Esquel, 6 de Junio(Puerta E).-Por Romina Ferraris *
No pudo con su genio. Poco le duró al Gobernador el bajo perfil luego de la escandalosa elección del 20 de marzo, y el cocorito volvió a la carga. Con su “ganamos, carajo”, gritado con furia luego de ganar las complementarias, Mario Das Neves retomó su costumbre: la de criticar a todos y erigirse como paladín de la transparencia, la libertad y la justicia con un grado de hipocresía, soberbia y contradicciones que a veces hasta da risa.
“Tuvimos que ganarle dos veces al kirchnerismo para que lo reconozcan”, disparó victimizado mientras proclamaba ganador a Martín Buzzi, pese a que los resultados oficiales, a dos horas del cierre de las mesas, seguían brillando por su ausencia. Su delfín, como nos tiene acostumbrados, emitió pocos sonidos. Quizá porque le preocupa menos hablar que delinear cómo encarará una gestión manchada de movida por denuncias de fraude (o por lo menos de serias irregularidades) y continuadora de un falso modelo de transparencia que, como dije en otra de mis columnas, sólo la desvergüenza de Das Neves y su séquito permitió sostener a través de estos años, gracias a una prensa adicta a nivel local y provincial y un periodismo ignorante a nivel nacional.
Pero seguramente a Buzzi también lo desvela la posición del PJ- Modelo Chubut en la Legislatura, ya que a partir del 10 de diciembre quedará en minoría respecto del Frente para la Victoria, aunque el vice gobernador electo, Gustavo Mac Karthy, ya dejó entrever sus deseos ocultos, o no tanto, de volver a las huestes del gobierno nacional. O quizá no. Y en realidad Martín se está relamiendo porque ya tenía todo cocinado y sabe que el Parlamento será todo suyo.
Es importante aclarar que si esa ambición se concreta, la Legislatura local quedaría totalmente en manos del PJ (que en el fondo siempre fue lo mismo, una bolsa de gatos), hecho que significaría un ataque mortal a la independencia de los poderes y una burla a la confianza de los ciudadanos que votaron por las que, en teoría, eran otras opciones políticas. (En las últimas horas el Gobernador dio “libertad de acción” a la dirigencia y advirtió que el “paraguas que cubría se cerró, cada dirigente tendrá que hacerse valer por sí mismo”. Que cada uno saque sus propias conclusiones)
Pero volviendo a Marito, hoy (por el viernes último) nos desayunamos que su arremetida del domingo 29 de mayo no fue sólo un manotazo de ahogado para volver a sentirse omnipotente. Es que el envalentonado primer mandatario provincial acaba de sellar un acuerdo con el ex presidente Eduardo Duhalde para ser su compañero de fórmula en las elecciones de octubre. Confieso que leí la noticia y sentí náuseas. Pero al mismo tiempo, la novedad no me sorprendió. Es que podría decirse que son casi dos gotas de agua: cultores de la política sucia e hipócrita, hombres de dudosa reputación, adictos al poder, la mano dura y los amigos empresarios. En definitiva, un mix de lo peor de la política argentina sintetizado en una fórmula para el miedo. Dicen que no va a haber foto de los dos hasta que se realice la presentación oficial del binomio. Yo prefiero no verla. De sólo pensar en un país gobernado por estos dos personajes, tiemblo.
AQUÍ va la primer parte del texto (lo que se ve de una) Luego del 20 de marzo, y hasta hace pocos días, la carrera política de Das Neves estaba muerta. Sus delirantes sueños presidenciales habían caído en saco roto tras el papelón eleccionario. El poder y la credibilidad, perdidos. Era una salida por la puerta de atrás segura, sobre todo porque el kirchnerismo le había arrebatado en pocos meses buena parte de su electorado, algo impensado en el 2010. Es más. Si el domingo perdía sólo le quedaba tirarse de cabeza al Congreso Nacional como legislador, no sólo para evitar ser un desocupado más, sino para conservar fueros y evitar posibles futuros juicios. Es que la burbuja Modelo Chubut alguna vez se va a romper y seguramente escupirá para todos los costados las farsas e irregularidades de un sistema que, aunque tuvo algún que otro punto positivo (es verdad que no estamos como a principios del siglo), no puede sostenerse. Basta pensar en los conflictos gremiales que se vienen y en los ya desatados, los negociados y las graves falencias en salud, educación y medio ambiente, por ahora escondidas o soslayadas por el propio aparato estatal.
Lo cierto es que todo cambió para Mario el último domingo. Es que el ajustadísimo triunfo de Buzzi le dio un poco de aire. No para volver a la locura presidencial pero sí para zambullirse en la pileta de la fórmula. Y como el efímero Peronismo Federal quedó en el olvido y sus ex integrantes le huyen a su compañía (al igual que le terminaron huyendo a Duhalde), los dos pobres solitarios se juntaron para representar a lo más recalcitrante y peligroso de la derecha argentina. Falta Macri y cartón lleno, se podría decir. Pero no hace falta, estos dos especímenes ya dan bastante miedo. Además sabe que, aunque vuelva con la cola entre las patas, no lo dejarán entrar en la Casa Rosada.
Tranquiliza saber –aunque suene a consuelo de tontos- que, si Cristina se presenta, este binomio temerario no tendrá muchas posibilidades de acceder al poder. OJO. No estoy diciendo “yo voto a Cristina”, NO. Su candidatura será tema de otras columnas. Simplemente trato de expresar mi más sincero y fuerte rechazo a la política oscura, esa que permite que un hombre como Duhalde -cuya presidencia carga con muertos por represión, su gobernación bonaerense con sospechas por narcotráfico y sus acciones políticas lo involucran en la caída de un presidente constitucional (aunque este haya sido un payaso dormido) – se presente alegremente como candidato presidencial. Y encima acompañado por un hombre como Das Neves, ese que transforma en trapo de piso cualquier ideología, que sigue, por ejemplo, criticando el accionar de los medios de comunicación oficialistas y la supuesta falta de libertad de expresión cuando él mismo maneja una prensa adicta (por medio de la publicidad oficial) que hasta corta su transmisión (Canal 7 de Rawson) para no mostrar que su candidato está perdiendo las elecciones o que los chicos de dos escuelas de Esquel le reclaman que cuide los recursos naturales. Un hombre que avala también la represión, el clientelismo, que critica hacia afuera accionares políticos que él mismo practica en la provincia y cree que los ciudadanos somos tontos y no nos damos cuenta de sus descaradas mentiras.
“Tenemos una fórmula potente que garantiza gobernabilidad. De Duhalde ya sabemos cómo rescató al país de su peor crisis. Y Mario fue el primer gobernador en lograr que su provincia sea autosustentable, lo que le dio autonomía de la tiranía de los Kirchner”, le dijo el jueves último a Clarín la diputada Graciela Camaño, que hizo de mediadora para cerrar el acuerdo.
La hipocresía de la reflexión no hace más que confirmar mi teoría: la lacra siempre se amontona. Y no precisamente para hacer el bien. En el pueblo estará el poder de evitar que dos representantes de lo peor de la política nacional puedan siquiera rasguñar el poder nuevamente. Sencillamente porque sería un retroceso en nuestra madurez cívica y un suicidio en masa.
* DNI 25.131.056
Columnista de La Tijereta (Radio Kalewche)
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