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viernes, 13 de febrero de 2009
OPINIÓN: LEY DE DESALOJOS
Por Pablo A. García *
Temibles épocas éstas en las que vivimos, al menos temibles para ese sector de la sociedad que no es considerado mas que como plaga, enfermedad o mal social. A esta altura supongo que ya todos debemos saber de quiénes estoy hablando, hablo gente que al igual que todos ríe, sueña, tiene hijos, trabaja, pero que a diferencia de algunos tiene mas problemas económicos que los que no llegamos a fin de mes, porque no tienen suficiente para darle de comer a sus chicos, o no les alcanza para pagar un alquiler, o tienen que arreglárselas para buscar agua (no del todo potable) a 5 cuadras y cargarla con baldes para poder asearse y cocinar.
Ellos son, según los medios, el poder de turno, y gran parte de la sociedad hipnotizada, sencillamente USURPADORES, o sea (según diccionario) gente que se ha apoderado de un bien o derecho "ajenos". Pareciera que es gente que lo hace por deporte, les encantara andar robando tierra o quizás sea una especie de compulsión patológica.
Los funcionarios predican reiteradamente que hay que ERRADICAR (Arrancar de raíz, eliminar completamente) y COMBATIR (Mantener combate, acometer embestir. Oponerse, tratar de destruir) las usurpaciones. Un poco fuerte no?, parece que en Chubut se ha declarado la guerra y lo mas terrible es que habiendo logrado el consenso general gracias al monopolio de los medios de comunicación, da la impresión que todos están de acuerdo, incluso, la oposición, que para diferenciarse del oficialismo pide mas mano dura.
Si es cierto que hoy los actos responden a las palabras, vayamos preparándonos para lo que se viene, porque si según el poder: gobierno, jueces y demás, hay que arrancar de raíz, eliminar completamente las usurpaciones y si para esto van a acometer y embestir, destruir, tengamos en cuenta un detalle: Allí viven SERES HUMANOS o sea hombres mujeres y muchos niños que cometieron el gravísimo delito de ser pobres.
El jueves pasado en sesión extraordinaria en la legislatura del Chubut se modificó la ley sobre usurpaciones dándole más poder al juez para actuar, una ley anticonstitucional teniendo en cuenta que anula el principio ante el cual todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, pues de ahora en más los jueces pueden y según el caso, deben actuar antes que se dicte la sentencia. En este país, y más que nada en este sistema, todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario siempre y cuando tengamos el suficiente poder económico o al menos si trabajamos para los que lo tienen.
Hasta ahora no he escuchado, leído o visto en ningún lado que respuesta le piensa dar el gobierno a esta gente.
Pensemos un poco, quién es más criminal? el que toma tierras "ajenas" (son ajenas al pueblo las tierras fiscales, o sea del estado?) para darle un techo a sus hijos y trata de sobrevivir?, o el Estado que teniendo en sus manos la administración de las riquezas no se hace cargo de dar respuesta esta demanda social y no garantiza vivienda, empleo, educación y salud a los habitantes que pagan insoslayablemente Impuesto al Valor Agregado en cada uno de los productos que consumen día tras día.
A muy pocos parece preocuparles esto hoy porque – Lo que hacen esta mal, sentencian, es ilegal. Esta modificación de la Ley Provincial es anticonstitucional y por consiguiente ilegal, esa ilegalidad cometida por nuestros representantes le preocupa a alguien? Tiene el mismo valor que la ilegalidad ejercida por un sector de la población que ante la imposibilidad de acceder a una vivienda digna ocupa tierras improductivas para poder sobrevivir? somos todos verdaderamente iguales ante la ley? Que es la ley? Para qué se usa? Quiénes pueblan las cárceles?
Y hablando en términos más humanos, a alguien se le ocurre pensar cómo se llaman?, qué piensan?, cómo y por qué llegaron hasta allí?, cuáles son sus sueños y anhelos?... Parece que no, casi nadie se anima a acercarse a los asentamientos porque "son peligrosos" dicen, y tienen razón, es peligroso acercarse porque quizás los inviten a tomar un mate y les conviden pan casero calentito o se encuentren cara a cara con algo que va mas allá de lo que sugiere la palabra solidaridad, al ver a los vecinos que después de una larguísima jornada de trabajo, sin parar a descansar, se reúnen para ayudar a una pareja a levantar nuevamente la casa que les ha destrozado el viento o las topadoras del poder de turno.
Quizás este acercarnos al otro nos dé trabajo, quizás de allí en más tengamos que sacar nuestras propias conclusiones y dejar de repetir como loros lo que sin demasiado trabajo asimilamos sin replantearnos en lo mas mínimo, si no existe otra posibilidad de analizar la realidad. Quizás implique la dura tarea de observar, sentir, disentir, objetar, investigar, proponer, comprometerse y actuar.
Pero se ha declarado la Guerra señores! Y cuando los actos responden a las palabras es necesario poner en juego, revivir, resignificar, construir y recrear algunos términos, porque no todos estamos dispuestos a avalar con el silencio, la indiferencia y las armas legales o no, esta guerra intencionalmente dirigida hacia el sector más vulnerable de la sociedad de la que todos nosotros formamos parte.
PUBLICADO POR PUERTA E