El Bolsón (ANPP).- La Identidad como base de la vida.
Sin dudas los genocidas de la llamada Generación del 80 tenían muy claro su objetivo al refundar la historia de este territorio. No hay dominación posible si se posee identidad. Porque la identidad es lo que nos da sentido. Nos hace parte de un proyecto particular. Ni bueno ni malo. Pero nos da sentido, y nos permite posicionarnos frente a un otre. Sin identidad somos fáciles de dominar, de domesticar, nos inventan la historia que nos coloca en desventaja y nos hacen sentir que estamos de prestado. Que el mundo no nos pertenece. Que somos meros actores de reparto en la construcción de la historia.
Lo simbólico que va definiendo nuestra identidad, o la falta de ella, determina la dirección del presente y el futuro.
Por estos días el pueblo nación Tehuelches logra la restitution de los restos de un cacique que fueran robados por un francés que creyó sentirse superior.
Una historia que empieza a modificar historias, identidades, presentes y futuros.
Compartimos el comunicado de prensa de la comunidad:
COMUNICADO DE PRENSA COMUNIDAD TEHUELCHE MAPUCHE "SACAMATA LIEMPICHUN, PARAJE PAYANIYEO"
Wilum Waienguesh/ Marimari kom pu che. A nuestros pu peñi, pu lamngen, gou, qade, e´enu, a los diferentes Pueblos Originarios, Organizaciones sociales y a la sociedad en general.
El día de la fecha queremos comunicar nuestro sentir como COMUNIDAD TEHUELCHE MAPUCHE “SACAMATA LIEMPICHUN, PARAJE PAYANIYEO” con respecto a la noticia que ya es de público conocimiento en cuanto a la restitución de restos de nuestro KEWKKO-KUIFIKECHEYEM (https://www.telam.com.ar/.../552890-francia-argentina...) conocido internacionalmente como el “Gigante Liempichun”. Es para nosotros sumamente alentador y esperanzador esta grata noticia.
El pasado 27 de Abril el Sr. Fernando Pepe informa telefónicamente a nuestra werken los avances que han sucedido en cuanto a nuestro pedido de restitución y repatriación. Se nos informa que el Vicecanciller argentino Pablo Tettamanti solicita a Francia que adoptara pronto los pasos legales necesarios para lograr la restitución de los restos del nuestro ancestro. Y asimismo reafirma, "Nos confirmaron del Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores de Francia que los restos serán restituidos por Ley pero hasta tanto se promulgue esa ley los restos de nuestro ancestro ya pueden viajar hacia la Argentina para esperar el final del proceso burocrático en nuestro país".
Recordemos que nuestro ancestro fue profanado en inmediaciones de Choiquenilahue, Chubut (Argentina) por el Conde francés Henry de La Vaulx en 1896. Sus restos mortales y pertenecías fueron robados y llevados al Museo del Hombre en Paris (Francia) y jamás devueltos a su lugar de procedencia.
Hoy nosotros vemos con agrado esta noticia ya que como Comunidad hemos venido solicitando incansablemente la repatriación de nuestro ancestro desde el año 2015 junto con el apoyo de nuestros pu lamngen/gou de distintas comunidades originarias, del Instituto Nacional de Asuntos Indigenas (INAI), el Grupo GUIAS, de la Asociación “Tierra y Libertad para Wallmapu” y el Sr. Julien Durand; de la cineasta Natalia Cano (y su gran equipo de producción de "Gigantes"), Mag De Santo y Duen; y con el acompañamiento del Sr. Intendente Sebastián Balochi y todo su equipo de trabajo, los Sres del Honorable Concejo Deliberante de la ciudad de Sarmiento y de muchísimas personas conscientes que se sumaron a nuestra lucha. Como asimismo junto con asesoramiento de la abogada Sonia Ivanoff –experta en DDHH de los Pueblos indígenas ante organismos internacionales-.
Después de 126 años estamos mas cerca de concretar nuestro anhelo y deber para con él y con los que nos antecedieron en este camino. Esta noticia nos abre la esperanza que finalmente nuestro kewkko pueda volver a nuestro ayke, lugar donde nunca debió haber sido profanado junto a nuestros ancestros. Sabemos que como Comunidad todavía nos queda un camino amplio por recorrer aun pero esto marca un avance para nuestra propia historia. Estas acciones marcan a todas nuestras familias, nuestra Comunidad y a todo un Pueblo porque no solo implica repatriar su cuerpo sino además toda una historia, la memoria oral de nuestros mayores y nuestras autoridades tradicionales, los cantos antiguos, los ngütram de nuestros Pueblos, ellos forman parte de nuestra historia como Pueblo y ellos nos dicen quienes somos, son quienes nos dan fuerza en el presente y en el futuro, ellos forman parte del ordenamiento de nuestros Territorios, tradiciones, costumbres y son sumamente importantes para establecer el küme felen en nuestros Territorios. Repatriar a nuestro ancestro es también es una forma de reparación histórica hacia nosotros como Pueblos Originarios. Así también es reconocer que como Chewüacheken (tehuelche del borde de la Cordillera) estamos vivos y presentes en el Territorio. Como Comunidad seguimos aguardando su retorno. Wenai sh osh pekk!!!
