Con denuncia radicada en la fiscalía de Zapala y con certificado médico de la guardia del hospital de la ciudad, yo Magali Evelin Ortiz, DNI 30.588.299, realizo públicamente esta denuncia por golpes y apremios ilegales propiciados por la policía la noche del miércoles 18 de julio del corriente año.
Cuando yo caminaba por la calle, me paró la policía, me pidió los documentos, no los tenía, me suben a una trafic, habían 2 policías más, en total eran 4, en el trayecto a la comisaría, se detienen, uno pasa para atrás y me pega una patada y piñas, me dice entre otras cosas que me vaya de Zapala porque sino me van a terminar bajando, también si hacés la denuncia. A penas llegamos a la comisaría me ve el médico, me pregunta porque caminaba así, (porque yo caminaba renga), entonces por el miedo que tenía le dije que era porque estaba operada de la columna y en un libro escribió algo así como buena salud.
Yo, en ningún momento ofrecí resistencia, porque no puedo hacer fuerza, padezco de artrodesis y fractura de vértebra, toraco lumbar, tengo puesta dos plaquetas en la columna y 8 tornillos en las vértebras, que es lo que me ayuda a estar de pié, tengo un certificado de discapacidad del Jucaid.
No es la primera vez que la policía me detiene y me golpea, cuando estaba adentro del calabozo entró el mismo policía y me golpeó otra vez, después me dejaron sentarme en la recepción de la comisaría, cuando salí de la comisaría 22 me entregaron la citación con pedido de paradero con fecha de marzo, que no me habían dado hasta ese momento.
Estoy cansada de que me traten mal, por eso denuncio públicamente esta situación, porque siento que hacen uso y abuso de autoridad y del uniforme. No solo abusaron cuando me golpearon, también en este tiempo para constatar los golpes no bastó el certificado de la guardia del hospital donde me quitaron la ropa para revisarme, sino que también me fotografiaron en la fiscalía, y en el gabinete forense, para corroborar lo que el certificado de la guardia decía.
Me tienen marcada, yo estudio de noche en el Cpem nº3, mis horarios de clases son desde las 19:30 hasta las 00:30 hs, temo por mi vida y por la vida de mis hijos, que en este momento su padre los tiene a cargo, muchas horas del día mis hijos están solos, porque él realiza cursos, es un efectivo de la policía.
Hago pública esta denuncia ya que se me inventaron causas de abuso a una menor, abandono del hogar, abandono de persona, no tengo ningún problema que se me investigue porque yo mas que nadie quiero que se sepa la verdad.
La vida que llevo no es vida.
Magalí Evelin Ortiz
DNI 30.588.299
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Carta de repudio al accionar policial
La Mesa Coordinadora por los Derechos Humanos de Zapala hace pública su preocupación respecto al accionar policial, ya que en las últimas dos semanas se conoció por parte de las víctimas y familiares, varios episodios graves en los que la policía detuvo a una mujer y dos jóvenes sin orden judicial, a las que golpeó y requisó sus pertenencias.
Nos preguntamos si los últimos hechos de violencia acontecidos, son exabruptos o un ‘modus operandi’. Con frecuencia se ve a la policía involucrada en hechos violentos. No en la prevención, disuasión y/o moderación de violencia entre ciudadanos, como sería esperable, sino en golpizas a internos, detenciones arbitrarias, actitudes provocadoras, represalias particulares, etc.
Parece haber un sector de la población estigmatizado por la fuerza, lamentablemente acostumbrado a ser interceptado, a convivir con apremios ilegales. En su mayoría son jóvenes, pobres, marginados y con pocas posibilidades de defensa. Para muchos es una desgracia encontrarse con la policía. ¿Será sano “acostumbrarse” a esta situación?
Sin embargo los policías son vecinos nuestros, hijos e hijas de nuestros vecinos, compañeros de escuela, ex alumnos de nuestras escuelas.
¿Qué mecanismos les llevará a olvidar de dónde vienen y quiénes son? ¿Qué oscuro resentimiento motivará a aquellos que con una pequeña cuota de poder e impunidad se ensañan con su vecino, o el hijo de su vecino, o la ex esposa de su compañero de trabajo? ¿Será que los neuquinos tendremos que hacernos a la idea de tener una “maldita policía”?
Invitamos a la institución policial a revisar los mecanismos de formación de sus cuadros, a revisar lo que significa vivir en un estado de derecho y no ‘de facto’, a formar conciencia de ciudadanos que están al servicio de otros, a trabajar el resentimiento, someter a crítica el corporativismo que los deja a merced de la complicidad y encubrimiento de situaciones delictivas al interior de la fuerza policial, a revisar cuál es el equilibrio psicológico de una persona que porta un uniforme, un arma, ya que no son pocos los casos en que la propia familia también queda entrampada y como víctima de situaciones de violencia.
Invitamos a las autoridades competentes a controlar el accionar policial, que se pongan a la altura de las circunstancias para evitar mayores daños de los que ya se han provocado en nuestro tejido social.
Invitamos a la ciudadanía a controlar, a hacer público y a denunciar, como muchos vecinos han comenzado a hacer, los hechos de violencia relacionados con la fuerza policial. Invitamos a la sociedad toda a no naturalizar la violencia y hacer público todo hecho de torturas y apremios ilegales.
La paz social se logra cuando hay verdadera justicia.