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miércoles, 9 de noviembre de 2011

TRIBUNALES DE ESQUEL: CAUSA DE LA POLICÍA PROVINCIAL POR LOS HECHOS DE CORCOVADO

Esquel (Grupo Taller de Periodismo del ISFD 809).- Se realizaron el sábado 5 de noviembre desde las 9, y durante unas seis horas, los alegatos en la Sala de Audiencias del 2º piso del edificio de Tribunales, en el marco de la causa penal que se sigue contra el comisario del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP).
Esta causa fue inciada a raíz de denuncias de particulares damnificados, luego de las actuaciones realizadas por esa fuerza en la localidad de Corcovado en marzo del año 2009, en la infructuosa búsqueda del prófugo "Mai" Bustos.
Dicha fuerza especial realizó entonces una serie de procedimientos que  fueron calificados como violentos e innecesarios por las numerosas víctimas que realizaron denuncias ante el Ministerio Público Fiscal.
Cabe destacar que no todas las denuncias llegaron a juicio, sino sólo aquellas que la Fiscalía consideró factibles de probar en el debate.
Inicialmente, la Fiscalía calificó los hechos como "Delitos de Lesa Humanidad", con lo que solicitó el pase de las actuaciones a la Justicia Federal. Este planteo fue rechazado por el juez actuante, con lo que el proceso se desarrolló ante la Justicia local.
Durante dos semanas se realizaron distintas audiencias en el marco del  juicio oral y público que se llevó adelante contra un único imputado, el comisario Miguel Gómez. Entre otros testimonios se escuchó el del
entonces Jefe de Policía de Provincia, Juan Luis Ale. Dicho testimonio fue calificado por el fiscal Martín Zacchino, de actuación en la causa, como "un alegato en favor de la policía".
Seis hechos de abuso de autoridad, cinco hechos de vejaciones y uno de privación ilegal de la libertad, fueron acusados por la Fiscalía y la querella, con la solicitud de condena.
Por su parte el defensor solicitó la libre absolución del comisario Gómez, con costas a cargo de la querella.
Pudo escucharse la declaración del único imputado, quien manifestó que los hechos de Corcovado fueron "la situación más estresante que le tocó vivir", y rechazó responsabilidades a su cargo respecto de las
imputaciones.
Luego de casi seis horas de alegatos el juez Jorge Criado, a cargo de  la presidencia del tribunal, fijó fecha para la lectura de sentencia. La misma tendrá lugar el lunes 14 a las 9.
A continuación, una declaración testimonial, la de Leandro Rojas, un padre de familia de Corcovado que se encontraba jugando con su hijo al momento de recibir la visita sorpresiva del personal policial: “Llegó esta gente en una trafic, se bajaron un montón de policías todos armados. Llegó uno me pegó una patada en el pecho y me decían que me tire al piso, los otros me agarraban de los pelos me tiraron al piso… cuando llegaron ellos mi hijo disparó hacia atrás de la casa, pasa un arroyo, pasan dos arroyos. El nene mío disparó hacia atrás, hacia el arroyo, yo les decía a ellos cuando me estaban pegando que agarren al nene, por el hecho que se me cae al arroyo se me ahoga.
"Esta gente no me dejaba agarrar al nene, me seguían pegando por todos lados, incluso me quebraron dos costillas a patadas. Ya tenía una operación de aproximadamente 25 centímetros que me cruzaba toda la
panza, hace un mes, un mes y medio más o menos, y yo le recalcaba que no me pateen la panza porque estaba operado. Me siguieron pegando.
"Uno se dirigió a agarrar a mi hijo que ya se dirigía hacia el arroyo y lo trajeron ahí, lo traían colgando y con un arma, un arma larga. De ahí, llegó mi hermana a que la dejan agarrar al nene porque a mí me estaban pegando, y les decía que no me peguen.
"Y me seguían pegando a mí, adentro estaba un gasista trabajando, estaba haciendo la instalación de gas en casa. También se escuchaban los golpes, porque gritaba. No vi el momento en que le pegaron porque
