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miércoles, 23 de diciembre de 2009

EDITORIAL: A 8 AÑOS DEL 19 Y 20 DE DICIEMBRE

Sólo organizaciones sociales, militantes, medios alternativos y los partidos de izquierda recuerdan la fecha, para los grandes medios de comunicación nada sucedió en el país en esos días, recordar lo que fue el 19 y 20 de diciembre no es vendible, por ello es mejor dejarlo en el olvido.
No debemos ni podemos olvidar a las 39 personas que entregaron su vida durante estos días de lucha en las calles del país.
No debemos darnos el lujo de no reflexionar sobre lo que fue, nos dejó y esperamos.
Sin duda, la crisis del 2001 que llevó a la rebelión, o estallido social, según guste decirlo, fue económica, por eso, la clase media acompañada por obreros, estudiantes, militantes, y personas comunes y silvestres sólo gritaban que ya no daba para más. Se produjo, así un estallido social durante la presidencia del entonces presidente Fernando de la Rúa, el cual tuvo que renunciar dejando el país “incendiado” luego de profundizar medidas económicas que afectaron a la población ya empobrecida desde la década del noventa.
Pero como siempre hubo quienes sí ganaron, fueron los grandes inversionistas que desestabilizaron y ayudaron al colapso financiero al retirar sus depósitos bancarios para llevárselos al exterior. O sea, los mismos de siempre.
En esos días, a coro decíamos: “que se vayan todos… que no quede ni uno sólo”. Sólo De la Rúa se fue, el resto se acomodó en el nuevo escenario político. Lo que parecía una revolución para los más utópicos, el cambio para los moderados y la necesidad de algo nuevo para otros, se convirtió en nuevo objeto de deseo de las estructuras político-partidarias, que con intereses particulares y dependientes llevaron el germen del 2001 a reacondicionarse en el nuevo espacio político y económico tan igual como aquel que nos hizo salir a la calle convencidos de que podíamos ser un país verdaderamente independiente de los intereses económicos de las corporaciones multinacionales. Simplemente fue un deseo.
Por las treinta y nueve víctimas… ARRIBA LOS QUE LUCHAN.