(La Retaguardia)- La Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Loncopué impulsó un proyecto de ordenanza para prohibir la megaminería en agosto del año pasado con la firma de casi el 20% del padrón electoral y el Concejo Deliberante lo rechazó. A pesar de que la Ley Nº 53 de municipios obliga a llamar a referéndum en estos casos, aparecieron obstáculos de todo tipo, artilugios legales y muchas acciones en contra, afortunadamente sin éxito, como la acción judicial que presentara la Corporación Minera de Neuquén (Cormine)ante el Tribunal Superior de Justicia pidiendo que fuera suspendido porque afectaría sus intereses.
En estos días sufrieron cortes de luz, aprietes de todo tipo, una campaña muy fuerte para que la gente no se acerque a votar, lo que también da cuenta de que "suponían de antemano un resultado por el sí", como nos aclara Viviana Vaca, de AVAL, mientras relata el camino de obstáculos para llegar al día de hoy, en que se está celebrando el primer referéndum (que es vinculante), donde tienen la posibilidad de votar 3.624 personas para definir por el sí o el no a la ley que prohíbe, dentro de la jurisdicción de la Municipalidad de Loncopué, la explotación a cielo abierto de minerales, el empleo de técnicas de lixiviación con cianuro, ácido sulfúrico, mercurio y otras sustancias tóxicas. Según Viviana, "el propio gobernador de la provincia dijo que el referendum no era ni obligatorio ni vinculante". Esas son algunas de las presiones que están viviendo en este pueblito de Neuquén, seguramente movidos por el temor de que se repita la clara respuesta popular que tuviera en 2003 la megaminería por parte del pueblo de Esquel, que votó por el No a la Meridian Gold en un porcentaje del 82%, en un plebiscito (no vinculante).
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