(Mensajero Digital)._ ¿Esto entienden por democracia?. Ayer se cumplieron 10 años de aquel fatídico corralito que unos días después logró llevarse puesto al gobierno de De la Rua. Algunos podemos recordar la cantidad interminable de vallados y guardia policial que podíamos ver en imágenes que nos llegaban desde una infinidad de ciudades de nuestro país. De un lado el poder económico corrupto junto a los gobernantes cómplices, del otro lado la bronca e indignación de la gente.Hubo un 19 y 20 de diciembre que se interpretarían a lo largo de la historia como unas de las jornadas más negras de la historia nacional. No sólo condicionaban el porvenir económico de millones de personas, sino que además se cargaron con la vida de una cantidad incontable de muertos.
Diez años después de aquellas tristes imágenes, la situación vivida en El Bolsón este viernes nos trajo a la memoria de forma cruda y sin anestesia los tristes recuerdos de aquellas jornadas.
El Concejo Deliberante de El Bolsón cumplió con su última sesión antes de la renovación de autoridades de una forma similar. Un férreo corralito construido con vallas de metal traídas desde Bariloche, custodiado por policías de la comisaria 12 (esa misma donde asesinaron cobardemente a Coco Garrido) y reforzado por un numeroso grupo del BORA que se mantuvo a resguardo, como escondido de las miradas incomodas de los vecinos.
La sesión se realizó en la casa de la cultura de Bolsón, así acorralados, de espaldas al pueblo que reclamaba ser escuchado, ninguneando la voluntad popular, separados de la comunidad como una casta aparte, como si allí dentro hubiera "algo valioso" que resguardar del tan despreciado "vandalismo público" de los asambleístas.
Varias imágenes nuevas quedaron en el recuerdo de quienes estuvimos allí, ya no sólo el vallado, sino las formas con que algunos concejales se movieron. Los trabajadores de prensa que intentaban cubrir la sesión debían cumplir con la "obligación" de acreditarse en la comisaría local, caso contrario no podrían traspasar el vallado. Así parece que los concejales García, Gotta, Boock y Sanna entienden que funciona la democracia local, así parece que eligen cumplir con el estado de derecho, dejando librado el derecho de admisión de los reporteros a la decisión de las autoridades policiales sospechadas del asesinato de Coco Garrido.
En la foto: El BORA custodiando las matufias y en contra de la gente.Salvado este "inconveniente", una vez adentro se pudo observar cómo mientras hacía uso de la banca del vecino el señor Fernando Geronaso (integrante de la Asamblea en Defensa del Agua y la Tierra) y ni bien comenzaba su relato, la concejal Gori se levantó de su silla, alejándose con aires despectivos del lugar donde el respetado vecino hacia uso de la palabra. Geronaso había ido allí a exponer los argumentos de la asamblea, fue para que los concejales escuchen su voz, pero la señora Gori con una ausencia total de respeto y sin el más mínimo decoro tuvo una actitud de ninguneo. ¿Ese es el tipo de democracia que pregona a boca de jarro esta detestable e irrespetuosa concejal?. Y del mismo modo, el presidente del concejo, Raúl García, ¿por qué avaló esta actitud absolutamente condenable?
Mucho se podría relatar de las distintas situaciones autoritarias e irrespetuosas vividas allí dentro, una triste muestra de cómo estos patéticos concejales entienden debe funcionar la democracia. Pero nos vamos a detener en dos hechos simbólicos: en todo momento los concejales Gotta y Gori exigían que la puerta de acceso estuviera cerrada, intentaban silenciar la voz de los más de 300 manifestantes que detrás del vallado exigían nada más ni nada menos que una actitud democrática, aunque más no fuese en la última sesión de estos demócratas de papel pintado. No valieron ni los reclamos de la mayoría de los periodistas presentes, ni el aporte de los concejales Caro y Hube, la puerta debió quedar cerrada, dando una muestra más de que estos señores sólo saben deliberar de espaldas al pueblo. El otro lamentable hecho ocurrió mientras el concejal Gotta hacía uso de la palabra. Sin mediar actitud alguna, la emprendió contra el periodista Walter Aullelo, de Radio Nacional El Bolsón, al que increpó de forma autoritaria, irrespetuosa y digna del más bajo nivel patoteril. Y así fueron las cosas, en un ambiente enrarecido, muy caliente por momentos, sesionó el concejo deliberante de El Bolsón.
Queda para el recuerdo como broche final de cuatro años de una gestión signada por la corrupción, la connivencia económica, la desidia hacia el respeto ciudadano, la actitud de estos dos concejales: Gotta y Gori, actitudes condenables que no hacen más que pintarlos de cuerpo entero, así entendieron y pusieron en práctica la democracia a lo largo de su hoy tristemente célebre mandato democrático. Solo cabe preguntarnos como hemos permitido que tan nefastos personajes de la politiquería local ocuparan dos sillas dignas de ser ocupadas por gente de cualidades democráticas superiores. Ojalá tomemos conciencia y no permitamos nunca más poner el destino de la comunidad en manos de representantes como estos.
Si bien provoca alegría el fin del mandato de estos dos concejales, por otro lado debemos aceptar que tanto Raúl García como Paola Sanna permanecerán por un nuevo período. Ojala que por estos días hayan comprendido que democracia no es esconderse detrás de una valla, custodiados por policías de dudosa reputación, y siendo cómplices de actitudes que poco y nada aportan a la construcción de esta democracia que pudimos conseguir.
Editoriales ANP
