El Bolsón (ANPP).- Si bien los casos de irregularidades y fraude electoral no dejan de ser noticia en los actos eleccionarios en Argentina, cada nueva revelación inevitablemente genera la amarga sensación de que cada vez más esta “democracia” en que vivimos se acerca más a una puesta en escena que un ejercicio real y transparente de la voluntad popular.
En esta oportunidad, le tocó a un integrante de esta agencia ser testigo de cómo votaban personas sin figurar en el padrón en la mesa masculina 888, ubicada en la escuela hogar 268.
Al consultar si se estaba haciendo lo que parecía haber visto, esto es, dejar votar a quienes no constaban en los padrones oficiales elaborados por el Ministerio del Interior, el presidente de mesa afirmó que eso era, efectivamente, lo que se estaba haciendo.
Incluso, una fiscal de la UCR, sentada a su lado, acotó que una persona tenía “derecho” a votar aunque ninguno de sus datos estuviese registrado en el listado.
No conforme con las “explicaciones”, el militante de ANPP pidió hablara con la autoridad electoral a cargo en la escuela, pero a pesar de los largos minutos trascurridos no se presentó nadie.
Entonces, el presidente de mesa llamó aparte a nuestro votante y le dijo: “En realidad no es que no aparecen, sino que son personas que tienen algún dato mal en el padrón y entonces lo corregimos en el reverso”. Práctica que está permitida y de hecho debe hacerse en esos casos.
Para constatarlo, el periodista le pidió que le mostrase entonces el último votante registrado y su correspondiente lugar dentro del padrón, y como era de esperarse, luego de algunos rodeos, la persona en cuestión no figuraba.
Ante la evidencia, el presidente de mesa no tuvo más remedio que asumir a irregularidad y se excusó asegurando que no sabía cómo se trataban esos casos y que la fiscal de los radicales le había dicho que esa operación era válida.
El militante de ANPP manifestó que, de esa manera, cualquier puntero podría traer decenas de votantes truchos desde otras localidades con el sólo requisito de que las iniciales de sus apellidos se correspondan con los de la mesa 888.
Sin embargo, la denuncia no pasó a más que a un escrache público, in situ, frente otros votantes, porque como ya se ha dicho, ninguna autoridad electoral esta presente en la escuela hogar. Así estamos.
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