estaba enfocado yo en mi hijo que trataba de agarrarlo porque se iba hacia el arroyo. Pasó uno después de que me terminaron de pegar – mi hermana agarró al nene – me echó gas en los ojos, creo que, si no me
equivoco el gas pimienta. De ahí me levantaron, me llevaron a empujones para adentro, y cuando estaba tirado en el piso antes de levantarme, uno me pegaba con la escopeta, me decía que no lo mire, y otra patada más.
"Y de ahí me levantaron, me llevaron a la cocina, ya estaba mi hermana con el nene, y de ahí revisaban y la mayoría me decía “decí donde está”, “decí donde está”. Yo le decía que me muestren la orden de
allanamiento que tenían, porque me decían “Lito Bustos” y yo soy Leandro Damián Rojas, y me decían que me calle, que si quería hacer las cosas fácil las iban a hacer fácil, si las quería hacer difícil
las íbamos a hacer difíciles.“
Rojas relató cómo revisaron toda su casa sin dejarlo que mire, sostuvo que le rompieron una cama y le tiraron todas las cosas de una alacena, mientras tenían al gasista contra una heladera. Con posterioridad,
llegó la madre a la casa y él le dijo que se sentía mal. La mujer lo llevó al hospital a su hijo y al gasista, ya que éste decía que también le dolían mucho las costillas. En el nosocomio, luego de hacerle placas determinaron que tenía dos costillas quebradas.
“Después, una semana más o menos anduvieron. Se escuchaban tiros a la noche, tipo nueve de la noche ya no andaba nadie, porque andaban en auto, todos armados, todos encapuchados, no se sabía quiénes eran”.
Cuando el fiscal le preguntó si había visto al testigo, Rojas sostuvo que el testigo entró cuando ya estaban dentro de la casa, pero que antes, cuando le pegaron, no estaba. También indicó que había una persona filmando pero recién cuando estaban saliendo.
Omar López le preguntó a Rojas qué pasaba por su cabeza cuando todo esto sucedía, si sentía miedo. Leandro Rojas le dijo “Sí, imaginate vos, nunca se había visto eso, que estén armados hasta los dientes, y
que se metan así, con esa fuerza golpeando y destrozando lo que se encuentran. En el momento se te pasan muchas cosas, que van a matar, que le van a hacer algo a tu hijo. Porque estos tipos andaban con mucha bronca. En el momento que te tiran al piso y te empiezan a patear las costillas, yo calculo que bien no van…
"Incluso en la noche yo no quería salir porque se escuchaban rumores de que golpeaban al primero que encontraban… yo después de tres cuatro días salí, fui con mi mujer a la casa de un primo y se me hizo tarde,
y le pedí que me acompañe porque a mi me podían agarrar… Íbamos para abajo y de repente paró un auto y se bajaron varios tipos también todos encapuchados adentro del auto. También derecho apuntándote y a
golpearte. Y mi mujer le dice “paren, paren que vamos con el nene”, pero ya se habían bajado derecho… uno ya me había agarrado y me había pegado un tirón para atrás… Y de ahí nos dejaron ir, yo agarré el nene y nos fuimos para mi casa. “
Rojas recordó que había cruzado otro vehículo cerca del puente. También mencionó que había gente que no quiso denunciar pero que también los habían golpeado. Uno tenía todas las costillas azules. Un compañero de trabajo suyo llegó a trabajar y les dijo que había visto cómo le pegaban a una pareja.
“Cualquiera, al que encuentren, lo paraban… sembró mucho terror el GEOP en Corcovado… Todas las noches se escuchaban tiros.”
“Mi nene quedó medio asustado, sin más, el otro día, hace como diez días atrás, fue un policía que me llevó una citación. Yo estaba sentado con mi mujer y de pronto disparó (el nene). Yo no sabía con mi mujer por qué disparó. Y luego vimos un policía por la ventana. El  solo ver la vestimenta ya dispara, quedó con mucho miedo”.

Fuente: Sitio Web Ministerio Público Fiscal - www.mpfchubut.gov.ar