Desde Yas ayke, el Territorio Ancestral Recuperado.
Por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Para saber más sobre la identidad de esta comunidad, historia que han sufrido muchas otras en forma similar, invitamos a leer la siguiente nota, publicada en https://www.google.com/amp/s/gemasmemoria.com/2020/07/03/la-historia-de-la-lof-sacamata-liempichun-paraje-payaniyeo-alto-rio-senguer-chubut-el-reclamo-y-el-pedido-de-restitucion-de-nuestro-ancestro/amp/
Dice en un extracto:
"La memoria sobre nuestro linaje se remonta a Kajshta (de origen Chewüachekenk), a quien luego los winka agregaron el nombre de José para registrarlo en el Estado, convirtiendo el nombre que le dio su Comunidad al nacer en un apellido. Kajshta y una mujer de la gente de Paillacan tuvieron cuatro hijos a los que llamaron en sus lenguas Charmatr, “Teutrif” Lienpichun, Tahuache y Salpulia. Del mismo modo que ocurrió con su padre, ellos terminaron siendo registrados respectivamente como Juan Sacamata, Antonio Liempichun, Santiago Tahuache y Rosa Salpulia, como si fueran distintos apellidos y familias.
Sacamata, quien luego asumiría el rol de lonko, nació aproximadamente en el año 1848 en las inmediaciones del actual valle de Tecka, en el centro oeste del Chubut. Tahuache murió en el año 1883, peleando junto a Foyel y Saihueque en contra del ejército argentino, en el denominado “Último Combate del Desierto”, en la Aldea Apeleg. Sacamata y “Teutrif” Liempichun fueron tomados prisioneros por el ejército a fines del siglo XIX y llevados al campo de concentración de Valcheta, desde donde, cuando este campo fue levantado, regresaron juntos. Lamentablemente de nuestra tía abuela Salpulia no hemos recibido ninguna historia ni hemos encontrado documentos.
Según la memoria de nuestros antepasados, cuando nuestros Pueblos Tehuelche y Mapuche eran libres y soberanos en los territorios, nuestro Territorio ancestral se extendía desde el actual Valle de Tecka (Chubut, Argentina) hasta el Cañadón del Río Pinturas (norte de la provincia de Santa Cruz, Argentina). Sin embargo, esta autonomía y libertad se vio interrumpida por el evento crítico y traumático de las campañas militares del Estado argentino a fines del siglo XIX, y por las políticas violentas de represión y despojo territorial que continuaron las décadas siguientes. Parte de los relatos de memoria (nügtram) que escuchamos contar a nuestros abuelos, abuelas, padres o madres narran esas experiencias dolorosas y que siempre resultaron tan difíciles de recordar. Quienes sobrevivieron a esos acontecimientos de violencia produjeron los nügtram que recibimos las siguientes generaciones y con los que hoy entramamos la historia de nuestra Comunidad. Al finalizar las campañas de los ejércitos a fines del siglo XIX, las personas o familias tehuelches y mapuches habían quedado dispersas y separadas de sus lugares y de sus lof; muchas veces, incluso, se encontraban solas y perdidas. Es por eso que, desde distintos puntos geográficos y diversas circunstancias, las personas –solas, acompañadas por algún ngen, y/o por sus (u otras) familias– emprendieron largos y dificultosos viajes de “regreso” a los territorios. En aquellos territorios de retorno, nuestras familias buscaron “vivir tranquilos” y “volver a levantarse” como lof desde sus formas propias de ser, de relacionarse y de habitar.
En esta historia más amplia, se enmarca el regreso de Sacamata y “Teutrif” Liempichun, quienes, al retornar a Yas ayke -zona que comprendía valles fértiles, arroyos, manantiales, ríos y sierras- volvieron a organizarse políticamente y a levantarse espiritualmente como Lof. Junto con sus familias y allegados conformaron nuestra Comunidad, que en aquel entonces era considerada como la “Reserva Aborigen Cacique Juan Sacamata”":