaluar.