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viernes, 26 de marzo de 2010

DOCUMENTAL: ¿Y JULIO LOPEZ?


(Lavaca).- La voz de Julio López es la protagonista de este documental sonoro que recuerda su testimonio como víctima de la dictadura militar: que vio y a quien acusó. López está desaparecido desde el 18 de septiembre de 2006, pero la causa judicial recién ensaya sus pasos más firmes ahora. “Luchamos tres meses para que la justicia reconociera que se trataba de un secuestro y pasara a la órbita federal”, reza una solicitada de la querella al cumplirse 32 meses de la desaparición de Julio. El comunicado sigue: “Un año para que la Procuración designara personal. Un año y medio para apartar a la Policía Bonaerense de la investigación. Dos años para que (el juez) Corazza pase el expediente a una Secretaría Especial para delitos de lesa humanidad”.
Julio LópezLa lupa apunto desde el comienzo a un escalofriante personaje: Oscar Quijano, vinculado directamente con el represor Miguel Etchecolatz. El camino hasta Quijano es de película. Poco antes de su desaparición, Julio había asistido a un acto callejero convocado por Chicha Mariani a las puertas de la Casa de la Memoria de La Plata. En fotos sacadas ese día, Julio es escoltado por un “señor grande, canoso, que no tenía aspecto de militante de derechos humanos”, según recuerda Adriana Calvo. Al ser aportadas como pistas de la causa por la querella, un testigo de identidad reservada reconoce al sospechoso individuo como Oscar Quijano. Y cuenta aun más: Quijano participaba de reuniones periódicas y secretas entre militares retirados y en actividad. “Según el testigo, en esas juntadas se hablaba de golpes de estado, dictadura y hasta del secuestro de Julio”, cuenta Adriana. ¿Qué se hizo con tamaña declaración? Aún con la causa en manos de Corazza, la pista se siguió, pero mal y desprolijamente: “Se ordenó el allanamiento en la casa de Quijano, pero no se peritó antes, y ni siquiera el juez estaba presente”, se lamenta Adriana. La pista se había echado a perder.
El racconto de la causa López incluye aspectos delirantes, como las pistas aportadas por una “vidente” que se convertía en pájaro y decía ver el cuerpo de López a orillas del río –y que el juez Corazza siguió– o las acusaciones al perro Quintín, can entrenado en rastrillajes, “por guiar mal a los policías en los peritajes”.
Ni pájaros ni perros, como retumba esa vieja canción de Charly que resulta tristemente actual. Ahora y finalmente los caminos judiciales parecen conducir al sospechoso de siempre: Etchecolatz.
Homenaje:
A partir de la foto de Helen Zout y con el aporte de Veroka Velázquez, MU. Punto de Encuentro (Hipólito Irigoyen 1440) preparó esta intervención en conmemoración con el 34 aniversario del golpe. Una imagen que comienza en nuestro local y sigue en la calle. Se puede visitar libremente de 10 a 21.