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lunes, 30 de julio de 2012

CERRO NEGRO: RESISTENCIA ANTIMINERA.

Catamarca (Acción por la biodiversidad).-"El 9 de julio inicia la primera fase del despliegue en Cerro Negro, en el noroeste de Catamarca, con el establecimiento de un campamento y el traslado de militantes antiminería desde las provincias de Río Negro, Buenos Aires, Córdoba y La Rioja. Durante la mañana del 17, el piquete impide el paso de los primeros transportes que se dirigen al yacimiento de Bajo de la Alumbrera. El 20, unidades especiales de la Policía se despliegan con la orden de despejar el cruce carretero."
9–20 de julio
El 9 de julio inicia la primera fase del despliegue en Cerro Negro, en el noroeste de Catamarca, con el establecimiento de un campamento y el traslado de militantes antiminería desde las provincias de Río Negro, Buenos Aires, Córdoba y La Rioja. Durante la mañana del 17, el piquete impide el paso de los primeros transportes que se dirigen al yacimiento de Bajo de la Alumbrera. El 20, unidades especiales de la Policía se despliegan con la orden de despejar el cruce carretero bloqueado por los activistas. Pasadas las 16:00, los efectivos desmantelan el campamento: la mayor parte de los ambientalistas no residentes son expulsados de la provincia.
Diálogo con “Carmen” (53), miembro de la Asamblea de Ciudadanos en Defensa de la Vida y el Agua.*
P: Enfrentada al problema provocado por los bloqueos “selectivos” y una férrea resistencia ambientalista, Minera Alumbrera no tuvo más remedio que reconocer en su último informe operacional que en algunas provincias existe un nivel de conflictividad en torno a los emprendimientos extractivos que podría entorpecer los planes de inversión futuros.
R: Hemos solicitado la apertura del diálogo, se elevaron petitorios a la gobernadora, pero nunca hemos tenido respuesta. Nuestro reclamo se fundamenta en el conocimiento de los efectos perjudiciales de la explotación minera a cielo abierto sobre nuestra salud y el ambiente. Hace quince años que Alumbrera está en Catamarca, en una mina de oro con la cual tendríamos que ser la provincia más rica del país. Sin embargo, en Tinogasta, el hospital no cuenta con insumos, no hay oxígeno... La gente que está grave es derivada hacia la capital, a casi 300 km, o sino a la provincia de La Rioja. No hay progreso; en Belén, cerca de Bajo de la Alumbrera, los animales andan pelados: nos cuentan que cuando hay una inspección, se toman el trabajo de llevar plantas verdes, y las entierran ahí para que digan que todo está bien. No hay fuentes de trabajo, no hay obras, las rutas son pésimas, la educación es terrible. Nunca llega un libro a nuestros niños; tienen que venir con un palo de leña para calentarse en invierno. Los que tenemos la suerte de hacer estudiar a nuestros hijos, los enviamos a La Rioja, Córdoba, Tucumán. Por eso no acepto lo poco que dejan las mineras.
P: Examinando los principales puntos de sus despachos y manifiestos, es fácil recoger los dos elementos más críticos: paralización en todo el país de la exploración y explotación de yacimientos, y expulsión de las compañías extranjeras que se dedican a la extracción de recursos. Los acontecimientos en Cerro Negro no cambiaron el contexto de esta situación.
R: Estamos contentos porque no estamos solos; tenemos el apoyo de gente de todo el país: nos vienen a visitar, nos alientan. Cuando hubo la terrible represión en Tinogasta (véase Ruptura del cerco sobre Bajo de la Alumbrera), una batalla campal, no estábamos preparados. Corrió sangre, algunos compañeros tenían treinta balazos de goma en su cuerpo... Este es un pueblo tranquilo, donde las madres van con sus hijos al corte, se comparte alegría y también llanto. ¿Saben lo que nos gritan los choferes desde los camiones de Tamarugal que vienen de Chile y responden a Minera Alumbrera? “Hijos de..., las Malvinas son inglesas”. Según ellos, a la mina viene a trabajar gente de buena conducta, sin embargo, todos los empleados son patoteros. ¿Para qué queremos minería a cielo abierto? A Bajo de la Alumbrera le quedan tres años, y quieren pasar a Agua Rica, en Andalgalá, donde el pueblo vive arriba de una mina de oro y otros minerales que no sabemos cuáles son. Estaría bien una minería controlable, rentable, que no consuma tanta agua...
