El Bolsón (ANPP).- Los órganos de resistencia de las comunidades de Arauco y Malleo (CAM), de Chile, detallaron las acciones directas de mayor relevancia que llevaron adelante desde diciembre en defensa de sus territorios y contra los intereses capitalistas que buscan destruirlo.
Así, informaron que el 24 de diciembre pasado destruyeron cabañas de veraneo, pertenecientes a un empresario privado, ubicadas en la ribera sur del lago Lleu Lleu.
El 9 de enero se realizaron sabotajes a maquinarias forestales que operan en el Fundo Choque Chico, que prestan servicios a la Forestal Mininco S.A., resultando dos destruidas.
Dos días después se destruyeron galpones e instalaciones "propiedades del latifundista usurpador Pablo Harden", en la comuna de Lautaro.
"Estas acciones tienen como objetivo dar continuación a la lucha de resistencia y combate directo a las inversiones de latifundistas, empresarios privados y trasnacionales forestales en nuestro Wallmapu", explicaron los miembros de la resistencia mapuche.
Asimismo, rememoraron a los "caídos en combate en la lucha de liberación" e instaron a que estas noticias alienten a todas las comunidades mapuches a continuar con la reivindicación de su tierra.
El recrudecimiento de las acciones tiene un antecedente cercano: el asesinato alevoso, hace un año, en Temuco, del joven Matías Catrileo a manos de carabineros que reprimían a una comunidad mapuche en favor de empresarios madereros.
Pocos días después la promesa se hizo realidad con la quema de tres grandes camiones, el incendio de un par de fundos madereros y un tiroteo con un un helicóptero de carabineros.
Desde la derecha chilena, se teme que al crecemiento de la causa indígena se hayan sumado grupos de izquierda y sectores ambientalistas.
Los dueños de fundos madereros al sur del río Bío-Bío son, por lo general, extranjeros o descendientes de inmigrantes alemanes y belgas, principalmente.
Otro blanco de la defensa mapuche son los proyectos hidroeléctricos, que amenzan con expandirse esencialmente para abastecer a las empresas mineras, otra gran fuente de destrucción que se abalanza contra las zonas cordilleranas.
En tanto este fenómeno político, social y cultural crece en Chile, el gobierno de Michelle Bachelet, preocupado por contener su expansión, ha creado dependencias estatales específicas para tratar las reivindicaciones originarias, instituciones que reciben el apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo.
Fuente: agencia Walsh, diario Los Andes y Avkin Pivke Mapu.
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