(Confederación Mapuche de Neuquén).- Para el pueblo mapuce y desde nuestra cosmovisión, no se conciben los
derechos de pu ce – las personas y de la naturaleza por separados,
porque nuestra concepción de vida es circular. La complementariedad
entre las personas con la naturaleza es necesaria para lograr el
equilibrio en la vida.
Desde la cosmovisión mapuce, los roles que se ejercen desde lo
espiritual, político, social, institucional, educativo no se dan
haciendo una división de género en femenino o masculino, sino del
ejercicio de los roles y responsabilidades que se asumen en el waj
mapu-territorio. Un rol de maci puede ser ocupado por un hombre o una
mujer a la vez que en su rol de maci su cuerpo masculino, puede actuar
un pvjv-espiritu femenino. De la misma manera el rol político de Logko o
Werken.
En relación a esto, no se trata específicamente de una
distinción de lo físico o biológico. Podemos considerar en una
individualidad rasgos femeninos y masculinos, como producto de un
devenir en el que intervienen la familia, la comunidad, nuestro kvpan
(origen familiar) y tuwvn (origen territorial). Estos fundamentos
distancian el género de las relaciones directas entre anatomía e
identidad, entre cuerpo y sexualidad.
Dualidad, reciprocidad y
Complementariedad caracterizan las relaciones de género pero no le son
específicos, dado que sirven para hablar de las relaciones en general en
las que están incluidas pu ce - las personas o los demás newen que
forman el waj mapu-territorio.
En este sentido, el mismo orden
que se establece entre las personas, también se genera entre las
diferentes fuerzas, como por ejemplo el volcán en un espacio territorial
no cumple el mismo rol que otra montaña, pero se complementan. El
sistema patriarcal que impone el capitalismo, no solo nos despoja de
nuestro territorio, nos empobrece como cultura, nos impone otra
identidad y nos convierte en esclavos del machismo en favor del
capitalismo, despojándonos de los valores, normas y principios
transmitidos desde nuestra cultura.
Por esto, es necesario
entender al conocimiento mapuce no sólo como una mera transmisión sino
como construcción y reconstrucción de un saber colectivo, en donde todas
las vidas y todos los sujetos son portadores de conocimiento; por lo
que la complementariedad de género y generación son fundamentales para
el ejercicio de nuestro Kvme Felen/buen vivir y la proyección como
Pueblo.
La recuperación de la identidad, el territorio y la
autonomía es lo único que nos va a permitir recuperar también los
lugares complementarios de las personas en todos y cada uno de los roles
que asumamos a lo largo de nuestras vidas.
Este proceso no es
fácil porque implica, tomar conciencia de procesos patriarcales que nos
atraviesan como sociedad en general y como pueblo Mapuce en particular.
Volver a retomar nuestro Kvme Felen, será lo que nos permitirá modificar
y suprimir prácticas y vínculos de violencia, para recuperar y crear
nuevas formas de relaciones, más armónicas, complementarias entre ce -
personas e Ixofij Mogen -biodiversidad.
Pensar en desterrar el
patriarcado, solo desde concientizar y fortalecer los espacios de
derecho y roles de las mujeres, es para nosotras como Pueblo, dividir
los derechos colectivos, debilitar las fuerzas con que debemos encarar
el machismo impregnado en hombres y mujeres por igual.