P: Algunos grupos, según Alumbrera, miran con reticencia y disgusto a la compañía —a pesar de que el año último aportó a la economía argentina un total de $4049,5 millones— debido a la visión desdibujada que poseerían sobre el rol que cumplen las empresas privadas y el Estado.
R: Según ellos, todas las municipalidades de la provincia reciben regalías mineras... Nosotros no sabemos cuánto, y no se ven obras, no se ve progreso, solamente camionetas de $300.000, el acomodo de las familias de los políticos. Nuestros jóvenes no tienen trabajo: acá se truncan sus sueños.
P: Como indicador de su desempeño ambiental, Minera Alumbrera pone el acento, por ejemplo, en un programa de monitoreo realizado durante el período 2010–2011 que, dentro de la zona operativa de la mina y en las localidades vecinas, confirmó que la empresa no genera impacto en la calidad de aire.
R: Por lo que he leído y lo que nos comentaron, tienen muchas denuncias penales por todo el cianuro y los productos que utilizan para la voladura de las montañas y para extraer el metal. Eso contamina, está comprobado, salió en los diarios. Nos trajeron unos profesionales que ganan mucho, y nos querían hacer creer que Alumbrera y los emprendimientos mineros no contaminan: el resultado final de esto es la bronca. Creen que somos tontos, y ya saben cómo los vamos a sacar. Estas mineras tienen el poder, el dinero: pueden pagar para que se formen las patotas, porque a ellos lo único que les interesa es el oro. ¿Por qué no se van? En sus países, creo que hay leyes que no permiten la explotación. Acá todo se lo roban, acá los pueblos no progresan.
P: El 18, a primera hora de la tarde, activistas tomaron por sorpresa, durante sesenta minutos y en forma simultánea, las dependencias que poseen en la Capital Federal seis de las diez provincias que conforman la Organización Federal de Estados Mineros (OFEMI). Estas acciones dieron una publicidad al conflicto de la que era merecedor desde hace tiempo ...
R: Es de gran ayuda todo lo que se hace en las distintas provincias del país, sobre todo en Buenos Aires. Mucha gente que viene ve cómo nosotros estamos a la intemperie: no nos importa el frío, no nos importa el calor, no nos importa el viento. Lo único que tenemos claro es nuestro objetivo; fue una ayuda inmensa la difusión, el acompañamiento. Por la ciudad pasaban, hace casi seis meses, dieciocho o veinte camiones por día con insumos para Alumbrera, pero después de la represión solamente han pasado siete camiones escoltados por la policía (véase Detenciones en Tinogasta). Para nosotros es un gran triunfo. Escuché por la radio que el intendente está pensando cómo va a hacer para que el bloqueo se levante. No va a tener suerte: unas cuantas mujeres estuvimos sosteniendo el bloqueo en Tinogasta mientras se realizaba el de Cerro Negro. Acá se va a levantar el pueblo.
P: El escenario dispuesto ofrece pocas perspectivas de poder establecer cierta estabilidad en la región: la ONG tucumana Pro-Eco presentó el 6 de julio su renuncia a la federación ambientalista local expresando su profundo rechazo a cualquier intento de diálogo con las empresas mineras por considerarlas “ecocidas”.
R: Luchar contra Alumbrera es luchar contra un monstruo: ellos tienen el poder. Pueden comprar medios de comunicación, gobernadores, diputados, intendentes, concejales. No hemos intentado nunca tener diálogo con la minera, con los representantes del emprendimiento. Con quien sí hemos querido tener diálogo es con la gobernadora, pero en ningún momento hemos tenido respuesta. Un diputado decía en la radio que los piquetes en la ruta han cansado a la gente de Tinogasta, pero él no sabe que nosotros ya estamos cansados de los políticos corruptos. Él intentó negociar en febrero para que levantemos el bloqueo: nosotros seguiremos firmes, no lo vamos a levantar.
* Por el Observatorio de Conflictos por los Recursos Naturales (OCRN) en alianza con Acción por la Biodiversidad.